Más actualización: gracias también por las visitas y el muy útil comentario a Uchití, cuyas fotos son hermosas. Y a Livi Jazmín, que soy una bruta y debí mencionarla desde el principio, porque fue gracias a ella que me inicié en el mundo bloguístico (y por ser buena amiga)
Actualización:
Sí, sí... como suele ocurrir: ni son todos los que están, ni están todos los que son (digo... si llegan al final del post lo comprenderán)... me faltó mencionar a Mari-huele-mejorana a quién le deseo un hermoso matrimonio, y a Diana la mejor traductora de todo en ancho orbe, y a la misteriosa chicha de la Alhambra cuyas palabras me ayudaron a dejar el cigarro (con todo y las recaídas), y a mis ultraextraordinarios compañeros del instituto, sobre todo a aquellos que, encima de ser brillantes estudiantes, tienen tiempo para internetizar... y... y si me acuerdo de alguien más, regresaré... no me lo tomen a mal... traigo un Avicena atorado entre el área de Broca y la Amígdala....
No tengo nada qué contar, nada.
No se me ocurre qué escribir. Temo que este pobre blog comience a desaparecer.
Ni modo... ¿qué se le va a hacer?
El iPod
Se me ocurre, no sé, contarles que Santoclós tuvo a bien tomar en cuenta mi comportamiento de la primera parte del año y, a pesar de la segunda parte del año, me trajo un regalo de Navidad: un iPod Touch (¡que deseé y deseé, y cada vez que lo veía ahí, en el estante, lo deseaba más y más, su pantallita táctil, su enorme memoria -aunque tuve que conformarme con 32 G, pero que es más que suficiente, pues ahí no guardaré la música, para eso tengo el ipodsito de batería gigante- y sus auriculares con microfonito, y poder guardar cuanta información se me diera la gana... y... y...
y bueno... éste es de esos regalos que, al contrario de la little mermaid que Aurora y yo deseamos tanto tanto aquella Navidad, y que jamás volvimos a jugar, después de llenar una vez la tina de baño sólo para que la sirenita nadadora presumiera sus habilidades náuticas- digo, al revés de aquella vez, el iPod superó todas mis expectativas... porque, después de adquirir el programita correcto -¡y venía de regalo una tarjeta con 300 pesos de iTunes!- se pueden ver hasta los libros en PDF... y ya tengo una versión de la metafísica de Avicena (pero Daniel me pasó una versión algo así como la de la apud juntas... aunque, a pesar de lo mínimo de la pantalla, sí se puede leer) y aún no he podido ver el Opus Majus de Bacon -que, obvio, me paso Daniel- porque excede con mucho las capacidades de ram del iPod -y supongo que tendré que partir el archivo en pedacitos- pero pronto podré subir al iPod a Avicena y a Alberto Magno... y ¡la música!...
Porque hay cierta música que no se puede encontrar en las vías ilegales de música: las buenas grabaciones de música clásica. O a nadie le interesa, o son muy baratas para hacerlo. Bueno, el caso es que en iTunes encontré a Debussy y a Mussorgsky y a Rimski Korsakov y al Saint-Säens y toda esa bola de ñoños impresionistas...
Y luego... ¡hay unos libros tan extraños para iPod que uno no se imaginaría!... está la Fuente de la Vida de Ibn Gabirol y el Kitab al Khazari de Judah Hallevi's... obvio, traducidos al inglés... pero es que ¡hay tanto tanto tanto tanto en inglés! el iPod es como un pequeño Kindle (sí, muy pequeño, y con poquitita batería... schade!)
Y es que es tan hermoso... un pierde tanto tiempo con él... juega el jueguito que uno jugaba con Aurora y se acuerda que ella era invencible... y trata infructuosamente de ganarle a la máquina al Ajedrez, al Reversi, a las damas chinas, al solitario... y uno encuentra un esquemita tridimensional del cerebro, y ve que el Área de Broca era lo más parecido al Intelecto Material, y que en no sé qué corteza está el sentido común Aristotélico, y que en los gánglios no sé cuales está la Estimativa... ah! sí... era en la amígdala: ahí se aprende el miedo... Ovis timet Lupum ¿recuerdan?... y uno quisiera saber programar para hacer una aplicación similar, pero sobre el cerebro de Galeno (no el cerebro con el que pensaba Galeno, sino en el que pensaba) y que indicara dónde está la imaginación, y la entrada del Espíritu Santo según Nemesio de Emesa... y comparar los dos cerebros... o una aplicación donde se relacionen históricamente todos los De Anima desde el de Aristóteles, pasando por Avicenna, hasta William James... ¡quién supiera hacer aplicaciones de iPod!...
