07 abril 2012

Hálito


Signo: Géminis
Elemento: aire
Planeta: Mercurio


Eres tú como el viento, rápido y exquisito. 
Cabes todo en el centro de aquella caracola, 
y susurras –fingiendo el romper de la ola–, 
mil promesas de sal y de abismo infinito. 

Porque es potestad tuya el tornarte sutil,
y abrazar desde aquí la superficie del astro.
Te imprimen los luceros de sus luces, el rastro,
y regresas hasta aquí transfigurado añil.

Y, sin irte de allá, vuelves cual gentil brisa, 
para que entonces yo, con palabras de color   
me robe tus luceros provocándote risa,

y transformado tú en remolinos de rubor
 libras de la cinta mi cabellera insumisa
dejando entre mis rizos, de tu lucero, el candor.





PD: este fue mi primer intento de soneto. Agradezco la amplia ayuda que me brindaron Stormentas y mi mamá (sonetista) para este primer intento. También a los destripes, especialmente a la primera que rauda vino en mi ayuda: @maríadelaos. 
El reto era hacer un soneto en alejandrinos y lograr comunicar una imagen... bueno, es el primero, así que destripen a gusto, para que esta esponjita aprenda.  

1 comentario:

Pedro Miguel dijo...

Va:

La ortodoxia sonetera dicta que las rimas de los dos cuartetos son ABBA ABBA; no me parece infracción grave sustituir ese canon por ABBA CDDC.

En nuestro idioma la aritmética de los versos agudos ha de tener una sílaba menos porque el español es una lengua naturalmente grave y el oído agrega una sílaba a las palabras agudas y resta una a las esdrújulas. Es lo que se llama la “vocal paragógica”. Así,

La última palabra del verso determina el carácter del verso: verso agudo, verso llano, o verso esdrújulo. Es el llamado ACENTO ESTRÓFICO.
# Un verso agudo termina con una palabra aguda (acentuada en la última sílaba), y la última sílaba cuenta por dos:
a-ti-mi-so-lo-se-ñor (7+1)
# Un verso llano o grave termina con una palabra llana (acentuada en la penúltima sílaba), y en este caso no se altera el número de sílabas:
el-pa-pel-vi-se-me-jan-te (8)
# Un verso esdrújulo termina con una palabra esdrújula (acentuada en la antepenúltima sílaba), y se reduce en uno el número de sílabas.
A-mor-tus-fuer-zas-rí-gi-das (9-1)

El dodecasílabo alejandrino francés no difiere en nada de su homónimo tetradecasílabo castellano, su aparente diferencia silábica (12 versos-14 versos) se debe a la diferencia en el conteo métrico entre ambos idiomas; el dodecasílabo francés, catalán y provenzal es absolutamente equivalente al tetradecasílabo castellano e italiano. Consta de dos hemistiquios isométricos de 7 sílabas (6 según el conteo francés) con cesura o pausa central que impide la realización de sinalefas entre ambos hemistiquios.

Un ejemplo de la diferencia de recuento silábico castellano-francés, sobre un verso de Antonio Machado:

Mien-tras- le- sa-lea-fue-ra // la- luz- del- co-ra-zón 7 // 6+1, recuento castellano e italiano.

Mien-tras- le- sa-lea-fuera // la- luz- del- co-ra-zón 6 // 6, recuento francés, catalán y provenzal.


Pero en varios momentos de tu soneto haces un conteo silábico meramente aritmético, sin tomar en cuenta los acentos. Por eso falla la estructura de los versos 6, 8, 10, 12 y 14 (todos los agudos).

El error métrico deriva, en los versos 8 y13, en un problema prosódico: en rigor, el tetradecasílabo no existe en español, por cuanto no hay una prosodia particular que estructure 14 sílabas; ese metro es una simple adición de dos heptasílabos sucesivos separados por una clara cesura; pero como todo heptasílabo ha de llevar un acento prosódico en la sexta sílaba, lo que no se cumple en el primer hemistiquio, todo el verso 13 queda descuadernado.

Más, en:

http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/J9FJ2YQ41N279YE94DKTMK42685H8N.pdf

http://www.editorialalaire.com/viewtopic.php?t=12875


Dos sonetos alejandrinos que me parecen canónicos son la traducción de Paz al Sonnet en ix de Mallarmé (http://zoevaldes.net/2010/09/20/el-soneto-en-ix-stephane-mallarme-traducciones-de-octavio-paz-y-jorge-camacho/ ) y éste de Alberti:

Sobre tu nave -un plinto verde de algas marinas,
de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar-.
capitán de los vientos y de las golondrinas,
fuiste condecorado por un golpe de mar.

Por ti los litorales de frentes serpentinas,
desenrollan al paso de tu arado un cantar:
- Marinero, hombre libre, que las mares declinas,
dinos los radiogramas de tu estrella Polar.

Buen marinero, hijo de los llantos del norte,
limón de mediodía, bandera de la corte
espumosa del agua, cazador de sirenas;

todos los litorales amarrados, del mundo,
pedimos que nos lleves en el surco profundo
de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas.

(Marinero en tierra)