Antier me encontré a un amigo mío. Fuimos compañeros de filosofía desde el primer semestre. El comenzó la carrera conmigo, pero en quinto semestre se pasó al nuevo plan y volvió a empezar desde el principio... y medio abandonó las materias de nuevo hasta que se cumplieron los terribles nueve años que marca la legislación: tuvo que salir de la UNAM...
Pero en esta Monstruópolis llena de oportunidades, mi querido amigo entró a la UAM Unidad Iztapalapa, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Filosofía. En la UAM los alumnos llevan, antes de ingresar propiamente a su licenciatura, un primera año de tronco básico que comparten con todos los de su División: sociólogos, economistas, administradores, historiadores, un que otro lingüísta... y si tienen suerte, filósofos.
Mi amigo no hizo más que quejarse de la UAM, de la biblioteca, de los maestros, de los alumnos, de la infraestructura...
Hoy salí a caminar por los verdes prados de la Ciudad Universitaria, por la veredita de las bicicletas, y me encuentro en la Biblioteca Central escribiedo este post... Y digo:
Aquí paloma, los saluda, escribiendo desde el paraíso...
la esponja chauvinista
4 comentarios:
Pobre gente que se comió la manzana y ahora está fuera del paraíso de CU, pobre, pobrecita gente.
Sin menospreciar a las demas instituciones que cumplen su sabio papel. Es cierto, estar en la UNAM es tener el paraiso en vida, que ni que. Pero lo triste es que mucha gente no cae en la cuenta de eso, que mucha gente la degrada, la maltrata, la menosprecia o peor aun , le tiene una indiferencia brutal sin importar cuanto se sangra la institucion por su gente. Je , entre tu y la livi, nos ponen a todos en un mismo canal.
por cierto que quede anotado que alimente con cuatro mosquitas a Cartesio, seran muchas?
Es que mira, es tan bello estudiar en la UNAM que uno no puede sentir otra cosa que no sea pena por los que ya no están entre nosotros jeje.
Señor Chiquito: Pero acuérdese de Blanca Nieves, en una de esas a todos ellos les llega o su príncipe o su enano.
Janik: cuatro mosquitas es ración perfecta para un murciélago cibernético.
diana: por eso tenemos que apretar el paso: justo el día siguiente me encontré a otra compañera que ahora estudia en la UACM... y sí, le doy toda toda la razón
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