Hace falta un buen diccionario de Latín-idiomaqueyoconozca, aunque hay uno muy bueno de Alemán-Inglés, y está la RAE, pero sólo en línea.
Y me hace falta tiempo... mucho tiempo para leer todo lo que tengo que leer, y todos los libros que tengo que leer, y que quiero leer, y que debo leer...
2009 REcuento
Y es que me acuerdo que, en una de esas, le confesé al Demiurgo que me daba flojera irme a estudiar al extranjero porque no sé si me darían las fuerzas (y claro: uno va y le habla de fuerzas a Sansón) y él, burlándose un poco, me dijo "pues ni que tuvieras 80 años". Pero lo que no supe explicarle (y bueno: pos también qué le importa al pobre) es que de pronto me agarran las estúpidas depresiones... así, todas cerebrales. Y no hay razón que mueva esa voluntad toda estupidizada e idiota... y que me agarran como que momentos raros en los que no movería ni un dedo ni aunque mi vida corriera peligro. Y que, para tomar la decisión de ir al psiquiatra para que me quite eso, necesito tener ánimos de hacerlo (y aquí, bueno: el defecto es de carácter, no de depresión... pero ese es otro asunto).
Porque mi carácter es medio inestable: mientras está emocionado con algo hace todo lo posible por lograrlo... pero pierde el ritmo (me ha de fallar el Cerebelo o la Amígdala o el área de Broca... áh!, ésa última por la dislexia... he aprendido mucho del iPod)... pierdo el ritmo y... bueno: la disciplina es un asunto de ritmo, de forzarse, de obligarse... sin necesidad de tener miedo. Es un hábito (que también está alojado en el Cerebelo, ipod dixit) y yo pierdo el ritmo, es decir, la disciplina, a la mitad... (de hecho no pasé el examen de la Escuela Superior de Música por el exámen de Ritmo: no aguantaba un número decente de compases antes de perderme... y era raro, porque yo tenía mejor "oído" que mi hermana (que estudió chelo en la superior): podía -y todavía un poquito puedo- sacar de puro oído cualquier melodía... un poco más me cuesta hacerlo con los acordes, aunque cuando tocaba música me era muy fácil... pero pierdo el ritmo muy pronto y ahí se jode la cosa.
Bueno: el ritmo no me funciona. Y si me descuido, me pasa lo que ahorita: son las cuatro de la mañana y yo me siento como si fueran las cuatro de la tarde (y no pasemos a otro tipo de temas que involucran el ritmo... en fin...).
Así pues, en aquella conversación debí decirle al Demiurgo que, más bien, lo que me falla es el ritmo, no la juerza...
El año pasado fue un gran año. Iba a escribir un post sobre eso, pero ando medio depre, y no se me ocurría qué ni cómo. Pasaron cosas espantosas: se murió mi Tío, viajé a Veracruz. Entre esa cosa espantosa ocurrió una muy rara: mi tío tenía dos mujeres y dos familias, y todos los sabían menos una de las dos familias. Y mi tío y mi familia y mi abuelita se paraban de cabeza para guardar tan "horripilante" secreto. Y lo peor es que mi familia más bien convivía con la familia "ilegal" que con la legal. Pero al velorio de mi tío fueron todos sus hijos, se conocieron, se abrazaron, y por lo menos entre algunos de ellos, hubo abrazos y empatía. Y les saqué una foto. Y pensé: chingao! tan fácil que era, y el tarado de mi tío tuvo que esperar a morirse... ¿de qué tamaño serían sus miedos?... en fin.
Y luego fue el taller de Filosofía Antigua... y no sé por qué siento como si ese fuera el evento más extraordinario del año. Se me hace que pasó hace mil años... pero no, apenas...
