Muy, muy cansada

Verán, es que tengo muchas cosas qué escribir. De muchas cosas. De muchas ganas... pero no sale nada coherente. Por eso el blog sigue de vacaciones. 

Quiero escribir de la tesis, de mis dos mejores amigos en el mundo con quienes cené el sábado; de Chupacabras, de quién no he escrito nada; de mi amor, que por ser potencial puede alegremente ser compartido. Del trabajo y el mini ataque de soberbia por el cual casi me corren, pero que me dio una gran lección... no de humildad, sino de prudencia. Porque mis compañeros de trabajo son la neta. Quiero escribir de muchas cosas. De que hoy no dormiré adelantando el trabajo para poder terminar el capítulo de Aristóteles y que quede perfectamente engarzado (he ahí la dificultad que estoy venciendo) con Nemesio, Avicena, Averroes y, obvio, Alberto. Al desmenuzar el asunto del sensus communis en Aristóteles, Marmodoro da muchas posibles soluciones. Para mi gusto podríamos decir que unas las toma Avicena y otras Averroes. Que eso muestra qué vino a solucionar la TSI introducida por Nemesio, y conecta maravillosamente con la exquisita obra que hace Alberto al separar los sensibilia communia de facere (movimiento y reposo) de los de esse (magnitud, figura y número). Lo que hace Alberto es exquisito, y gracias a Marmodoro al fin sé cómo explicar cómo Alberto se echa la tarea de interpretar a Aristóteles... 

Bueno, el blog sigue de vacaciones. Tengo que sacar el trabajo de mañana para poder tener tiempo de hacer todas las notas al articulín de Marmodoro, agarrar valor para pedirle el paper publicado (porque estoy trabajando sobre el draft) y luego ir al seminario de los grieguitos. 

Me estoy tomando mi café que vino a hacerme mi propia autoestima que hoy, toda imprudente, casi hace que arda Troya. Y qué, aunque está apenada con sus amigos y compañeros de trabajo, no está arrepentida. Never... 

Los veo pronto...

Esta es mi amada sudadera de la KNVB que creí perdida.
Ayer mi mamá la encontró en su casa y me la trajo.
Y ese es el gordote de Qualia.