02 junio 2009

El Asesor Perfecto

Hace doce años que decidí estudiar filosofía... ¡Oh sí! Lo recuerdo bien... 

Cuando terminé quinto de prepa, estaba triste por haber sacado B y no MB en Geometría Analítica. Yo quería ser astrónoma (había visto mucho los videos de Carl Sagan. Traté de leer a Stephen Hawking. Sabía todo lo que se puede saber de astronomía sin saber mas que álgebra. Tengo en mi librero, junto al libro de los Beatles, Cosmos de Carl Sagan. Yo iba, sin duda alguna, a estudiar Física en la Facultad de Ciencias y el posgrado en Astronomía).
Pero había sacado B en matemáticas. Y no quería todavía tomar la decisión de estudiar o no Física. ¡¿Cómo iba a estudiar Física si no podía ser la mejor en matemáticas?! Peor tantito: ¿cómo me iba a meter a área de físico-matemáticas si no era la mejor en matemáticas?

Por no tomar la decisión, me metí a químico-biológicas (total, pensé, desde área 2 todavía puedo estudiar Física. Si luego me decido por otra cosa, tengo un espectro más amplio). Y Bernardo, amor de mi vida en ese momento, entró a estudiar al grupo 608. ¡Bernardo!... Por Bernardo me inscribí al 608 en lugar del 601 (área 1). Y fuí el segundo mejor promedio de mi grupo (sobre Bernardo, el nerd).

Pero me daba mucha güeva la Biología. La química se me hacía un sub-caso muy chafa de la Física. No se diga estudiar Medicina: ¡a quién le interesaba la jodida anatomía y la farmacéutica! (a mí no). Yo quería algo teórico. Muy teórico. Teoriquísimo. Pero... ¿y mi B en matemáticas? ¿qué iba a ser de mi si estudiaba Física?

En quinto me inscribí a Jóvenes hacia la investigación en Astronomía. Pedí a un tipo que decía claramente: Física Teórica, Big-Bang, Relatividad. Y tenía apellido en ruso. Pero me mandaron con un español fumador. Cuando el español supo que no sabíamos Cálculo Diferencial (puesto que éramos de quinto y no de sexto) nos mandó prácticamente a la chingada. Para colmo, mientras leía los artículos que nos dejó, a mí me dio una rarísima enfermedad llamada Ptiriasis de Gilbert. Y la única medicina era un apendejador. Y yo, por más intentos que hice, no podia mantenerme despierta. Luego, para más colmo de los colmos, cuando redacté mi 'informe' el tipo me dijo que yo no sabía redactar. Y que me inscribiera de todos modos a Física. Total: si a la quinta vez no podía con la carrera, entonces podía cambiarme después. Que no era tan difícil, ni tampoco LA GENTE BRILLANTE SE INSCRIBÍA...

¿Cómo iba a estudiar Física después de que un astrónomo me dijo pendeja? No quería pasar por la humillación ya descrita por el español. Pero, definitivamente, no iba a estudiar ni Biología ni Medicina ni Química... yo quería algo teórico, algo que se preguntara por el Big-Bang.

Estaba en mi absoluta angustia. Metí entonces mi pase 'reglamentado'. Puse en primera opción Biología y en segunda Filosofía. No acababa de irme de la ventanilla de Servicios Escolares cuando razoné: tengo 9.48 de promedio... ni con chochos me van a dar filosofía.
Entonces fui a mi clase de Física con María Antonieta Leal Alcántara: Dra. en Química, que nos daba Física y Química Orgánica. 
Le pregunté (no sé a qué venía la pregunta): 
-Bueno, pero supongamos que con una nave espacial mágica podemos vencer la fuerza gravitacional del universo -digo, por eso es mágica la nave espacial- y "salirnos" del universo... ¿qué hay después? ¿qué hay más allá? ¿tiempo? ¿espacio? ¿hay espacio? 
-No hay nada Paloma
-¡¡¡Pero cómo no va a haber nada!!! ¡¡por lo menos el espacio en el que está la nave!! ¿no? pero ¿la nave llevará su propio tiempo? ¿inaugurará su propio espacio? ¡¡eso no tiene sentido!!
- Paloma, esas no son preguntas que la Física pueda responder: eso es una PREGUNTA FILOSÓFICA....

