I
Y.-Tengo una crisis existencial idiota. No sé si irme con R.S. o con J.A.
C.- ¿Cómo?
D.- Es que no sabe de qué hacer la tesis
Y.- ¡Sí sé!...
C.- Pues entonces la crisis sí es idiota. Primero has el proyecto, y luego escoges al asesor
Y.- ¡Chale! ¡todo el mundo dice lo mismo!
D. y C.- ¡¡Pues sí!!
D.- Mira. Haces el proyecto y luego lo sueltas a ver quién lo cacha
C.- Bueno... pero ¿por qué te agarró la crisis existencial idiota?
Y.- Pues es que con J.A. tengo empatía. Eso es todo. Es un chingón. Pero también es un chingón R.S. Es más: me hace tales críticas que de ahí se me ocurren las mejores ideas. Pero con J.A. basta ponerse a hablar y las ideas salen a raudales... no, no... no se trata de cuál es mejor...
C.- ¿Y entonces? Si uno es tu asesor no importa porque el otro igual te va a leer... ya sea que uno te haga críticas o el otro, si eso es lo que te sirve, pues no importa con quién... has el proyecto y deja de quejarte. Si lo que quieres es que te hagan las cosas, pues ya te chingaste: de todos modos no te servirá ninguno. Serás una inútil
Y.- ¡Es que R.S. es maravilloso!. No me ha pasado nada mejor que entrar al Inst. Aquí la gente piensa, no es autocomplaciente... y la biblioteca es maravillosa... aunque por otro lado J.A. me presta su propia biblioteca.
D.- ¡No seas comodina! ¡has conseguido todos los libros que ellos no te han prestado ni facilitado!... si yo que estoy haciendo cosas rarísimas he podido... ¡no los necesitas de biblioteca!
Y.- Bueno... yo no quise decir eso... es que... es que...
C. y D.- ¡¡Deja de quejarte y ponte a trabajar!!
Y.- Vale pues... que el proyecto decida...
II
E.- ¡Hay que regalarle algo! ¡por su cumpleaños!
Y.- Fue hace más de una semana. Si lo que quieres es hacer migas con él, mejor lo invitamos a tomar un café
E.- ¡Mejor una cerveza!
Y.- ¡Nel! eso jamás lo aceptaría. Somos un par de solteronas con fama de ser presidentas de su club de admiradoras... nel...
E.- ¿Y eso qué? ¡Un café suena demasiado ñoño!
Y.- Y amistoso... es más: invitamos a C. a D. y a Z... y así todo es muy propio... ¡él es una persona que jamás perderá la propiedad!. Y además: no puedes esperar a hacer más migas con él que las de una buena relación de trabajo
E.- ¡Regalémosle algo entonces!
Y.- Entiende: no nos va a querer jamás. Ellos quieren a sus hijos, esposas, sobrinos, papás, hermanos. Para ellos nosotras somos puntos en el SNI, en todo caso buenas colegas... pero no más... a nosotras nos debe querer nuestro papá... y él, por más que lo quieras, no será jamás ni nuestro papá ni nuestro... ejém... no.
E.- ¡Ay pues qué payasa! ¡Entonces no le regalaremos nada!
Y.- ¡Pues no!... el problema que tú y yo tenemos es que lo único que queremos en la vida es ser queridas... en cambio ¿ves a ese par que está allá? (y Y. señala hacia C. y hacia D.): ellos son felices: les importa querer. Nosotras somos un par de infelices: nos importa ser queridas.
(varias horas después)
E.- ¡¡¡Y.!!! ¡Es horrible! ¡Estoy pensando en lo que dijiste! ¡lo único que queremos es ser queridas! ¡es horrible!
Y.- pues sí: muy poco epicureo y muy poco estoico: deseamos justo lo que no está bajo nuestro control. Pero ya te diste cuenta... bueno... ¿y eso de qué nos sirve?
Diagnóstico: la pobres de Y. y E. obtienen su definición por la categoría de relación, no la de sustancia. Las pobres se ven como partes de... no como un todo.
III
Y.- ... y ví como respiraba: también estaba nervioso
E.- ¡Te pasas! no haces otra cosa que verlo.
Y.- y... sí, sí... tú sabes que ese es mi maldito problema con él
E.- ¡Entonces sigues enamorada!
Y.- ¡Nel! ¡no! al contrario... el muy maldito se me subió al super yo de una manera enfermiza... ¿sabes lo que soñé el otro día? que yo era niña y me había escapado de mi casa. entonces mi mamá me perseguía en un carro... ¿y quién crees que iba manejando el carro?
E.- ¡¡¡¡Noooo!!!!
Y.- ¡Siii! fue horrible... es que tiene super poderes
E.- ¡Jajajajajaja! ¿cuáles según tú?
Y.- Pues mira: sabe mandar. Ni siquiera levanta la ceja. Nomás su pesada pesada presencia hace que todo mundo se le cuadre. Y él así, todo simpático, todo serio y la gente tiemble y tiemble tratando de darle gusto. Pero es su pura presencia.
E.- ¡Pues yo me le revelé! Me dí cuenta que así le hacía con mi papá. Cuando veía que era demasiado autoritario y ya me tenía toda chiquitita, yo decía "no".
Y.- ¡Vaya! aprendiste a darte a respetar...
E.- ¡Ay qué simpática!
Y.- ¡No! ¡En serio!.
E.- ¡Es que es un sádico!
Y.- ¡Tampoco exageres! El nomás, cuando ve que puede, pues ejerce su poder... y ya.
