No, no... no es que esté apantallada.
No. Tampoco es que cada que me mire al espejo, piense en lo pequeñita que soy, que es mi alma, que es mi espíritu...
No. No es que vea que el reloj pasa con prisa, con demasiada prisa, y que esté a punto de rendirme.
Perdí mucho tiempo. Sigo perdiendo el tiempo. Cada que pasa una página del calendario llego a la conclusión que gente mucho más grande y maravillosa que yo no ha podido escribir una página en la posteridad... ¿cómo lo haré yo? (esa manía de la posteridad viene de que, cuando uno hace historia, se rodea de grandes... ¿en el banquete de los bien aventurados me dejarán sentarme tan siquiera un poquito de cerca para escucharlos? Podré sentarme junto a Luciano de Samosata mientras se burla de los estoicos... digo: los mandó a su montaña de la virtud... Estará, seguramente, sentado junto a Sócrates contandole cómo Platón se quedó en su Pólis, y todos beberán ambrosía y el vino de las mujeres-viñedo. Y seguro mi Abuelita estará ahí, sentada junto a san Agustín preguntándole qué es la Trinidad. O quizás ambos tendrán boletos para el próximo concerto que dará Dios en el Paraíso, donde la amada Beatriz abrirá el concerto, cantando a dueto con Dante. ¿Haber sido amada será suficiente para llegar a la isla de los bien aventurados? ¿Quién hablará de mí? ¿Quién me hará subir junto a él al podio de la Fortuna para dedicarme una canción?
Cuando nos toque el tiempo de partir, quizás Daniel estará ahí, y me dedique una notita, y mi Abuelita les cuente cómo fui ingrata pero cómo la escuchaba repetir el Eclesiastés.
Y vendrá el tiempo de crecer, y de que la semilla muera. Y yo ¿aún estaré a tiempo? Ese viento que sobeb ve sobeb no me habrá arrastrado a la inmemoria para siempre? ¿Quedaré en la memoria de alguno de los habitantes de la Isla de los bien aventurados?
Yo lo único que quiero es estar junto a Aurora y a mi Abuelita en la Isla de los bien aventurados. Quiero poderme sentar junto a Luciano de Samosata y escuchar el Encomio a la Calvicie de aquél famoso alumno de Hipatia, compañero de Proclo... y que no puedo acordarme de su nombre.
Abrirá el concerto Michael Jackson, luego vendrá Beatriz y cantará a dueto con Dante que tanto la amó. Llegará Virgilio de la mano del delgaducho Augusto, y Cicerón tendrá en su regazo a su hijita, y le hará mimos mientras conversa con Timeo.
Kant estará sentado junto a Averroes discutiéndole lo del doble sujeto de las especies inteligibles que no son tales, y Tomás hará algún berrinche mientras come las esperanzas rotas. Y ya muy atrás, hasta el final del Festín, Peter Brown dirigirá el Club de Admiradores de San Agustín, y ahí estará san Posidio.
Y entonces yo correré con san Posidio y le diré: yo también sé lo que se siente estar junto a uno así de grande. A ese que lo tiene a una toda apantallada. Yo también conocí a uno. Y no, no sólo lo conocí en la Isla de los bien aventurados libros, no sólo obtuve noticia de él por las claras páginas de su librito color ladrillo. Yo también, como tú Posidio, puedo presumir que conocí el candor de su carcajada y el calor de la mano que alguna vez estrechó la mía. Yo también puedo decir que tuve noticia de su humanidad, de sus gestos, de la agudísima palabra que, como navaja, corta y rebana.
Y es que ese uno a veces me veía de reojo, y ponía su brazo en el respaldo de mi silla, y me aceptaba unos chocolates y me hacía enojar tantas veces...)
Una esponjita bien apantallada (aunque le inventen el nombre de la tesis... ¡me cachis!)
1 comentario:
Amanecí con ganas de leer la Commedia, y tu post, sin esperarlo, me recordó la formación de sabios ilustres en Paradis. X,(especialmente 118-120: Ne l'altra piccioletta luce ride/ quello avvocato de' tempi cristiani/ del cui latino Augustin si provide.), pues ese que te ilumina, también ríe, aunque la mayor parte de las veces lo haga con algo de sarcasmo.
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Empiezo a creer que Dante es un oráculo porque el libro se abrió justo allí esta mañana. Además pienso que como Pierre Menard al Quijote en el famoso cuento de Borges, tú bien podrías intentar reescribirlo. A manera de paralelo a tu larguísimo post de Tomás, mira nada más lo que dice Estacio en Purg. XXV. 34-108.
:o
Sos una lucesota
;)
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