17 diciembre 2011

ojo



[Aquí iba un cuento, cuyos personajes eran un montón de pares de ojos. Estaba la descripción de unos ojos medio verdosos y otros medio cafés.
Los otros personajes eran unos ojos decidida y esmeraldinamente verdes y otros color absolutamente chocolate. Y ese par de pares intercambiaban impresiones sobre los íntimos secretos que los dueños de aquellas altísimas ventanas eran incapaces de esconder... secretos inútiles, de todas maners, porque no revelan nada sobre el pasado ni el futuro, y sólo daban imágenes a las fantasías que componían y dividían ad libitum]

Ahí iba un cuento, pero tengo que contar otro, sobre cómo los colores entran por las ventanas del alma, no de cómo las ventanas se vuelven rendijas para espiar la ajena...


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