19 agosto 2007

Me gusta tenerte así

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ACTUALIZACIÓN: NO DEJE DE LEER PROPORCIÓN DORADA, AHÍ ENCONTRARÁ UNOS BONITOS CUENTOS DE TERROR...
Ya, ahora puede leer el mensaje de este post... y léalo despasito que no va a aparecer otro en mucho tiempo... ¡la tesis, la dichosa tesis!

Me pregunto si cuando uno muere, en ese preciso instante, surgen ante la moribunda visión del fallecido los créditos de quienes participaron en su vida...
ya saben:
Mamá.... fulana de tal
Papá..... mengano de cual
Amor platónico 5... Perengano tal y tal

Y así sucesivamente. Por supuesto, el nombre de los actores no sería lo interesante. En todo caso nos sorprendería ver "Torcuato Fulano.... Perengano Mengano" ¡Zaz! -pensaríamos- nunca fue quien yo creí que era. Sin embargo, esto último sería altamente improbable, porque hacer un nuevo descubrimiento es parte de la cinta que se supone ya h terminado.
Pero decía: lo verdaderamente importante son:
Director de Escena, Productor y hasta el Coreógrafo. Fotografía, Ambientación y Diseño de Vestuario son nombres que nos darían grandes sorpresas... aunque sin duda, uno que buscamos con mayor ahínco es Libreto.
Pero el nombre que en realidad todos estuvimos buscando toda la vida es el de Director, pues incluso los designios del libretista valieron tres cacahuates ante la omnipotente voluntad caprichosa del mero mero.
¿Nos dirigió la vida Stanley Kubric?, ¿el director de El santo contra las mujeres vampiro?

Sin embargo, yo creo que pasaría otra cosa. Los créditos aparecerían fragmentados, y habrían más de un escritor, un libretista y un director de escena.
Y entonces comprenderíamos muchas cosas: aquella vez del primer beso y la de la vez del concuros de declamación fueron dirigidas por el mismo payaso, mientras que el libreto de mis dos noviazgos fueron escritos por la misma mente. Todos esos momentos extraordinarios de una vida, esos por los que comunmente se dice valió la pena vivir, fueron diseñados, escritos y dirigidos por un grupo de brillantes cienastas que inviritieron todo para sacar adelante un cortometraje de los cinco minutos más maravillosos de una vida.

Y entonces descubriríamos que la nuestra no fue una sola película, sino muchas. Que cuando intentamos narrar los episodios de nuestra vida, resulta que nos cuesta trabajo armar los capítulos más allá de la simple cronología, y que hay episódios totalmente fuera de la línea del tiempo. Es decir: que san Agustín no tuvo razón.
Entonces, ya cuando sale la advertencia de en esta película no se dañaron animales uno se da cuenta de que hubo ciertos momentos de la vida que están fuera de la historia, de los deberes, de las promesas y de las descepciones. Y ya cuando sale el logotipo de dolby super stereo se dice uno a sí mismo:

"a mí también, a mí también me gustó tenerte así"


la esponja cinéfila
PD: como no encontré fotos para este post, les pongo esta pintura. Me acordé de il uomo che guarda y me dieron ganas de ser la chica de la mandolina... (ya me voy a poner a dieta, caray)

8 comentarios:

Daniel G.G. dijo...

Katarina: Tu sei la mia... (jijij)

De verdad me gusta ser tu coprotagónico. Ya no hagas caso del típico naquito que se pone a comentar la película mientras transcurre.

Dodo (lo)

alitter dijo...

Linda metáfora. En las películas que tienen una excelente producción, muchas veces es innecesario ver los créditos. Ya sabes quién es el director, el guionista y hasta el vestuarista, pero sólo por lo que se te presenta y reconoces durante la película. Ya después puedes quedarte para ver quién era Árbol 4. Tal vez sea necesario ver los créditos, pero si saltan a la vista resulta ocioso... Anyway... Sí, debes ponerte a dieta...

Leo Ávila dijo...

Sé que no se vale escoger, porque bien lo ha dicho usté, son los "directores" los que nos han decidido el destino, si así se le quiere llamar; sin embargo, si se me pidieran mi consentimiento antes de aparecer en el séptimo arte así, todo indómito, seguramente que me quedaría con el Michael Lynch (y pediría el peinado de Eraserhead); y tal vez para darle saborcito y alguna que otra pelea esgrimosa, aprobaría a Tarantino, y para esos momentos de belleza extraña, que casi no se puede entender, que de rara termina por atraparnos, seguramente me quedaría con el Kubrick. Por cierto que pediría al Kaufman para el script.
Pero para esos momentos (llámese como usté misma mencionó, el primer beso y demás), preferiría a alguien menos recursivo, porque siempre he pensado que ellos deben ser plasmados con toda sus simpleza, para que se queden suspendidos en la mente como una aguja plateada...
Diría entonces que el guión lo hiciera Allan Ball, pero del director me quedo como en blanco.

Señor Chiquito dijo...

Yo prefiero a Jodorowsky y los directores del expresionismo alemán, joi, joi, joi
Suerte en su tesis, que no le vaya a pasar como en la Amenabar...
No se crea.

Juan Manuel Escamilla dijo...

Ojalá en mi vida nunca dirija Bergman. Está bien para el cine, pero yo me aburriría de vivir a ese ritmo.

Itzel dijo...

Me gustó su post cinéfilo pero más el In memoriam que aparece al márgen... Gracias por las referencias de san Agustín y por los saludos del post anterior, y espero que pronto podamos tomarnos ese café para charlar sobre la imaginación y el tiempo.

Esponjita dijo...

DANIEL: Io sono la tua... jijiji... Me gustas de coprotagónico. Es un placer ser el tuyo.
FRU FRU FRU: pos tienes razón, de todos modos, la idea se me ocurrió porque vi una película donde derrepente matan a la protagonista y ahí se acabó, sin epílogo ni explicación. Pensé que así ha de acabarse en general la vida... sí, debo ponerme a dieta.
LEO AVILA: usté sí es cinéfilo de adevis... A mí me gustaría tener de director de mis momentos más apasionados al director de Amelié (pero dirigendo amelie, no la ciudad de los niños perdidos, ni mucho menos Delicatessen)... me gustaría pensar que mi vida se parece un poco a extraño mundo de Jack... pero con su durazno gigante. es usted la neta.
SEÑOR CHIQUITO: joi, joi... oiga, ¿de veras se imagina la vida tipo Fando y Lis o Santa Sangre? aunque no estaría mal un episodio vital tipo "el gabinete doctor calligari"... aunque no sea expresionismo propiamente... .. no, la tesis ahí va, ya mero, ya mero, lo juro lo juro de jurarlo juradame.
Garcín Altoacázar: jaja, tiene toda la razón... además: habría siempre un loco cerca.
ITZEL: gracias por la flor del inmemoriam. y lo de Agustín... creo que debemos platicar. estoy leyendo de anima, auqnue supongo que usté ya lo leyó... (y creo que ayer nos saludamos en los pasillos de la fac).

Juan Manuel Escamilla dijo...

Bueno, no es cosa tan mala tener un loco cerca (a mí me rodean, siempre). Lo malo es tenerlos así, en esa presencia tan llena, tan densa, de la narrativa bergmaniana.