Bolillo y la mala racha.

Dejé salir a los gatos demasiado temprano. Algún vecino dejó la puerta abierta. Chupacabras, al verse fuera de la casa pidió auxilio. Bolillo se espantó y corrió hacia el otro lado. Así comenzó la tragedia. Pienso en que es un gato necio, inteligente y que si salió es porque el departamento y el edificio le quedaban chicos. Tengo esperanza.

Pero resulta que los cartelitos que puse por todo el edificio causaron efecto... un poco equivocado pero efecto al fin. Mi colonia está atestada de gatos callejeros respetados por todos los Zacahuiztqueños. La fotocopia del cartelito es demasiado oscura. Así que cuando alguien ve al famoso gato Manchas (blanco con negro, mansito, buena onda) me habla por teléfono y yo bajo corriendo...

Así pasó anoche. Paco y yo llorábamos a Bolillo cuando alguien me habló: era la señora de la tienda. Creyó que Manchas era Bolillo y bajamos a ver que onda. Paco había ido a mi casa a lavar su ropa (su ahora minúsculo departamento no permite tal artefacto), y cuando bajamos a descubrir que no era Bolillo sino Manchas, dejamos la lavadora andando.

No les diré lo obvio: se derramó toda el agua. Dos y media cubetas recogimos con una toalla, jerga y trapeadores. Lo no obvio es que todo entró en el departamento de la vecina quien acababa de poner piso de madera, pero aún no ponía las molduras.

Maravillosa capilaridad: su piso moriría irreversiblemente (y yo pagaría sus excequias) si no conseguía quién lo levantara para mañana. Salió a marcar por teléfono y fumarse un cigarro, pero justo se cerró su puerta reparó en que no traía las llaves consigo...

ta, ta ta tan...

Le había comunicado mi mala suerte.

Despertamos a la vecina de abajo, quien se condolió por Bolillo, aunque admitió que sus felinos juegos no la dejaban dormir. Al final Paco abrió la puerta con una tarjeta de Starbuks, yo me quedé con las llaves de la vecina de abajo y tuve que despertarla para que mañana pudiera salir de su casa (ella y yo)...

Lo bueno fue:

No se mojó mi Ética Nicomaquea que estaba afortunadamente sobre un cd de plástico.

Los cables no estaban en el piso porque acababa de usar el microondas. Si no, chupacabras se habría electrocutado.

Celeste y Areli resultaron mujeres solas y trabajadoras buenaonda. O sea: gané dos extrañas amigas de mi raza. 

Aunque la ropa de Paco fue causante de la tragedia, Paco resolvió todo a mi favor y me salvó.

Quien se perdió fue Bolillo, el gato inteligente, necio e intrépido con ganas de vivir... y ya.

La esponja que agradece sus muestras de apoyo... y que los quiere mucho.