30 abril 2009

Basta de tapabocas


ACTUALIZACIÓN: PRIMERA COOPERACIÓN DECAMERONÍSTICA (O BUENO, NO SÉ SI FUE CON ESE FIN, PERO ESTE ES UN CUENTO DIGNO DE DECAMERÓN CHILANGO): LA PATRULLA Y LA SERIE DE CUENTOS DE MORELOS


Daniel me dijo conspiracionista.
Les ahorraré la pequeña discusión que tuvimos sobre las propiedades emergentes de un sistema y si cualquier excentricidad proviene de una voluntad deliberada o de errores simples (ni yo entendí). Simplemente les diré lo que me molesta de esta "contingencia".
(ah, nota: lo del Decamerón sigue en pie... vea el post de abajo si quiere ahorrarse mi paranóia... debo contestar, como sea, los mensajes de abajo).

a) El estúpido tapabocas no sirve para maldita la cosa. Ya hasta el secretario de salud lo dijo. Pero el gobierno de los metrobuses ha invertido un dineral en comprar millones y millones. Digamos, pues, que el tapabocas tiene la misma utilidad que la música incidental en una película: crea ambiente de urgencia.

b) Resulta que de los 159 muertos, sólo se ha confirmado que 8 murieron por la influenza "humana". Pero todavía estamos esperando para saber si los otros 151 murieron de una neumonía causada por esa influenza misteriosa o no. Lo primero que salta a la mente del periodista más simplón es obvio: ¿pues de qué se murieron los otros? ¿de otro bicho misterioso?... les explicaré cómo funciona el razonamiento:

(1) O los 159 son el número normal de muertos cada año a causa de la influenza "in-humana" (o sea, la estacional, es decir, la común y corriente); (2) o el número supera con creces las muertes anuales.
Si (1), entonces la tal influenza "humana" no representa un peligro epidemiológico, pues no ha incrementado ni el número de muertes, ni el número de contagios que se dan año con año. Si es así, entonces detener de golpe la economía de la Ciudad de México (y del país en menor medida) es una medida desproporcionada.
Si (2), entonces los 151 que no murieron de influenza "humana" deben estarse muriendo de otra cosa igual de peligrosa, o mejor dicho, más peligrosa, porque mata más gente que la influenza "humana" (yo diría que esa cosa más peligrosa se llama Sistema Nacional de Salud, pero dudo mucho que (2) sea la respuesta correcta).
Si alguien conoce las estadísticas anuales de fallecimientos por complicaciones de "influenza", ese debe ser la Secretaría de Salud. Pero no ha habido, en todos los mensajes nacionales, ninguna referencia al incremento de muertes respecto de años anteriores. Es decir: la alerta no estalló a causa de un nivel de contagio superior a años anteriores, ni a un nivel más alto de mortalidad. 
Para colmo, el bicho puercón sólo mata mexicanos.
Una buena teoría conspiracionista diría que fue diseñado por el partido republicano para acabar con los inmigrantes ilegales (y de paso con Camacho Solís... lástima, fallaron). 
Una buena teoría antigubernamentalista diría simplemente que en México la influenza porcina no ha matado más gente que en otras partes del mundo: simplemente la Secretaría de Salud ha estado manipulando la información de tal manera que parezca que aquí sí se muere la gente de una enfermedad que no mata a nadie en otras partes del mundo. 
Es decir: se está vacunando a la población con altas dosis de miedo. 

Un buen conspiracionista tendría presta la respuesta a la pregunta "bueno ¿y para qué nos quieren meter esa enorme cantidad de miedo, aderezada con inútiles tapabocas de tela lles?"
Un buen filósofo simplemente se daría cuenta de que la inmensa cantidad de inconsistencias en las acciones y discursos gubernamentales son indicio de que algo muy raro está pasando, aunque con humildad deba declarar que no tiene modo de dar con la Causa Final de todo este mikiki. 

En fin. El caso es que lo único bueno que va a salir de esto (y quién sabe: quizás sea lo más malo de todo... ya no sé, el conspiracionismo ha elevado mi escepticismo a niveles insospechados) es que ha quedado en evidencia la estúpida política de Ciencia y Tecnología: tenemos un chingo de científicos de alto nivel, con chorroscientos postdoctorados, pero los pobres no tienen dónde trabajar, ni nadie los contrata, ni tienen dónde hacer vacunas e investigación... y pues se van de aquí (si tienen suerte o si son muy buenos).

Mejor vayan al post de abajo y sigamos con los cuentos del Decamerón... que los cuentos de la Secretaría de Salud enturbian mi ya de por sí melancólico ánimo:

la esponjita des-tapa-bocada

4 comentarios:

Daniel G.G. dijo...

Bien! esa claridad argumental me habría gustado ayer, con menos víscera, y admitiendo que ante la imposibilidad de saber la causa, es poco filosófico y menos honesto suponer una, sobre todo si se la caracteriza como una causa "maligna".

Más confianza en el Bien y más caridad con tus gobernantes, por favor, jejej.

daniel rico dijo...

Escuche que la alarma mundial paso a nivel 5... bueno, no es para tanto, hasta que llegue a 10 falta un rato... ¿como dice?¿que la escala de alrma va de 1 a 6?. pero si ya estamos a 5 y yo aca afuera y sin barbijo!!!

Muy bueno tu sitio, para leer mientras dura el asunto yo recomiendo EL AÑO DE LA PESTE, de Defoe; o LA PESTE , de Camus, o el cuento LA MASCARA DE LA MUERTE ROJA, de Poe....

Esponjita dijo...

Danilo: la caridad para con los gobernantes ha caído de mí... me sonó a ely-caridad
Daniel rico: hay una película mexicana de los 79 (medio difícil de conseguir) que se llama "El año de la peste" inspirada en la novela de Defoe... y mejor ya ni me acuerdo... gracias por venir a este humilde bloguesito...

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Mejor seguimos con los renanentistas, querida Esponjita de contagiosa melancolía, porque lo de los gobernantes no tiene nombre. (Por esta comunidad autónoma dijeron que o había nadie venido de México cosa que me constaba falsa por conocimiento directo y ayer salen en la tele para decir que hay en el hospital una caso confirmado).
Tu bloguectio es excelente y tú la filosofía hecha materia (¿somos materia?).
Un beso sin tapabocas.