20 abril 2008

Carlos Mota, la mota y los filósofos

Actualización: no olvide leer su Hitlercito semanal, y pase a este nuevo Blog.... las barbaridades que dice el iracundo ese son excluisva responsabilidad de él. Utitadixerim lo promociona nomàs por su amor a la libertad de expresión... y por generar morblo

Definitivamente el deleite de los filósofos de la facultad será la Mota, venga esta en planta o en el apellido de un simpático fulano llamado Carlos.

Hace algunas semanas, en un importante periódico de circulación nacional, Milenio Diario, apareció un insignificante comentario. Pínchele aquí por si deveras todavía no se entera de tal acontecimiento.
Bueno. El caso es que a alguien se le ocurrió mandar un Forward (llámesele también correo masivo) reproduciendo el insignificante articulito a toda su filosofilista de correos. Cada receptor de tal misiva se indignaba tremendamente y a su vez reproducía la antedicha acción, al grado que en dos días, el ignoto Carlos Mota resultó no sólo ser la celebridad del mes en la Facultad de Filosofía y Letras, sino algo más impresionante: en el buscador de http://www.google.com/ de las 10 primeras páginas, 9 están dedicadas a criticar su artículo contra la UNAM y el décimo es el artículo.

Bueno. No pienso gastar un bit más en contradecir a Mota... ya demasiada tinta y mucho tecleo se ha utilizado en tan heróica acción. Tampoco expresaré mi sorpresa por la indignación generalizada de los filósofos, y su pobre capacidad de respuesta... ante un artículo tan ingenuo. También ya lo he expresado en otros lugares (como diría Aristóteles: si ustedes no saben en qué otros lados, es su bronca)

No, hablaré de otra cosa: cómo un articulito pinchurriento como el de Milenio del Jueves 20 de marzo se volvió noticia de suma y vital importancia para una comunidad estudiantil con la autoestima peor que mi post pasado.
Por pura curiosidad, me puse a investigar sobre qué otros profundos temas habla el señor Mota. El resultado fue demoledor: habla sobre el petróleo, sobre los teléfonos celulares, sobre el ajedrez... sobre todo. Sus comentarios son enternecedoramente ingénuos, y siempre está preocupados por cómo en México nos fijamos en pendejadas como la ley (neto: odia los marcos regulatorios), los derechos laborales de los trabajadores, o la protección a la industria nacional.
Nada raro. Nada del otro mundo. Y no, cuando habló del petróleo, ni Cuahutemoc Cárdenas ni ningún otro personaje se preocupó en lichar a Mota: Mota es una de las múltiples colitas de una campaña en donde lo importante es hacer griterío, demostrar que todo mundo opina lo que le conviene a tal o a cual... aunque sea un poco chafa.
Porque hasta la basura se separa: hay comentaristas "pro-globalización" (por llamarlos de algún modo) agudos y cultos, como por ejemplo, Enrique Krauze. Mota es sólo una motita de polvo entre tanta polvareda de griterío.

¿Por qué entonces se pusieron tan histéricos los filósofos? ¿Por qué reaccionar así ante una motita de polvo, ante la que nadie reacciona por temas más urgentes e importantes como la reforma de Pemex?

Lo impresionante, pues, es cómo una nimiedad se transforma en un fenómeno mediático de grandes dimensiones...
Y a mí, de todo esto, lo único que me preocupa es que la comunidad universitaria es como una piel llena de ronchas: si alguien la toca, grita... pero es incapaz de hacer autocrítica, y de ponderar a quién vale la pena contestar o no...

Porque como dice Kant: si la pregunta estúpida deshonra al que la hizo, el que la contesta queda peor... es -continúa Kant- como decían los antiguos: uno ordeña al chivo y otro sostiene la criba.

Una esponja moteada moteada

PD: No todas las respuestas fueron malas. De hecho, querido lector, si se pone a buscar, encontrará algunas inteligentes o agudas. ¡Hasta Sheridan le contestó!... Bueno. Lo que más bien creo es que no debimos gastarnos tanto en destruir al pobre Mota, sobre todo porque era una tarea demasiado fácil. Aún así, hay que invitarlo a la facultad. Si no para que nos dé una conferencia sobre Bimbo, sí por lo menos para agradecerle el habernos dado un rato de sano esparcimiento.

5 comentarios:

Eje Z del Gizmo dijo...

Ahora si.

Me dejó con los ojos abiertos tal y como si entrara a una habitación completamente oscura, asté sabe lo que me encanta la iluminanción...

Refrescante... simplemente refrescante.

Vaya mojigatos, estén donde estén sean quienes sean.

M.

Darío Zetune dijo...

Deberías ser editorialista del Metate. Yo te propongo amiga mía.

Alviseni dijo...

charlie marihuana, id est: carlos mota, no es más que un pendejito ignorante.

saludos.

ahh! y gracias por la felicitación ;D

Miriam Jerade dijo...

Me encantó tu post. Pero sigo pensando que la respuesta no fue sólo a Mota sino a los que no gustan de la mota y que piensan como él, muchos de ellos, fieles a Calderón y a todo discurso de derecha, que sea contra la UNAM o en favor de la venta de PEMEX a cómo sea. Y sobre todo, al periódico Milenio que publica a tal motita y no da lugar a la reflexión. Muera Motitas, viva la Mota

ix dijo...

Mira, yo me enteré del artículo porque lo pegaron con letrotas en frente del café de los hermanos Cerezo, y pensé que una pendejada de ese tamaño era evidente. Que la cosa era tan pero tan tonta, que nadie podía tomárselo en serio.

Y me abstuve de postear al respecto.

Pero he ahí que sí se lo tomaron en serio. Sí, sí, hay cosas que no dejan de sorprenderme.

No llegó a la Cámara de Diputados, y por supuesto, salvo Sheridan, ningún alto cargo se dignó a contestar tamaño de estupidez; pero después de un par de semanas uno podía darse cuenta de que el contenido del artículo, ya sin referencias al Mota, andaba rodando por la habladuría cotidiana.

Sin ir más lejos: anoche me estaba comiendo unos tacos en una esquina oscura de la Roma, y que escucho a un guey a mi lado, pastor de por medio, diciendo que los que estudian filosofía en la UNAM no agregan valor económico ni nada de esas cosas.

Te entiendo. Uno estudia ahí y cree que es imposible que alguien se tome en serio esas cosas.

Pero se las toman. Se las toman.

Así que no está de más dejar claro (o no tan claro, hay que ver la redacción que se chutan algunos) ¡que no! ¡No queremos trabajar en Nokia!

...por si a alguien se le había pasado el dato.

Saludos