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Chayo fue mi maestra de Ética en la Prepa. Si yo tuve el descaro de improvisar mi exposición de final de año porque se me había olvidado que tenía que exponer, ella tuvo el descaro de improvisarse como maestra de prepa. Nos contó que había estudiado Filosofía para huir de las matemáticas. Eso se me hacía lo más estúpido e indigno. Definitivamente, Filosofía era una cosa indigna. Pero después de aquella clase con Leal Alcántara (la MALA por sus siglas), reconsideré... 
Al día siguiente fui a ventanillas para que me cambiaran a primera opción Filosofía.


Llevo doce años estudiando Filosofía, estoy en primer año de la maestría... y no he dejado de arrepentirme.

Durante doce años tuve la oportunidad de sentarme a estudiar yo solita cálculo, tuve la oportunidad de pedir cambio de carrera, de pedir como simultánea Física en vez de Letras Clásicas. Pero nunca tuve la decisión (o ya había tomado la decisión, pero ni cuenta me había dado).

Llevo doce años preguntándome si estudiar Filosofía fue lo correcto.

Como se podrán dar cuenta, la decisión no es exactamente lo mío.

(El otro día Abril dijo que la libertad no es para mí. Que la padezco más que disfrutarla. Ahora entiendo por qué hoy estuve a punto de decirle al mezcolanzador de Lacan y Crisipo: el problema, amigo, es que lo desconocido es la causa formal de los motivos, no su causa eficiente.
Es la divina Voluntad de Agustín, gemela idéntica del deseo, y no sólo su contraparte racional, la que nos dirige como ciegos al matadero. Estamos ciegos: no vemos lo que realmente deseamos. Y aun si lo viéramos, no dejaríamos por ello de desearlo. 
La deliberación, el libre albedrío, es sólo una lacaya herramienta instrumental de la todopoderosa voluntad. El deseo-voluntad no se equivoca. Son nuestros enceguecidos ojos los que no ven cómo arribar hacia lo deseado. Somos unas pobres moscas que nos golpeamos contra el vidrio por ir en pos del Sol. Y si resulta que la voluntad no desea a Dios, sino que es sólo una maraña confusa de pulsiones ciegas confundidas por los muchos focos luminosos de la falsa razón... ¿qué esperanza tenemos? ¿qué ética se puede fundar en lo que carece de fundamento? ¿cómo tomar la decisión correcta para satisfacer a una voluntad que ha descubierto que el Sol es nada? ¿que Dios ha muerto?... ¿cómo explicarle a la voluntad que irse detrás del fantasma de un hombre hermoso es una confusión? ¿cómo explicarle que el asesor era el correcto, pero que desgraciadamente se enamoró de otro demasiado similar, demasiado bello? ¿Cómo pedirle a esa ciega y torpe voluntad que no confunda el afecto con el trabajo, tal y como la incolumne y Spinoziana voluntad lo hace?)

El Asesor Perfecto:
Especialista en el periodo de la Antigüedad Tardía.
(desde que conocí a San Agustín, Plotino, Alejandro de Afrodisia, y leí en Peter Brown el término late antiquity, decidí dedicarles mi vida)
Especialista en Teoría del Conocimiento, de la percepción y del entendimiento.
(cuando descubrí que la pregunta que le hice a Leal Alcántara era respondida por Kant, por fin mi corazón dejó para siempre la cosmología y abrazó por siempre la epistemología)

Que tenga un seminario sobre Cosmología antigua que además me sirva para aprender griego.
Que dé una clase sobre la Unidad del Intelecto que además me sirva para aprender latín.

Que uno lo mire y sienta que el mundo marcha ordenadamente.
Que uno platique con él y que las ideas se muevan como entre semiconductores perfectos.

Que haga una teoría sobre el azúcar mascabado, el azúcar morena, el azúcar glass, el jarabe y el éter.

Que me miren de reojo de vez en cuando.

Que no pueda enamorarme de ninguno, jamás.

Que tomar decisiones no fuera algo que me costara tanto trabajo...

(y sí, no tengo carácter: no pude cancelar el blog... tengo que desahogarme...)

La indecisa esponja

11 comentarios:

Idalia dijo...

Es chistoso: yo también quería estudiar Física. Nada más para darle gusto a mis padres que aman a Carl Sagan y que ambos son matemáticos y doctores en áreas complejísimas de investigación de operaciones. Amaba a Sagan. Y también, como tu maestra de la prepa, me metí al área 4 para huir literalmente de las matemáticas. Y no me arrepiento, estoy muy contenta de haberlo hecho de ese modo.
Un beso para ti esponjita carlsaganezca

Lukas Rybensen dijo...

