Y de pronto, después de rigurosos seis meses de sequía, de sol incandescente al medio día y una primavera gris color "partícula suspendida", llega al fin el verano capitalino.
¿Será que somos una ciudad tan sucia que la lavada debe durar seis rigurosos meses? ¿Será que marzo y abril, que en cualquier parte del norte planetario, los campos y ciudades se llenan de flores, nosotros nos llenamos de cochambre ceniciento? ¿Será que las Jacarandas duran poco tiempo porque tienen que caerse, las pobres, antes de que el cochambre las sepulte como pesada nieve invernal?
El caso es que después de seis meses de acostumbrarnos a la libertad de no cargar el paraguas, a poder agendar fiestas en Chapultepec (o el camellón de Plutarco, según sea la pereza o el presupuesto), llega la inexorable temporada de lluvias que, súbitamente, altera el ritmo circadiano de los pobres capitalinos.
La cosa funciona así: a partir de las cuatro de la tarde, todo chilango que se respete voltea instintivamente al cielo. Aun si éste viste un prístino color cerúleo (si asté es medio analfabeta, píquele al bonito link), el pobre chilango siente un vuelco en el corazón cuando recuerda que no lleva consigo el paraguas. Todo chilango padece la lluvia en Julio auque no llueva... ningún chilango puede ver que una lámpara de techo se bamboléa sin sentir un inexistente terremoto... cosas de la chilanguidad.
En fin. La cosa es que todo capitalino que se respete lleva, al salir de paseo, no un paraguas, sino de 10 a 50 pesos en el bolsillo, destinados a comprar, o un paraguas chino diseñado para "máximo diez aperturas, cinco lluvias o una granizada"; o un plástico de cinco y deadieeeeez... ¡no se moje! lleve su pláaastico deacinco y deadieeeeeeez!
Si por alguna razón el metro se detiene, para sacar sus conclusiones el chilango mira el calendario de su teléfono celular (sin el cual, dicho sea incidentalmente, se siente como desnudo, o como sin paraguas en verano). Si es Invierno o Primavera, maldice al jijo suicida inconciente que sólo puede pensar en su jodida depresión. Pero si es verano, se resigna simplemente a la lenta marcha del tren.
La lluvia nos tiene muy bien entrenados. Toda ama de casa respetable saca a tender primero la mezclilla y las toallas, algo así como a las ocho o nueve de la mañana, pues sabe que para las cuatro de la tarde deberá la ropa estar ya seca y guardada. No falta la osada que sale a un mandado largo en la mañana, confiando en que la lluvia capitalina tiene horario de oficina.
De todos modos, a veces como que la lluvia se aburre de su monotonía y decide sorprendernos. A veces graniza como para que no tengamos los chilangos tantísima nostalgia de la nieve (es bien sabido que, cuando caen 256 798 copos de nieve en el Ajusco, la misma cantidad de chilangos sube al desparpajado cerro por su dotación de país industrializado. Hace monitos de nieve como de película gringa, y luego, ante la melancolía por el inexorable futuro líquido de su creación, suben al mono de nieve al toldo del carro, y victoriosos descienden bajo la envidiosa mirada de aquellos que no escucharon las noticias lo suficientemente temprano para ir por su copito de nieve).
La lluvia a veces quiere regalarnos los ríos que tanto nos empeñamos en secar. Quiere rellenar el río de la Piedad y atasca a los motociclistas en Viaducto, desea que el lago regrese a su explendor, y falla rellenando el canal de la compañía llenando de mierda toda la ciudad. Falla la ciudad porque se le ha olvidado la necedad de concreto con la cual la hemos secado (¿De qué nos quejamos?. Éramos un lago, sí. Sobre él construímos chinampas, sobre ellas pirámides, sobre ellas catedrales, sobre ellas el Palacio de Bellas Artes que año con año se hunde más y más... Bienaventurados los edificios que se hunden parejos, y que no se parten como polvorines... Pero los Sanpetesburgueses viven igual... e igual tienen palacios, e igual se inundan... y allá la lluvia es fría)
La lluvia es además muy selectiva. Es buena con nosotros porque ya sabemos que si llueve en CU simplemente seguirá lloviendo hasta el día siguiente. Si estamos en la del Valle, romperá las ventanas a granizasos. Si vivimos en Iztacalco, se contentará con hacer explotar los transformadores, y si uno vive en Tlalpan, no hará sino arrullarnos toda la noche... si, y sólo si no se botaron las cañerías. Pero eso no es culpa de la ciudad, sino del desprevenido que no limpió su coladera.