Y luego el cambiadero de asesor y mi manía intrínseca y carente de ritmo de complicar las cosas... y de meterme en camisa de once varas solita y gratuitamente... Pero... curiosamente, cambiarme de tema de tesis me hizo descubrir que no cambién de tema... o sea, me explico.
Yo andaba siempre preocupada por la naturaleza del yo y de la mente y del conocimiento y esas cosas porque soy una solipsista de porquería. Y me enamoré del San Augus, y por consiguiente del Plotis y los estoicos me cayeron muy simpáticos. Pero mi corazón siempre se creyó neoplatónico... y luego, ya en la maestría y gracias al Taller de Filosofía antigua; y a las clases de Araiza (que ni qué: no me cae demasiado bien, pero fue una buena clase, se lo reconozco), y de Edgar, y el MAGNÁNIMO seminario de De Caelo... me aristotelicé... y luego la clase aquella de Casati... ¡sí! El italiano de los Objetos de Spelke (¡¡¡oh objetos de Spelke!!!)... digamos: descubrí una vía para estudiar al yo, a la mente, al alma y a la consciencia: La filosofía de la mente aristotélica... pero no sólo la hecha por Aristóteles... sino la que hicieron, incluso los neoplatónicos y los neoestoiquitos (¿Agus y Boecio?) a partir de Aristóteles... y bueno: la intencionalidad, la percepción y, mejor dicho: la filosofía de la mente según los analíticos y los fenomenólogos. Y todo eso se conjugó en el siglo XIII, en Alberto Magno y Avicena... y en la negativa de Searle de estudiar a los medievales... y entonces descubrí por donde.
Pero me agarró en curva la depresión y perdí el ritmo. Y ahora voy contra el tiempo, tratando de evitar que aquél arranque fenomenal se desperdicie...
Mi latín aviceniano ha mejorado mucho. Con horror he descubierto que mi latín "albertiano" es muy rudimentario todavía y que el Alberto es mucho más complicado que el Tomás. Puedo leer, con ayuda de diccionario todavía, el Francés. Estoy comenzando a leer el Alemán (supongo que ayudó, en mis autodiaktich estudio del alemán, el entrenamiento con el griego y el latín). El griego ha ido empeorando, pero antes de que se me olvide, habrá que ponerlo de nuevo en ciculación...
Testamento
En otras cosas de este año, pues ocurrió que el Danilo se vino a vivir conmigo, y cocinó muchas crepas. Bolillo se extravió, y todavía lo recuerdo dolorosamente. Y, bueno: hasta ahora mis intentos de dejar de fumar han sido medio exitosos: dos recaídas, pero de la última ya pasaron 3 días...
Y... pues... un nuevo personaje apareció en el Blog: Tiresias, cuyo papel fue informarme que por lo menos uno de los destinatarios de este blog estaba advertido de él. Si no el más extraordinario, si fue el más rarísimo evento de todo el año. Pero como sea... dado que según la teoría estructural del relato (Véase Todorov), el lector es parte estructural de él (¿era así?), aquí van mis buenos deseos para todos lo que han estado este año conmigo:
1.- Para Tzitzi, Livi, Bandala, Bazán, y en general para la banda bloguera del Montonal, grandes abrazos. Salvo Bandala, quién tituládose ha ya, a los demás les deseo felices y prontos exámenes (y que lo disfruten, sobretodo).
2.- Para mis lectores que de un modo u otro han sido transfigurados en personajes de este blog (sin ser idénticos, aclaro), muchos besos (muy decentes, eso sí) y abrazos, y mucho amor, porque mucho me han dado y mucho espero poder regresarles en algún momento.
3.- Para mi amá, nueva lectora de este bló, más y más besos y abrazos infinitos, porque mi amor por ella se me chorrea.
4.- Para el danilo, gracias por la paciencia, porque...verán señores: él también es lector asiduo de este blog, su primer crítico literario, y su víctima más frecuente.
5.- Para Miriam que anda por las Francias, porque es ruda y buena para las discusiones, y de esas discusiones he aprendido muchísimo.
7.- Para Izaskún y Astorga porque durante una muy importante época de este blog sostuvieron a su autora, y porque son hermosos.
8.- Para Luc, porque es demasiado brillante y tierno y, aunque no le guste el mate, cebo uno a su salú.