Muy interesante. Creo que el post está bien definido con la palabra desahogo. Ahora bien, tengo muchas preguntas. Pensé mucho, tocó varias fibras mías el escrito, entendí muy poco.

1. FÍSICA. Un profesor mío de Lógica, premio Kónex y referente en Argentina suele decir que su interés por la Filosofía de la Ciencia surge a partir de su carácter de Físico-frustrado. El paradigma de la Filosofía de la Ciencia es la Física. ¿Me pregunto si esa era la opción "deseada" por qué la Filosofía no te llevó a esa especialización?

2. CLÁSICOS. Evidentemente tratando de responder a la pregunta (1) pienso que algo habría de haber en tu psiquis que te inclinase hacia Agustín y cía. en lugar de a Bunge, Hempel et al. ¿Será que en momentos de hartazgo de latines y griegos recordás el otro deseo y lo ponés encima del que ya tenés "actualizado"?

3. LAS PUT*S MATEMÁTICAS. En muchos aspectos del conocimiento me muevo como un pez, pero llegado el campo de las matemáticas siento que me sacan el agua. Me hubiera gustado estudiar Física, y siempre que puedo pispeo en sus espacios no-matematizado (pequeños rincones casi insignificantes). Te pregunto y me pregunto ¿por qué resignarse, es que aún no se puede aprender matemáticas? ¿Si se pueden aprender los casos, las declinaciones, la sintaxis de idiomas complejos por qué no se podrá aprender una serie de fórmulas y tautologías? ¿Tendrá que ver con la abstracción, con los prejuicios, con una incapacidad genética? A esto último respondo que es una deficiencia de la voluntad (creo).

Bueno, creo que respondí a un post monstruoso con un comentario-leprechaun.

Un beso y fuerza!

Anónimo dijo...

A mi me parece la carrera mas extraña, porque afuera de la escuela en el mundo real, nadie contrata a un filosofo salvo para dar clases de filosofia a nuevos estudiantes de lo mismo, asi que, o se vuelven escritores, o se vuelven maestros de filosofia.

y como para escritor no se necesita la filosofia, se vuelve una carrera creada para dar clases de lo mismo a otros que quieran estudiarlo, creo que deberia ser un hobie muy picudo, un entretenimiento para cerebritos pero no una carrera

Esponjita dijo...

Mari y Luc: ya les responderé.

Anónimo: la profesión del filósofo, como la del físico, es la de ser investigador. Un filósofo, aunque pueda realizar actividades diversas, tiene como objetivo central la investigación. Esa es su profesión. Para eso lo entrenan.
Carrera es el cursus, es decir, es lo que uno desarrolla. Uno puede tener carrera de estafador o de ingeniero o de magnate o de narcotraficante. Así también hay carrera de investigador.
Y un filósofo investiga de Física, Lógica, Metafísica, Matemáticas, Política, Ética, Antropología, Psicología, etc. Y las investiga teóricamente (lo que no excluye la realización teórica de experiementos: los experimentos son una actividad teórica)
Cuando Aristóteles escribe la Ética, hace un estudio teórico sobre un saber práctico. Eso hacemos los filósofos: teoría.
En fin. MI problema nunca ha sido con la parte teórica de la práxis filosófica. Es otro el asunto.
Besos

Emma Laura dijo...

Mi querida esponjita:

Qué gusto!
Primero: que estés de regreso, me da gusto en este caso tu indecisión.
Segundo: que hayas escogido a la filosofía como tu modo de vida, yo también supe desde mucho tiempo atrás mi amor por ella pero al igual que tú quería ser astrónoma sin embargo justo el conocimiento matemático me hizo desistir porque de plano no doy una.
Y finalmente, que bueno que sigues en el proceso de la filosofía, quisiera estar estudiando junto contigo de verdad, pues creo que la filosofía necesita gente que la ame y no la deje perderse en meras clases como dicen "don Anónimo" ojalá que en un futuro cercano nos juntemos todos los que amamos a la filosofía para que logremos darle su lugar merecido a la filosofía.
Un beso esponjita.

Claudia Isabel Palacios Trejo dijo...