Un alemán, refugiado por muy misteriosísimas razones en un apartamento de baño compartido en el centro del DF, contaba su experiencia con la lluvia. Dice que tardó en darse cuenta de dos características peculiares de la lluvia chilanga: que está agendada y que es tibia.
La tibieza de la lluvia chilanga es algo que ha de agradecerse. No llega a refrescar como ocurre en los veranos tropicalísimos de Veracruz o Mérida, ni tampoco enferma a nadie. Simplemente cae, cálida como regadera. Apacigua a los corazones ardidos que ha perdido por dos veces al amor de su vida.
Por es me gusta el verano, porque arde el corazón...
La esponja pluvial
PD 1: ES que uno se largó a los Unites... y el otro se enojó y ya ni los correos me contesta... y el último necio con irse a Holanda... ¿para qué tantos si de los tres no se hace uno? Llueva qué llueva, la vieja está en la cueva!!!!!!!!!!!!!!!
PD2: Alguien me buscó por "Carlos Mota sin camisa"... las extrañezas de mi propio blog me sorprenden demasiado...
PD3: A ver si me caen visitas nuevas: ¿Qué es un plantelminto? ¿Qué es una esponjitta encuerada sin camisa en tanga? Historia de las moscas humildes....
PD3: y además el muy ladino flirtea en mis narices con la famosa Vaca Lenguona... que se pudran todos... me iré a remojar en la lluvia...
9 comentarios:
Me ha hecho sentir el famoso Embrujo del lago Recomiendalo a los lectores de este post lleno de imágenes emorables y léelo en cuanto puedas.
Enhorabuena y mucha linda lluvia.
OOh ud. es muy sabia pero le contare una historia que me sucedió. Una vez fui presa de mi chilanges no educada,y como era de esperarse se me vino encima el cielo. Llegue a casa de tzitzi y al darme cuenta tenia el cuerpo ihundado de pequeñas ronchitas, parecia intoxicacion de 4to grado (y eso no existe). Me metí a bañar y pensé: "la proxima si me deshago". Y me di cuenta que podemos agragar a este post que no solo es tibia si no radioactiva también y más si alguien sufre de piel sensible como la mía!!.
Saludos!! esponjita esponjosa.
OOh ud. es muy sabia pero le contare una historia que me sucedió. Una vez fui presa de mi chilanges no educada,y como era de esperarse se me vino encima el cielo. Llegue a casa de tzitzi y al darme cuenta tenia el cuerpo ihundado de pequeñas ronchitas, parecia intoxicacion de 4to grado (y eso no existe). Me metí a bañar y pensé: "la proxima si me deshago". Y me di cuenta que podemos agragar a este post que no solo es tibia si no radioactiva también y más si alguien sufre de piel sensible como la mía!!.
Saludos!! esponjita esponjosa.
Yo sé, yo sé que es un helminto!!! pertenecen al a los invetebrados y tienen tres subordenes y la mayoría parasitos peligroso para la salud pública!!! luego te paso fotos de microscopia de barrido pa que te des cuenta que es ser feo realmente!!!
Una de las cosas lindas de las temporadas de lluvia es que puedes andar sin lavar tu coche como 3 meses. Por lo menos ese es el tiempo que llevo sin lavar el mio, y la neta no se ve tan sucio. Por otra parte, yo soy de los que piensan que el paraguas es un invento inútil, porque lo único molesto de la lluvia es que se te mojen los pies y la parte de abajo del pantalón, los cuales se mojan con o sin paraguas. Que mojarse la cara y el pecho no sólo no es molesto sino bonitamente refrescante.
esta foto la tendrías que subir a filckr.
Alviseni: je, la foto no es mía, me la piratíé de otro blog. Ya voy a sacar más a pasear a mi cámara.
Pardo: Sip. Es verdad. Aunque a mí, que vivo con la greña larga, me resulta también bastante molesto mojarme el pelo y luego la espalda... pero tiene razón. Debería haber paraguas de pies.
Procrastinadora: Cierto, olvidé ese detalle: la lluvia chilanga es ligeramente venenosa. ÇY sí, necesitmos un post de plantelmintos y otro de pop tunitas... eh?
Danilo fil: Si, ya voy a leer lo del embrujo del lago... coscolino
como siempre ..es un placer pasar por aquí. Realmente creas un deleite para el lector. En algo tu ciudad me recuerda a aquella donde vivi el añomas horrible y a la vez mas hermoso de mi vida.
Saludos
Creo que he retomado el Bolg, pero te pido me recuerdes que es lo que te prometí publicar aquí. Jijijiji
Te amo hija mía.
Papichurris
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