La Esponja pasa por épocas agridulces.
Tiene beca: se compró el diccionario de Silvia Magnavacca.
Se compró un libro de Borges: Otras inquicisiones.
También se compró, el más barato de todos, uno de George Simmel... muy simpático, muy heideggeriano.
Luego se comió un helado.
Luego compró una vela para San Juditas y fue a la Iglesia de san Hipólito (la Esponja no es católica, pero es muy idolátrica, porque su abuelita le enseñó a creer en san Juditas y en el Hermano Lázaro, y en que dios es Macho y Hembra, y que es Bien y Mal y que es Dos y no uno -señor Ome, señora Ome... y la Esponja es muy obediente con su abuelita).
Ahí en la Iglesia, el padre nos bendijo (siempre me he preguntado si el agua bendita es potable. He llegado a creer que la infección que mató a mi abuelita tuvo que ver con su ingesta de agua bendita de la Iglesia de San Hipólito).
Y luego el padre nos conminó a comprar bonitos decenarios de estambre que él mismo había diseñado. Y nos explicó que tenían su crucesita porque con ella nos hemos de defender del Diablo.
-Por que el diablo está en todas partes. Si usted ve a alguien que se amarga -sigue el curita- que se pone iracudo, es porque ahí está actuando Satanás. Y ustedes tienen que ir protegidos a luchar contra él.
En un 24 de octubre de 2008 se dieron estas declaraciones. Que no me venga cierto nuevo doctor en Letras a decir que el cristianismo NO ES GNÓSTICO EN LA MERA MÉDULA DE LOS HUESOS.
Pero les decía: salió el padre y nos dijo que Antonio María Claret (san Hipólito es una iglesia claretiana, pero ahí a nadie le importa ni Claret ni san Hipólito) era tan santo como san Juditas, y nos pidió hacernos amiguitos de él (así, en diminutivo. Y yo me sentí pequeñita y divertida).
Y también me sentí muy romana yendo a un centro de culto pagano, con un sacerdote pagano o que por lo menos juega con nuestro paganismo para llevar almas puras a su Santa Madre Iglesia, simpre tan condecendiente y permisiva con nosotros, esperando durante dos mil años a convertirnos.
Y toda aquella aventura porque quería que san Juditas me diera claridad, y concentración y fuerza de voluntad y me quitara miedos, y evitara que cometiera toterías como las que acostumbro cometer... y etc, etc...
Y luego llegué a mi casa, puse el radio y oí ra ra ráfagas de pensamiento con ya saben quién, y recordé que a) no me he comprado los converse rosas que iba a comprar con la beca. b) necesito pedir muuuucha claridad a san juditas para que no me vuelva a pasar lo mismo.
Y luego leí a Borges, aquello de que el problema de los universales es el único problema que vale la pena en la Edad Media (y la neta, creo que de toda la historia de la filosofía. No en balde Quine comienza burlándose de los filósofos de las matemáticas y les dice: "señores, nada nuevo hay bajo el Sol: Russell y Frege son realistas, y yo, por supuesto, un conceptualista de la extraña raza de los pragmatistas". No extraña tampoco que Borges diga los hombres nacemos Platónicos o Aristotélicos y ponga a William James del lado nominalista. ¡Santo cielo! soy, además de escéptica y nihilista ¡aristotélica y pragmatisa! Pero, necia, ahí voy sobre Plotino y Kant y compañía...)
Y entonces recordé a Alejandro Magno, no, a ver... perdón, a san Alberto Magno y al Dr. Alejandro T. Y recordé la clase del miércoles... y entonces se me quitó la culpa por las cosas que le dije a Zapatos Rosas (cosas horribles: no me extraña que ahora no me conteste el post... ni que el lunes se niegue a contestarme el saludo).
Pensé en que debo ya arrancárlo de mi corazón, en que debo recordar la mirada de Alejandro Magno mientras yo, desesperada y agustina, defendía al individuo frente a la aplastante realidad de la Ciencia Universal... y he de recordad que por segunda vez me mandó a leer a Boecio... otro romanito igual que Agustín. Sí. Creo que reconozco la calaña a la que pertenezco.
Y luego tuve un sueño muy mafufo. Lo más rescatable fue que tenía una mascota rara: una gallina que, en vez de plumas, tenía piel de armadillo.
También iba a la playa. Y cierto director de tesis que tengo me llamaba por teléfono para reclamarme que por qué andaba en la Playa y no en el seminario de De Caelo (creo que me doy mucha importancia en mis sueños), y yo le explicaba que tenía que rescatar a mi gato Bolillo de la famosa secuetradora de gatos, y a mi gallina con piel de armadillo.