Así que tu elección de carrera fue un acto poético? Me refiero a la metáfora, el rodeo que se tiene que dar para avizorar al deseo en sí, en tu caso la episteme, seducida por las preguntas fundamentales? Lindo muy lindo... y genuino. Besos

Esponjita dijo...

Mari: Creo que yo tampoco me arrepiento. Pos en algo influyeron mis papás: son físicos. Se dedican a los polímeros y a los materiales. Pero en el corazón de mi mamá había una climatóloga y conocedora de la dinámica de la atmósfera, y el en corazón de mi papá un astrónomo revuelto con historiador. Y así, pues, de esa mezcolanza, salí yo. Algo de lo matemático habrá quedado en usted, pero prístinamente vuelto historia.

Luc: de todo, ciertamente, lo que tengo es un quebradero de la voluntad. En eso es en lo que habrá que aplicarse. Tolle lege: a la agustina quizás.

Anónimo... ¡ah! a usté ya le contesté.

Laura: pues el laburo para que la filosofía vaya más allá de las clases (o que sus clases nos lleven más allá, como a mí la de MALA) es el que no hay que dejar de hacer. Ese trabajo de toda la vida es el imprescindible.

Chiri: ¡¡Qué cosa más bella me ha venido a decir aquí!! Gracias, muchas gracias... (lagrimita).

Esponjita dijo...

¡¡Tocaya!!: gracias. Ya leí su comento allá en el lugar de los comentos....

Anónimo dijo...

gracias por la respuesta esponjita pero me quedaron varias preguntas:

y los filosofos donde cobran su quincena?

quien les paga?

que institucion tiene investigadores filosofos de tiempo completo?

fuera de las escuelas(maestros de filosofia,)cuantos viven de eso en nuestro pais?

en serio es un trabajo y no un hobie de ricos o de gente que puede dedicarse a ello sin cobrar?

cuanta gente estudia filosofia en mexico?

cuantos trabajos hay para ellos?

acaba uno vendiendo seguros?

Esponjita dijo...

Anónimo:
Bueno, la cosa es así.
Si usted es un filósofo que trabaja en aquello para lo que fue diseñado, y no le pasa como al taxista médico:
1.-la univerisdad donde trabajan les deposita en la tarjeta de nómina que les asignó (antes el cheque se los daban en la oficina de presupuesto de su universidad)
2.-Les paga la universidad donde trabajan, y a quienes están en el SNI, les paga una parte el CONACyT.
3.- La UNAM (la cuál es tan monstruósamente grande que tiene la FFyL, la FES Acatlán, el IIF y la Unidad de HUmanidades de Mérida que no me acuerdo cómo se llama), la UAM, la UACM, la UIA, la UAZ, UAS, UAP, la Universidad Nicolaíta... y no sé de más. Eso sólo en México. En América Latina, EU y Europa la cuenta es mucho, pero muchísimo más grande.
4.- Si hay salario, cualquiera, rico o pobre, puede hacerlo ¿no? cualquiera que haya obtenido la formación suficiente.
5.- Ese dato no se lo tengo, pero habrá que consultar en el INEGI. De todos modos, tenemos el mismo problema que los doctores en física: no hay suficientes plazas. ¿recuerda que con la influeza descubrimos que el estado no invierte suficiente en ciencia y tecnología? bueno, la cosa es que mete mucho dinero para generar científicos y tecnólogos (y filósofos e historiadores), pero no hay dinero para crearles fuentes de empleo. Sí, es un problema.
6.- También es probable. Pero no por ello deja el filósofo de serlo. ¿Sabes quién fue Baruch Spinoza? (si no.... ¡¡¡a la wikipedia!!!).

Si yo me quedara sin trabajo ni beca ni nada, quizás me apuntaría de aprendiz de pulidora de lentes... ayer, en el centro, ví que solicitaban...

La esponjita proletaria

Ernesto dijo...

o bien, estudiar todo, saberlo todo, ¿porque en el conocimiento deberían haber disyunciones, si pueden ser perfectamente complementarios? bueno esa ha sido mi bronca de toda la vida, tratar de explicarle a la gente que si toco piano, entiendo mejor mis ecuaciones matematicas, y que si juego basket-ball, aumenta mi rendimiento en ajedrez... pero nadie me cree, nadie me cree... podría extenderme sobre este tema, pero, para ser un comentario, es suficiente