9.- A la banda grieguística: Callejas, Elizabeth, Jannet y Zinnia, quienes son tan buenos para los Aoristos como para las parrandas... y a los restantes miembros del seminario que no parrandean, pero son buenos para la chorcha.
10.- Y para Paco, el Serch, y a mis amigos más mejores en el mundo no hay igual.
11.- Y para Ely... porque sin ella este año habría sido medio año nada más.
12.- Y para mis personajes, claro (que no son los mismos que sus inspiradores) al Demiurgo, a Valerio, al Album Lupum, al de los Zapatos Rosas, para que no diga que se le olvida, a Tiresias, a Zacarías (que tan poquito salió, caramba), y pues a ESPONJITA.
Ahí, pues, mi testamento.
5 comentarios:
Híjole, yo también pierdo el ritmo... Pensándolo bien, más bien nada me atrapa lo suficiente (ni siquiera las depresiones), lo cual es desconcertante, al verme rodeado de gente que se dedica a algo.
querida esponjita, ojalá que la emoción de tu i-pod touch siga vigente para junio. Feliz inicio de año y no estés depre, el año del tigre nos tendrá grandes sorpresas!
Hola:
Quiero decirte algunas cosas.
La primera es que no trates de dejar de fumar mientras estés haciendo la tesis. Acaba tu trabajo y después enfrenta ese otro problema. Entiendo que en este corto periodo ya "recaíste" un par de veces. Eso es bien desmoralizante. Además de una pérdida de tiempo.
Lo que te digo es por experiencia propia. Yo fumé casi 30 años. En ese intervalo dejé de fumar un par de veces, cuando aún no tenía 30 años. Fue relativamente fácil, pero la última vez ya fue mucho más duro (casi a los 50). Yo me plantee dejar de fumar al concluir mi última tesis, y lo logré, pero no solapé ambos objetivos, hubiese sido distractivo.
Sin embargo mientras hacía la tesis hice algo por motivos ideológicos que resulta que me ayudó. Al igual que tú soy ateo y comunista. Me harté de darle mi dinero a las tabacaleras gringas y británicas y empecé a comprar cigarros "mexicanos", de los más fuertes y baratos (son lo máximo). "Tigres" y "Bohemios" fueron mis favoritos. Lo malo es que no son mexicanos, además donde vivo no se consiguen (compraba muchos paquetes cuando iba al DF), así que cambié a los cigarros cubanos. "Monterrey", "Popular" y "Romeo y Julieta". Un mes después de acabar la tesis dejé de fumar porque cometí el error de hacer pública mi intención de dejar de fumar al titularme; así que mi hija me hizo burla de que seguía fumando. Total, lo dejé. Los 3 primeros meses realmente se sufre. Ya luego se vuelve más leve. A poco más de tres años de haber dejado de fumar te aseguro que ya se me antoja muy poco. Más bien me da risa y alegría el poder dominar el antojo.
Déjame decirte que, hablando con una psicóloga amiga y que se ha especializado en el tratamiento de las adicciones, caí en la cuenta de que lo de cambiar de marcas es una de las estrategias que ellos usan para que uno abandone la adicción. Pienso además que fue fundamental rematar con los cigarros cubanos, ya que ellos NO agregan otras sustancias adictivas. A fin de cuentas, sin querer, me ayudé con antelación.
Supongo que el consejo anterior puede haberte gustado, ya que te di pretexto para seguirle, lo que sigue no.
Me parece que deberías "castigar" a tu iPod.
Tratar de dejar de fumar y hacer todas las ociosidades que haces con ti iPod son formas seguras de "perder el ritmo".
Sinceramente creo que no deberías usarlo hasta que no acabes la tesis, hasta te puede ayudar para dejar de fumar.
La verdad es que me caes muy bien por distraída. Y me gusta mucho como escribes aunque en ocasiones me sea incomprensible.
Saludos, y que tengas un año excelente.
RRS
Tú sí que eres hermosa, Esponjita buena. Me emocionó verme aquí (tontita que estoy en día de Reyes) y me sentí muy regalada así, escrita por ti y en compañía de Sergio.
También tú has contribuido a mantenerme.
Un beso (indecente).
Y todos los abrazos.
Izaskun
Ayyyy, siempre llego tarde a todo, pero bueno, ya conoces el dicho. Gracias por la mención y muchos saludos.
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