25 enero 2007

comenzando la tesis...

a Don Ernesto


Ésta es otra aburrida tesis del tiempo en san Agustín.
Ésta, además, es otra aburrida tesis que comienza con los últimos capítulos del libro XI de las Confesiones.
Aburridamente, esta tesis señala el aburrido hecho, ya por todos conocido, de que el tiempo en Agustín es psicológico. Lo que hace el de Hipona es investigar hasta casi sangrar su aparato intelectivo, cuál es la psicología del tiempo.
Aburridísimamente podríamos concluir que no concluye nada básicamente, porque no resuelve los problemas dificultosísimo que planteó. Si los hubiera resuelto, preguntaría algún aburrido, ¿para qué entonces Kant y Husserl y Heidegger, y la banda de los franceses azotados de Bachelard y Bergson hubieron de gastar tiempo en comprender la psicología del tiempo?... aunque claro, probablemente algún aburridísimo en extremo (de eso que tienden a aburrirse antes de empezar), podría decir que es aburrido hacer una psicología del tiempo, siendo este enigmático personaje ontológico y no óntico ni ontoteológico… ni mucho menos físico… porque el físico, egresado de la facultad de ciencias y educado con el Resnik, definirá al tiempo como aquello que mide el reloj, contraparte del espacio, aquello que mide la regla.

Pero ya nos desperdigamos demasiado: esta tesis es aburrida, así que no podemos ponernos a hablar de cosas interesantes, como el tiempo de la física o el tiempo de la ontología. Nuestra aburrida tesis es sobre la psicología del tiempo, y el estudio está basado en un autor sensiblero e indeciso… sí, indeciso: es un filósofo helenista, del siglo cuarto después de Cristo, y por lo tanto, pues cristiano, contemporáneo de Boecio y de Macrobio, aunque nunca tan interesante porque tuvo la mala suerte de ser un cristiano exitoso y no un neoplatónico trágico… y a pesar de tan claros indicios, se le estudia en el paquete de patrística y edad media.

Aburridísimo, aburridísimo es nuestro estudio. Así que antes de leerlo, tome todas las precauciones necesarias: una cargada taza de café, y si usted tuviera gastritis, le recomiendo el té negro, rojo, verde o blanco como nuestro heroico pabellón tricolor.
Después, acomódese en una silla muy dura, y llénese de resignación. Por último, abra la tapa superior del fajo de hojas que tiene delante y dispóngase a leer el título: Aburridísima tesis sobre el tiempo en san Agustín: el reloj imposible y la aporía del tiempo y la historia en su aburridísima obra.
Luego, lea las dedicatorias: a mi gato que me acompañó fielmente mientras me aburría tecleando.
Después lea los agradecimientos: antes que nada, quiero agradecer a Verónica y a Cindy por haberme enseñado que de Agustín no pueden decirse sino cosas aburridísimas, y que si uno quiere ser feliz tiene que, o carecer de autoestima o carecer de lucidez.
Y finalmente vea el índice:
1.1.1.1.1.1.1.1.1.1.1.- Introducción: Agustín es aburridísimo
1.1.1.1.1.1.1.1.1.1.2.- Perífrasis del libro XI para conseguir las primeras 40 cuartillas de la
tesis
1.1.1.1.1.1.1.1.1.1.3.- Sobre si psicológico quiere decir nomás existe en mi cabecita.
2.-Conclusión: psicológico no está dicho en latín ni en español, sino en neoplatónico: de Agustín se pueden decir cosas interesantes. Pero como ésta es una tesis aburridísima, termina aquí.
Tan tan.

1 comentario:

Lukas Rybensen dijo...

Jajajaja. Tal como me lo prometió, me hizo reír. Lo peor de todo es que es cierto, es un tema muy trillado. Aunque también escuché decir, que no es malo seguir sacando agua de un pozo del que otros ya sacaron. Cuando vea que el agua es poca, amarronada o no potable, deje, pero en caso contrario siga y siga y que los demás juzguen si no fue reconfortante para el entendimiento.

Un beso