19 noviembre 2007

gracias

FICCIONES FÍCTICAS
Lo ví lavándose los dientes. Luego fue a la cocina y lavó algunos platos. Hizo café, lo sirvió y me platicó algunas cosas del trabajo. Yo con lo ojos de lagañas le decía que sí y que no. Le ayudé a encontrar las llaves y la cartera y lo despedí con un beso en la frente.


Ya en la tarde, pasé por la tienda de música y vi un par de laudes. Y pensé ¿y si fueras tú el que se lava los dientes todas las mañanas, el que me prepara café, el que lava los trastes? Seguramente no irías al trabajo, sino bajarías al taller. Pasarías allí toda la mañana trabajando. En lugar de hablarme de un antiguo autor francés que descubriste en internet y al cual palograféas, me contaría de los planos de la mandolina esa rara descubierta en la Biblioteca Nacional. En vez de que nos viéramos en la cafetería de la universidad, probablemente te llevaría de comer al tallercito. No iría a presentaciones de libros, sino a conciertos. Pero, básicamente, todo sería igual: te miraría partir igual de enamorada, los gatos te ronronearían de la misma manera, despertaría igual de agradecida con la vida. Y a todo esto, me pregunto, si el sol caería de la misma manera detrás de los cerros si no lo hubiera conocido a él, amor de mi vida.


NOTICIAS IMPORTANTES.

Además de que la chupacabras está bien y ha superado la operación, he de contarles que tengo un nuevo gato, muy insoportable que bautizamos TDA con H. Bueno, en realidad se llama "Entrópico Pulparindo Schopenhauer" y Daniel y yo lo queremos mucho. Mi anciana gata chupacabras le tiene un poco de miedo, pero ya le mete uno que otro cate. Anoche se lamieron mutuamente, aunque para que el asunto funcione, uno debe estar despierto y el otro dormido. Esperemos que se lleven bien pronto, si no "bolillito" (como le decimos de cariño) tendrá que mudarse con Fru Fru Fru.


GRACIAS:
A todos los que me comentan. Ya les contesté puntualmente. Besos y abrazos muchos:


la esponja.

8 comentarios:

Itzel dijo...

Con toda sinceridad le digo que me da gusto leer su felicidad, no sólo por la alegría de que esté usted enmorada, de que se aliviara la Chupacabras y de que tenga un nuevo miembro en la familia, sino porque todos esos sentimientos los ha descrito maravillosamente. Gracias...

Eje Z del Gizmo dijo...

La letra canta mientras el laud toca...

Has visitado Efeso?

Leo Ávila dijo...

¡Ajá!
¿En donde usté vive, esponja sabia, se ven los cerros que ocultan al sol cuando, avergonzado y triste, se va a esconder tras ellos después de caer?

Esponjita dijo...

respuesta parcial al enigmático doctor Fell: No, sólo conozco a Heráclito que es de ahí... y por lo del Laud que toca (¿no es acaso tocado?) suena todo muy misterioso... de señales de vida.
Por cierto ¿ha sabido algo del guitarrista aquél? Me gustaría conocerlo.

alitter dijo...

Qué ñoña sos.
No sé si rezar porque chupacabras acepte a Pulparindo o hacer conjuros para que no pase...

Lienzo dijo...

ohhhh como me gustan los gatos!
Me gusta mucho leer tambien de su felicidad (me recuerda momentos de mi vida) (me hace querer buscar de nuevo esos momentos) me da nostalgia.
besos esponjis!

Darío Zetune dijo...

me gustan los gatos también.

Anónimo dijo...

¡Chupacabras! Soy superfan, también de TDA. Verás que se terminan adorando, los gatos son tan maravillosos que hasta entre ellos mismos ceden, no se resisten los unos a los otros, por más que se hagan los dignos. ¿A quién me recuerdan...?