15 diciembre 2009
Propósitos de año nuevo
(hoy descubrí que las batitas con que los personajes de Mafalda van a la escuela... ¡si existen!... es que, hasta hace unas horas, para mí Argentina era Mafalda... la pucha, digo)
Acaba de caerme el veinte que hace muchos años no tenía propósitos de año nuevo. Verdaderos propósitos. Me explico. Siempre, desde que tengo memoria, alguna tía preguntaba en pleno brindis que cuáles eran nuestros propósitos de año nuevo. Y yo, por decir algo, ennumeraba todas las cosas que iba a hacer el año siguiente. Pero no eran "propósitos": les relataba mi agenda. Eran cosas que sabía que pasarían, hubiera para ello concurso o no de mi voluntad: terminaría el año escolar, comería más frutas y verduras, aprendería a tocar un instrumento musical, por fin aprendería inglés... pero era mi agenda: todas eran cosas que ocurrirían necesariamente.
Pero ahora tengo 30 años, y las cosas han cambiado un poco. Para empezar, hace años que no paso un año nuevo en compañía de ninguna tía (unas se murieron, las otras no me hablan, otras... ¿tengo más tías?...). Además, ahora sí tengo un verdadero vicio del que en verdad me quiero librar: el cigarro. De veras, a diferencia de antes, ahora sí ya no quiero fumar (será que ya me asusté, que dicen por ahí que siempre huelo a cigarro... que mis pulmones deben estar más manchados que mis dientes... aarhhh!!).
En pocas palabras: ahora tengo propósitos de año nuevo porque mis energías ya no son suficientes como para que mis deseos se realicen como obra mágica de mi voluntad. He envejecido y necesito hacer un doble esfuerzo para que las cosas salgan. El fuego de la voluntad está ligeramente humedecido, y requiere del propósito para llevarse a cabo.
Y estas afirmaciones dignas de librito de autoayuda tiene su razón de ser: ami edad he hecho la mitad de lo que, para estas alturas, me hubiera gustado hacer; por ejemplo, viajar a Europa, tener el número de amantes que he tenido, pero multiplicado por cuatro (no... mejor por ocho); hablar cuatro o cinco idiomas fluídamente, haber escrito ya por lo menos dos o tres libros... pero muchas de esas cosas las dejé tan para mañana (la tan de moda procrastinación, diría la pordiosera burguesa), porque creí, quizás, que tenía tiempo.
No me queda muy claro qué me la pasé haciendo mientras esperaba a mañana, pero no me aburrí, eso sí. Me tomé mi tiempo... no sé si tuve sueños extraordinariamente coloridos (como hace tres días: soñé con mi asesor de tesis: soñé que iba a la presentación de su libro... pero era un libro infantil que tenía dibujos medio psicodélicos, que se movían dentro de las páginas del libro, y que estaban escritos en un idioma bastante extraño: eran unas letras de hilo dorado que se movían de lugar cuando las trataba de leer, así que cuando creía que ya iba a entender una palabra, las letras cambiaban de forma... al despertar, mi mamá, riéndose, dijo: obvio, el libro estaba escrito en alemán).
O quizás simplemente mi memoria no es tan buena y no me puedo acordar qué cosas muy productivas hice durante estos diez años... quizás el error fue empezar a hacer muchas cosas (tocar la guitarra, aprender hebreo, inscribirme a letras clásicas, inscribirme a alemán, a árabe, a inglés...) y no terminar ninguna... ups!... esa es una buena manera de perder el tiempo...
Como sea... el caso es que tengo un montón de pendientes, porque a mis 30 años y fumadora, no creo tener más tiempo qué perder.
Hay que empezar, creo yo, por cerrar cabos: la tesis de maestría, el TOEFL, el alemán, el hebreo, clásicas... alguna beca a Europa, lo que significa que la tesis de maestría, el TOEFL y el alemán deben quedar bien terminados (y creo que clásicas también).
Por ello, será la vejez, será que mis defectos volitivos están comenzando a pasar factura, estos son mis legítimos y verdaderos propósitos de año nuevo:
1.- Titularme de la maestría
2.- Sacar el TOEFL con 600 puntos (o su equivalente en el iBT)
3.- Leer alemán, aunque sea juntoconpegado el diccionario
4.- Dejar de fumar (eso empezó hoy... ojalá dure de aquí a en la noche)
5.- Ejercicio
6.- No dejar que este blog muera
PD: estoy oyendo la misteriosa estación de radio alemana "Radio Paloma"... y por lo menos ya entiendo los horarios en que pasarán todos los programas...
PD2: mis progresos. Diálogo entre Schwamm und Taube
S.- Hallo
T.- Hallo
S.- Wie heisst du?
T.- Ich heisse Taube, und du?
S.- Ich heisse Schwamm.
T.- Woher kommst du?
S.- Ich komme aus Iztacalco
T.- Und wo liegt das?
S.- Iztacalco liegt im Osten von Mexiko Stadt. Und du? Woher kommst du?
T.- Ich auch komme aus Iztacalco. Wie alt bist du?
S.- Ich fünf oder sechs Jahre alt. Ich bin eingebildet.
T.- ¿Was?
S.- eeehhh.... ok... Und Wie alt bist du?
T.- Ich dreizig Jahre alt. Was machst du?
S.- Ich... ich...Wie heisst man in Deutsch "no sé"?
T.- idem... eeee....
se cansaron... pero van bien... pero dejémoslas aquí antes de que empiecen a contestarse "la tuya".
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3 comentarios:
Man sagst “Ich weiss es nicht” auf Deutsch “no sé”. Ich heisse übrigens Rhesusaffe.
Hey.
Aparecí aquí a través del blog de Marie. Me resutó curioso (auqnue no poco probable, ya que no me extraña que muchos seres en el mundo sean tan retro como yo) que el último post de mi blog tiene extrañas semejanzas con este, el último tuyo.
Es lindo descubrir coincidencias y además asombrarse acerca de las cosas que uno descubre todos los días.
Las batitas con las que los niños van a la escuela en Argentina se llaman gusrdapolvos y son fantásticas.
Saludos y ojalá pases por los aeropuertos. Podríamos intercambiar links (qué ñoña!!!!) jejejeje.
=)! Lu
quique... vielen Danke (espero esté bien... le agradeceré, con el alma, cada corrección que pueda hacerme... muchos besos).
Lucía: Un placer tenerte por acá. ya nos conoceremos aunque sea linkístikamente... :)
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