Erano i giorni di arco baleno... ¡ah no!, eran días de la facultad...
Todo fue culpa de Priani.
Al buen profesor se le ocurrió que nuestro seminario de Ficino tendría un blog. Y pues eso implicaba crear una especie de 'perfil' de blogger.
Pero...¿cómo llamarlo? Yo, paranóicamente, no quería poner mi nombre para jamás ser localizada por el FBI, la CIA, o la Gestapo.
Entonces busqué el nombre más ñoño que se me pudiera ocurrir y puse 'burbujita'... mi modo, ocupado. Luego 'pelusita'... igual. 'Bomboncito'... nada... 'esponjita'... tampoco. Pero ya urgía el perfil: pues con doble t. Y ¡nació esponjita!.
Y una mañana Priani llegó y nos saludó a Daniel y a mí de esta forma: "¡Esponja! y... ¿Esponjo? ¿o cómo se llama el marido de la Esponja?"
Aquello se me hizo gracioso y, cuando al fin abrí un blog (o séase: éste) me gustó el nombre y lo dejé como mi representante ante el mundo blogosférico, junto con la imagen de Emily Dickinson que Daniel acababa de encontrar en la web.
Sí... es una historia realmente poco interesante. Pero es a penas el día primero de la Esponja. Todo lo demás se lo debo a la etapa dorada, a la época de Oro de los blogs, de la cual todavía alcancé a participar.
Mi querida Alhambra: las otras preguntas ya las contesté en el post de abajo. La esponjis autobiográfica (¿ella? ¡qué raro!)
Todo fue culpa de Priani.
Al buen profesor se le ocurrió que nuestro seminario de Ficino tendría un blog. Y pues eso implicaba crear una especie de 'perfil' de blogger.
Pero...¿cómo llamarlo? Yo, paranóicamente, no quería poner mi nombre para jamás ser localizada por el FBI, la CIA, o la Gestapo.
Entonces busqué el nombre más ñoño que se me pudiera ocurrir y puse 'burbujita'... mi modo, ocupado. Luego 'pelusita'... igual. 'Bomboncito'... nada... 'esponjita'... tampoco. Pero ya urgía el perfil: pues con doble t. Y ¡nació esponjita!.
Y una mañana Priani llegó y nos saludó a Daniel y a mí de esta forma: "¡Esponja! y... ¿Esponjo? ¿o cómo se llama el marido de la Esponja?"
Aquello se me hizo gracioso y, cuando al fin abrí un blog (o séase: éste) me gustó el nombre y lo dejé como mi representante ante el mundo blogosférico, junto con la imagen de Emily Dickinson que Daniel acababa de encontrar en la web.
Sí... es una historia realmente poco interesante. Pero es a penas el día primero de la Esponja. Todo lo demás se lo debo a la etapa dorada, a la época de Oro de los blogs, de la cual todavía alcancé a participar.
Mi querida Alhambra: las otras preguntas ya las contesté en el post de abajo. La esponjis autobiográfica (¿ella? ¡qué raro!)
3 comentarios:
Siempre he sospechado que nuestro buen maestro Priani trabaja para blogger y le dan una comisión por cada blog que creen sus alumnos.
jaja, ta chistoso lo de “¿Esponjo?”.
oye, ¿y las entradas antiguas; no tienes archivo? ¿y uno que apenas llega, cómo nos ponemos al día con tu blog (no es que me guste el chisme, noooo)
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