Al final, te extrañaré endemoniadamente.
Tú te atreverás, serás valiente y, quién sabe, quizás te manden por un tubo (quizás la chica es lesbiana, o quizás no. Preguntó prudentemente si la maestra que da clase antes es algo de ti. Quizás por legítimo interés. Quizás se pregunte si no era mero interés en la poesía. Ahora me pregunto si ese día que se fue la luz en la librería, mientras yo buscaba un libro de Henrik Heine, tu encontraste contento el libro de Efrén Hernández porque pensabas en los poemas que escribirías en su muro. Y contento los compartiste en la mesa con mi mamá y conmigo. Y quizás si yo me hubiera conmovido hasta las lágrimas por esa bella poesía, ahora estarías aquí, dormido en mi cama roncando apaciblemente, y yo estaría abrazada a tu espalda. O quizás no. Porque no sé de dónde te salió quién sabe qué impotencia -de la cuál, en parte y aunque no lo digas, me haces culpable- y dijiste contento ¡es el primer libro que me compro hace mucho tiempo! -lo que me recuerda que Miguel celebró el día que Clarita le regaló un libro, como si nadie antes le hubiera nunca regalado un libro. Y yo lo había hecho. Pero cuando los libros se vuelven tan relevantes y obnubilan la memoria, yo debería aprender a retirarme en silencio: se han llevado a mi hombre.
No eres débil. Eres cobarde, que es otra muy distinta cosa. Pero tampoco es tan malo.
Debí sospechar el que de pronto te volviera a gustar tanto la poesía.
No me quiero ver como la señorita X, durante tantos años recibiendo las migajas de tu cariño (que luego se vuelven crueles cuando sientes el poder de ser amado). Quizás deba aceptar, al final, que no era feliz, que no eras feliz, que no éramos felices. Quizás lejos de mi casa, y del viejo colchón que compramos juntos, vuelvas a la vida. Y vayas y le digas que la amas, y luego se escondan de mi durante un tiempo hasta que finalmente veas que no me desbarato en lágrimas porque ya eres de otra.
¡Momento! la X es una letra fundamental en tu vida. Mi tonta P no servirá para que me ames jamás. Es una chica rica, quizás sus papás si les compren un departamento para que vivan juntos, para que se quieran y se amen hasta la desesperación. Ámense pues.
Me gustaría pensar en que me vas a extrañar endemoniadamente. Que te arrepentirás de haberme dejado ir por confundir un enamoramiento con tu libertad. O tu libertad con un enamoramiento. O... bueno... me gustaría pensar todo eso ahora que me duele tantísimo tu ausencia (y que tengo que hacer de tripas corazón para aceptar que te enamoraste de una chamaca fea)
la esponja saliendo del hoyo
Tú te atreverás, serás valiente y, quién sabe, quizás te manden por un tubo (quizás la chica es lesbiana, o quizás no. Preguntó prudentemente si la maestra que da clase antes es algo de ti. Quizás por legítimo interés. Quizás se pregunte si no era mero interés en la poesía. Ahora me pregunto si ese día que se fue la luz en la librería, mientras yo buscaba un libro de Henrik Heine, tu encontraste contento el libro de Efrén Hernández porque pensabas en los poemas que escribirías en su muro. Y contento los compartiste en la mesa con mi mamá y conmigo. Y quizás si yo me hubiera conmovido hasta las lágrimas por esa bella poesía, ahora estarías aquí, dormido en mi cama roncando apaciblemente, y yo estaría abrazada a tu espalda. O quizás no. Porque no sé de dónde te salió quién sabe qué impotencia -de la cuál, en parte y aunque no lo digas, me haces culpable- y dijiste contento ¡es el primer libro que me compro hace mucho tiempo! -lo que me recuerda que Miguel celebró el día que Clarita le regaló un libro, como si nadie antes le hubiera nunca regalado un libro. Y yo lo había hecho. Pero cuando los libros se vuelven tan relevantes y obnubilan la memoria, yo debería aprender a retirarme en silencio: se han llevado a mi hombre.
No eres débil. Eres cobarde, que es otra muy distinta cosa. Pero tampoco es tan malo.
Debí sospechar el que de pronto te volviera a gustar tanto la poesía.
No me quiero ver como la señorita X, durante tantos años recibiendo las migajas de tu cariño (que luego se vuelven crueles cuando sientes el poder de ser amado). Quizás deba aceptar, al final, que no era feliz, que no eras feliz, que no éramos felices. Quizás lejos de mi casa, y del viejo colchón que compramos juntos, vuelvas a la vida. Y vayas y le digas que la amas, y luego se escondan de mi durante un tiempo hasta que finalmente veas que no me desbarato en lágrimas porque ya eres de otra.
¡Momento! la X es una letra fundamental en tu vida. Mi tonta P no servirá para que me ames jamás. Es una chica rica, quizás sus papás si les compren un departamento para que vivan juntos, para que se quieran y se amen hasta la desesperación. Ámense pues.
Me gustaría pensar en que me vas a extrañar endemoniadamente. Que te arrepentirás de haberme dejado ir por confundir un enamoramiento con tu libertad. O tu libertad con un enamoramiento. O... bueno... me gustaría pensar todo eso ahora que me duele tantísimo tu ausencia (y que tengo que hacer de tripas corazón para aceptar que te enamoraste de una chamaca fea)
la esponja saliendo del hoyo
3 comentarios:
Tantas cosas que no había notado, incógnitas, que sin embargo no se despejan cambiando de lado las cosas...
X es hoy de encrucijada, de no saber, de, potencialmente nada, y hasta menos :-(
MU
¿MU?
Disculpen que interrumpa.... Pero creo que alguien me ha llamado por aqui...
No si sentirme halagado u ofendido, solo por decir.
Tiene razón señorita esponjita, pareciera como si los sentimientos nos quitaran y nos devolvieran por momentos, cosas, gustos, pasiones, "Ys" cosas (x ya está muy mencionado en el post de hoy).
Yo en severas ocasiones he pasado por lo mi mismo. Usted que tanto me conoce, el caso de los libros quizas no sea el mejor ejemplo que podría dar de mi.
Claro los dos fueron regalos, uno de mi entonces novia y el otro por mi entoces amiga. Por conveniencia y espacio no entraré en mas detalles.
Mas en el punto, yo dejé de escribir en cuanto pasó lo que pasó. Pero años después pasando el dia de la constitución, esa afición regresó y continua con un segundo libro para el año que viene.
Saludos de tu viejo eje Z en sentido frontal-posterior a tu eje Y.
MS3
Publicar un comentario