19 febrero 2007

Carta a Livi

La esponja escolástica saluda a la sabia y magnánima trompetista y le dirige la siguiente misiva a propósito de tan filosófico Post:(saludo barroco)

Ciertamente no es lo mismo el Octavio Paz que escribió salamandra que el del laberinto de la soledad o el del arco y la lira: no es lo mismo la poesía que la reflexión filosófica, aunque ambas sean facturadas por el mismo tipo.
El cuento de Borges sobre aquella feria en donde uno pagaba cinco pesos para ver al Nóumeno, y que ninguno de los que lo vió pudo explicar qué era; o el cuento de Averroes, o aún mejor, el cuento de los Inmortales, son obras escritas ex profeso para filósofos y gente de esta raza; los amantes de Lullio o de Luria, los que se metieron a la mística y comprenden exáctamente qué quiere decir Borges cuando habla del Alef...

De dónde se me ocurre que el escrito de Livi es muy muy importante porque ayuda a despejar confusiones corrientes en nuestros ámbitos, pero que él mismo es víctima de la confusión:
La literatura (pintura y anexas) no pueden compararse con la Filosofía, no porque ésta sea más chiras pelas y sustanciosa que la otra, sino porque compararlas es como hacerlo con la inconmensurabilidad de la Diagonal (ejemplo favorito de aristóteles: la hipotenusa raiz de dos) con un caballo: son cosas distintas.
Borges puede hacer literatura para filósofos, o incluso poesía: le escribe un poema a Spinoza, quien lo lee... y ha leído a Spinoza, llora. Cuando el filósofo lee la Biblioteca de Babel, sonríe, se emociona: sólo el extraordinario Jorge Luis Borges pudo expresar aquello que uno siente ante el espectáculo de la filosofía y sus problemas con la realidad.En pocas palabras: el objeto de la Literatura entendida como arte (si hubiese un campo que deba llamarse así), es expresar, mover la fibra, dibujar metáforas y mandar a la vista a imágenes extraoridnarias.
Pero la Filosofía (hermana griega de la Scientia) viene a decirnos cómo es el mundo. Ella tiene objeto de estudio, aunque éste sea el hombre, el lenguaje, el mundo o Dios mismo (o, dirían los jáideguerianos: los cuatro son lo mismo). El físico (Aristóteles o Stephen Hawkins) hablan de la mecánica celeste y del principio del movimiento, el moralista (o el sociólogo) nos dicen los porqués de los hombres y sus pueblos.
El lógico (ah! el tan mal comprendido lógico) trata de dar cuenta de los medios y los fines del conocimiento: lógicos son los escolastas medievales, los cristianos del "en el principio era el lógos", Wittgenstein, Derridá, el Dasain de Heidegger, o el vilipendiado Frege; lógicos son Sausserure, Teodorov o Chomsky...Ellos llevan acabo la humana actividad de la contemplación del mundo: luego crean una idea del mundo.
Pero un poeta como Borges, conmovido por la crueta batalla del sabio, escribe cuentos poemas y ensayos sobre las divinas artes del que piensa: no hace filosofía cuentiando, cuentéa la filosofía: hace cuentos para nosotros. El siglo XIX inventó el Tarot, a Madame Blavatsky, la Filología y nuestra idea del Renacimiento (aunque se enoje Priani). Pero el siglo XIX también inventó el Positivismo de Augusto Comte: y (a güevo) insistir en que la literatura es un "algo", un campo de conocimiento con su métdo, y que, al tener método, puede hacer lo mismo que las ciencias, es seguir ese juego ya tan descascarado del mayor enemigo de los estetofílicos.
Parece como si tuvieran que mantener vivo a su enemigo mayor para sobrevivir:

la escolastisponja

1 comentario:

Didio Juliano dijo...

Esponjita

Como pensé su blog es mucho muy interesante.
En cuanto a mi compatriota J.L.Borges, debo coincidir con Ud. permitaseme citarla.

"En pocas palabras: el objeto de la Literatura entendida como arte (si hubiese un campo que deba llamarse así), es expresar, mover la fibra, dibujar metáforas y mandar a la vista a imágenes extraoridnarias."

Largo pero acertado.

En cuanto al objeto de la filosofia, debo creer su palabra ya que ignoro el tema, es al parecer absolutamente distinto, por lo tanto y como decia Michael Corleone

"Ya que sus negocios no interfieren con los mios, le deseo buena suerte"

Efectivamente es así, Borges como artista, se da el lujo de utilizar la filosofia y todo recurso que le parezca, ya que toda su obra solo la guia la busqueda de la belleza.
Por eso puede darse el lujo de ser contradictorio en sus opiniones. Lujo que tal vez un filósofo no se pueda dar.

" El hombre, según se sabe,
Tiene firmado un contrato
Con la muerte. En cada esquina
Lo anda acechando el mal rato.

Un balazo lo tumbó
En Thames y Triunvirato;
Se mudó a un barrio vecino,
El de la Quinta del Ñato."

J.L.Borges "El Títere"

Inutil es decir, que no hace falta conocer la geografia de las calles de Buenos Aires, para gustar de estos versos.

Saludos