Luego me levanté, ya muy tarde... y decidí volverme a dormir porque Bolillo (famoso gato de la Esponja) se arremolinó en mi espalda, y Chupacabras (famosa gata de la Esponja) se acostó sobre mis piernas. Y de pronto comprendí que he logrado vivir sola estos primeros tres años porque tengo gatos.
La muy melancólica esponjitta.
6 comentarios:
Mmm... creo que me lo que me había hecho falta era ir a hacerle una visita social a san Juditas.
Abrazotes, no sabía que ya era Esponja independentista apoyada por sus lugartenientes felinos.
sipi, as{i es querida bandala
Chava:
No es falta de voluntá de venir a su espacio. Es que usté me rebasa: no sólo por lo que pone sino cómo escribe. Hace tiempo que perdí esa capacidad expresiva. Pero juro por las divinidades cristianas y paganas, que he de volver a tomar mi Quijote, mi Borges, mi Dantes y otros que no he leído por entregarme a la perdición de la vida burocrática y a recomponer ese rompecabezas que soy desde que...
...
Yo sigo sin entender cómo pudiste enamorarte del embarazado ese de los tenis rosas. A ver, sí, a mi me pasó lo mismo, pero yo tengo justificación: P. es guapo, el embarazado no, P. tiene unos hermosos ojos azules, el embarazado no, P, es delgado y altote, el embarazado no, P tenía unos zapatotes que yo le llamaba "sus propulsores" porque tenían unas llamitas estampadas en la punta de sus cacles, el embarazado no, P es poeta, rollea con estilo y tiene derecho a ser disperso y juguetear con las ideas que llegan de sus caóticas lectura, el embarazado es sólo un pedante que a veces tiene peinado de príncipe feliz, P. no tiene papada, el embarazado la tiene triple, etc.
...
mmm, por qué chingados seguimos mirando pal lado onde tan ellos, esos méndigos que no les importamos, que viven su vida sin tomar en cuenta que por ahí alguien sigue queriendo decir "ey, mira, no toy muerto, por qué no platicamos y nos queremos?".
Así las cosas.
Yo a veces pienso que el cristianismo no es gnosticismo, a veces pienso que sí. A veces pienso que los padrecitos no son cristianos porque dejaron de pensar en la carnalidad de la redención, etc.
No me corretee en el bló del Garcín. Aunque ahora mesmo toy escribiendo desde su depa, y dormiré en la cama de Llovet, mientras Llov está con sus apás y torturándose el pobre con la tarea que le dejó la siempre apocalíptica y robótica M. Ezcurdia.
Besitos. Tenemos que ir a tomar el té chai y contarnos harto chisme.
Besos de uno que comparte la saudade por muchas cosas, incluyendo la nostalgia por aquel que ya no está conmigo y que tanto psicoanálisis no logra curar del todo.
Sergio.
Yo tengo ganas de mirarla y abrazarla... tanto la admiro... y es que hoy un intenso fuego -que despertó dentro de mí esta mañana- amenaza con no salir, si no le digo a usted que sería bueno mirarla: de lejos por lo menos... Mirarla que no hablarle: no la vaya yo a quemar, aburrir o divertir.
Saludos
Me gusta tu blog.
Desde aquella discusión sobre una pregunta que te hacías, "¿a dónde va el pasado?", o hecha por el personaje de una tira cómica, ya no subestimo a la filosofía y creo que entiendo mejor sobre qué trata.
A veces me dan ganas de comentar algo acerca de lo escrito...
Yo vivo sola porque nunca aprendí a vivir en compañía. Escribo porque no pude tocar el violín. No enciendo velas ni a los santos ni a los muertos, porque para mí ello no sólo implicaría suspender la incredulidad, sino aporrearla. Dichosa usted que es filósofa, idolátrica y amiga por vocación.
No puedo ser melancólica en otoño y menos con este viento helado y los muebles fríos de mi departamento. Será que hacia el fin del año gano edad y eso me alegra, es como si estuviese a punto de llegar al último capítulo de un libro árduo y obscuro, difícil pero igualmente digno de leer y sobre todo de ser terminado.
Y no se compre tenis rosas, mejor adquiera unos Gredos en promoción dé un festín a sus gatos o ahorre para cumplir sin culpas el sueño de la playa.
Saludos de una Itzel que cuando quiere platicar mejor escribe mucho.
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