23 marzo 2009

Y la anécdota no podía faltar (o sobre la conclusión)

ACTUALIZACIÓN: EN AQUÉL TIEMPO NADIE ME LEÍA... PERO ESTE TEXTO ME GUSTÓ MUCHO AHORA QUE YA ACABÉ MI ABURRIDÍSIMA TESIS SOBRE SAN AGUSTÍN... ÉCHENLE UN OJO SI NO ESTÁN DEMASIADO CANSADOS... (EN LA MADRE: YA ME ESTOY RECICLANDO) PÍQUELE... AQUÍ



1.- Durante 15 años viví con el terror de decir el nombre de las tías en el orden equivocado. Es que para dos tías había un sólo tío. Todo simultáneo. También simultáneos los primos. Había siempre que callarse la boca ante el cartel de Paulina Rubio, no fuera ser que los primos preguntaran por qué ellos no se apellidaban Rubio. Nomás que nadie contaba con que los primos heredarían el enorme cerebro deductivo de papá (y de los Rubio en general) y dieran solitos con el issue.
Con los otros primos era mucho más fácil: los veíamos una vez cada caída de meteorito. Justamente para evitar cualquier contaminación de información infiltrada, una fuerza misteriosa los mantenía lejos de nosotros. De ellos sabíamos por lejanas pláticas. Su existencia era más bien mítica. Aun así, cuando venían, teníamos que estar pisándonos mutuamente los juanetes para no meter en la plática a los primos de acá, ni el terrorífico e inexplicable número de 16 orgullosos nietos de mi abuelita. Fueron muchos años de tal ambigüedad. Del número irracional de tías, del número excéntrico de primos, de los apellidos patas para arriba. Y por eso, en cuanto me desentendí de SLP me desentendí de todos.
Pero Ocurrió lo tan temido. Terror en los corazones de todos: nadie podía creer la escena aquella de las dos tías intercambiando palabras y pésames mutuos de viuda simultáneamente, los dos primogénitos y los dos benjamines de un mismo hombre abrazándose. Posando para la foto, haciendo planes, entendiéndose mutuamente como regalos dejados por el padre ido. Nadie podía comprenderlo. 
Y yo quería ir corriendo a platicarle a mi tío y a mi abuelita... a mi abue... ella que tanto defendió a mis primos de excéntrico apellido por honor de aquello que se sale del cuadro y de la sociedad, por el derecho de huérfano y del desposeído... sin dejar, simultáneamente de defender los intereses de su hijo. Pero pues ya no se pudo.
(Le saqué una foto a los seis hermanos... no podía dejarlo pasar... me sentí ligeramente resarcida por todos los dolores, años, pisotones y fuchis que recibí a causa de aquella historia)

La prima esponjita

PD: la carta que ven arriba es la versión egipcia (digo, salida de la loca cabeza de Crownly) del arcano penúltimo: el juicio. Y cuando sale quiere decir que las cosas están a punto de resolverse. Luego sigue la última: el universo. Para mis primos esto fue una especie de fin y principio de algo. Y por eso pongo esta carta, con la salvedad de que quizás la más correcta sea el mundo... en fin... mi tío leía también el tarot...

2 comentarios:

Moscuda dijo...

Supe de tu tío. Un abrazo desde aquí. Creo firmemente que hay gente que nace para ser en los labios del viento "árbol de muchos pájaros".

Lukas Rybensen dijo...

Interesante su familia, Esponjita. La mía tiene una historia muy parecida pero sin demasiado brillo, ni abrazos. Más bien odio, desprecio e ignorancia.

Un beso grande y muchísimas gracias por regalarme aquella hermosa anécdota del físico, su hija y Mafalda.