E.- Es que le da placer ver como me hago chiquita chiquita... y entonces, como si fuera una sombra oscura...
Y.- ¿Como el de Harry Potter?
E.- ¡Eso! Entre más miedo le tengo, crece más y más como si fuera una sombra
Y.- (chale, jajajaja, eso sí sonó perverso)
E.- ¡aish! alburera...
Y.- ¡¡No!! sigue, sigue...
E.- ... pues cuando le digo que no, como que se para y se detiene...
Y.- pues sí: no va más allá de lo que le permites... aunque debo admitir que es una persona verdaderamente difícil
E.- ¡¿Por qué no es simpático como J. M. o casi parternal como J. A...?! Hasta A. Lck., que es todo un señorón, es más sencillo y simpático.
Y.- Pues porque él es así: tímido. La gente, en general, le da miedo. Pero por el otro lado es un genio político. Sabe mandar. Pero le cuesta relacionarse con la gente.
E.- ¡Pues es muy sangrón!
Y.- No, no. No le puedes exigir que sea de carácter y trato fácil. Pero es una linda persona. Tiene su lado tierno. Y es sensible. Aunque no le puedes pedir que lo sea igual que los demás. No le puedes exigir que a todo te haga fiestas. No le puedes exigir. ¡Eso!.
E.- A lo mejor tienes razón... ¡pero no es franco!
Y.- Pero tampoco hipócrita. Es... es... ¡pues es muy él!
IV
D.- ¡no te vayas con él! ¡Tú no eres como E. que necesita que le digan que hacer!
Y.- ¿y eso qué?
D.- ¡Pues que te va a obligar a hacer cosas que no quieres
Y.- ¡Ja! ¿tú crees que alguien pueda hacer eso conmigo?
D.- ¡pues es que es muy autoritario! Cuando entra a la oficina su presencia lo llena todo
Y.- Supongo. Eso no pasa sólo en la oficina: pasa en el salón, en el aula... en todos lados. Tiene una maldita autoridad de la chingada.
D.- ¡Pues por eso! ¿no crees que va a conseguir que hagas lo que él quiere?
Y.- No creo... va contra mi naturaleza. Aunque yo quisiera dejarme guiar, pues... pues no me sale. No puedo... por es mi maldita vida ha sido tan complicada: tengo un instinto de insubordinación que incluso va contra mi integridad y lo más racional del mundo
D.- ¡¡Pero es que él...!!
Y.- No tengas miedo. ¿No te acuerdas que desde los diez años me fui de mi casa?
D.- Bueno... eso sí es cierto. Con tal de que no te digan qué hacer, eres capaz de tirarte de la ventana.
Y.- y tú lo sabes mejor que nadie...
V
C.- Pues cuando le dije que me iba a ir al extranjero dijo que no. Que lo pensara bien. Que es muy difícil. Que mejor me quedara.
D.- ¡Sí! a mí también me dijo que si me iba a quedar... ¡Cómo cree!
E.- A mí también me dijo que es muy difícil irse. Que es algo muy duro.
Y.- Pues él se fue. Deberíamos contestarle siempre así: "no queremos hacer lo que tu dices. Queremos hacer lo que tú haces"
C.- ¡Exacto! ¿con qué autoridad dice que no nos vayamos, si él es quién es, en parte porque se fue y fue alumno de R.Sb.?
Y.- Me está empezando a dar la mala espina de que tiene el síndrome Vasconcelos
D.- ¡A caray! ¿y cuál es ese?
Y.- Siente que es el único mexicano que piensa... ¡demonios! eso nos deja en una posición espantosa...
VI
J.A.- Él me dijo que es importante que yo esté aquí
Y. (para sus adentros).- Y yo creo lo mismo... ¡caray! R.S. es tan maravilloso que, entre todas las cosas que debo agradecerle y entre todas las maravillas que ha hecho, la mayor es que te haya traído para mí.
3 comentarios:
¿Qué onda Esponjita?!! Ojalá no transcribas nada de lo de hoy, aunque la verdad fueron pláticas muy santas, faltó que Danilo se sentara a la mesa para que hubiera "sangre". Sugerencia: se me ocurre una transcripción de Zabludowky(?) con Dalí o de Skeletor diciendo a sus achichincles: "¿pueden? o le llamo a mi abuelita"
no manches Chelo, no son transcripciones de conversaciones verdaderas. Digamos que algunas cosas se piensan, otras las pienso yo, y la mayoría yo las sobreinterpreto.
Habrá una o dos frases verdaderas, pero nomás.
Lo de Zabludowsky con Dalí lo transcribí hace algunos meses (cuando lo descubrí) y está en el blog.
Y lo de Skeletor, mejor lo linkéo.
Ya, chale... ni que yo fuera qué o qué... en fin.
Lo que sí es que, ¡cómo nos divertimos hoy! y qué gachos que se fueron antes de que pudiera regresar. Sólo paquito me esperó
Oye oye, no te pongas tan seria. Perdón pero no quise decir "que fueras qué o qué". Me parece interesante que "transcribas" y claro que supongo que sobreinterpretas, pero en este comentario a tu entrada no sobreinterpretes, por favor. En cuanto a lo de la reunión pues a quién se le ocurre salirse para ir a entregar libros a la biblioteca, se me hace que te saliste para hacer tu siguiente entrada del blog. Bueno, no lo tomes todo tan en serio.
Besos, y gracias por las felicitaciones que me tocan.
Publicar un comentario