25 junio 2009

Memorias de un coloquio sobre R.S.

I
Y.-Tengo una crisis existencial idiota. No sé si irme con R.S. o con J.A.
C.- ¿Cómo?
D.- Es que no sabe de qué hacer la tesis
Y.- ¡Sí sé!...
C.- Pues entonces la crisis sí es idiota. Primero has el proyecto, y luego escoges al asesor
Y.- ¡Chale! ¡todo el mundo dice lo mismo!
D. y C.- ¡¡Pues sí!!
D.- Mira. Haces el proyecto y luego lo sueltas a ver quién lo cacha
C.- Bueno... pero ¿por qué te agarró la crisis existencial idiota?
Y.- Pues es que con J.A. tengo empatía. Eso es todo. Es un chingón. Pero también es un chingón R.S. Es más: me hace tales críticas que de ahí se me ocurren las mejores ideas. Pero con J.A. basta ponerse a hablar y las ideas salen a raudales... no, no... no se trata de cuál es mejor...
C.- ¿Y entonces? Si uno es tu asesor no importa porque el otro igual te va a leer... ya sea que uno te haga críticas o el otro, si eso es lo que te sirve, pues no importa con quién... has el proyecto y deja de quejarte. Si lo que quieres es que te hagan las cosas, pues ya te chingaste: de todos modos no te servirá ninguno. Serás una inútil
Y.- ¡Es que R.S. es maravilloso!. No me ha pasado nada mejor que entrar al Inst. Aquí la gente piensa, no es autocomplaciente... y la biblioteca es maravillosa... aunque por otro lado J.A. me presta su propia biblioteca.
D.- ¡No seas comodina! ¡has conseguido todos los libros que ellos no te han prestado ni facilitado!... si yo que estoy haciendo cosas rarísimas he podido... ¡no los necesitas de biblioteca!
Y.- Bueno... yo no quise decir eso... es que... es que...
C. y D.- ¡¡Deja de quejarte y ponte a trabajar!!
Y.- Vale pues... que el proyecto decida...


II
E.- ¡Hay que regalarle algo! ¡por su cumpleaños!
Y.- Fue hace más de una semana. Si lo que quieres es hacer migas con él, mejor lo invitamos a tomar un café
E.- ¡Mejor una cerveza!
Y.- ¡Nel! eso jamás lo aceptaría. Somos un par de solteronas con fama de ser presidentas de su club de admiradoras... nel...
E.- ¿Y eso qué? ¡Un café suena demasiado ñoño!
Y.- Y amistoso... es más: invitamos a C. a D. y a Z... y así todo es muy propio... ¡él es una persona que jamás perderá la propiedad!. Y además: no puedes esperar a hacer más migas con él que las de una buena relación de trabajo
E.- ¡Regalémosle algo entonces!
Y.- Entiende: no nos va a querer jamás. Ellos quieren a sus hijos, esposas, sobrinos, papás, hermanos. Para ellos nosotras somos puntos en el SNI, en todo caso buenas colegas... pero no más... a nosotras nos debe querer nuestro papá... y él, por más que lo quieras, no será jamás ni nuestro papá ni nuestro... ejém... no.
E.- ¡Ay pues qué payasa! ¡Entonces no le regalaremos nada!
Y.- ¡Pues no!... el problema que tú y yo tenemos es que lo único que queremos en la vida es ser queridas... en cambio ¿ves a ese par que está allá? (y Y. señala hacia C. y hacia D.): ellos son felices: les importa querer. Nosotras somos un par de infelices: nos importa ser queridas.

(varias horas después)

E.- ¡¡¡Y.!!! ¡Es horrible! ¡Estoy pensando en lo que dijiste! ¡lo único que queremos es ser queridas! ¡es horrible!
Y.- pues sí: muy poco epicureo y muy poco estoico: deseamos justo lo que no está bajo nuestro control. Pero ya te diste cuenta... bueno... ¿y eso de qué nos sirve?

Diagnóstico: la pobres de Y. y E. obtienen su definición por la categoría de relación, no la de sustancia. Las pobres se ven como partes de... no como un todo.

III
Y.- ... y ví como respiraba: también estaba nervioso
E.- ¡Te pasas! no haces otra cosa que verlo.
Y.- y... sí, sí... tú sabes que ese es mi maldito problema con él
E.- ¡Entonces sigues enamorada!
Y.- ¡Nel! ¡no! al contrario... el muy maldito se me subió al super yo de una manera enfermiza... ¿sabes lo que soñé el otro día? que yo era niña y me había escapado de mi casa. entonces mi mamá me perseguía en un carro... ¿y quién crees que iba manejando el carro?
E.- ¡¡¡¡Noooo!!!!
Y.- ¡Siii! fue horrible... es que tiene super poderes
E.- ¡Jajajajajaja! ¿cuáles según tú?
Y.- Pues mira: sabe mandar. Ni siquiera levanta la ceja. Nomás su pesada pesada presencia hace que todo mundo se le cuadre. Y él así, todo simpático, todo serio y la gente tiemble y tiemble tratando de darle gusto. Pero es su pura presencia.
E.- ¡Pues yo me le revelé! Me dí cuenta que así le hacía con mi papá. Cuando veía que era demasiado autoritario y ya me tenía toda chiquitita, yo decía "no".
Y.- ¡Vaya! aprendiste a darte a respetar...
E.- ¡Ay qué simpática!
Y.- ¡No! ¡En serio!.
E.- ¡Es que es un sádico!
Y.- ¡Tampoco exageres! El nomás, cuando ve que puede, pues ejerce su poder... y ya.
E.- Es que le da placer ver como me hago chiquita chiquita... y entonces, como si fuera una sombra oscura...
Y.- ¿Como el de Harry Potter?
E.- ¡Eso! Entre más miedo le tengo, crece más y más como si fuera una sombra
Y.- (chale, jajajaja, eso sí sonó perverso)
E.- ¡aish! alburera...
Y.- ¡¡No!! sigue, sigue...
E.- ... pues cuando le digo que no, como que se para y se detiene...
Y.- pues sí: no va más allá de lo que le permites... aunque debo admitir que es una persona verdaderamente difícil
E.- ¡¿Por qué no es simpático como J. M. o casi parternal como J. A...?! Hasta A. Lck., que es todo un señorón, es más sencillo y simpático.
Y.- Pues porque él es así: tímido. La gente, en general, le da miedo. Pero por el otro lado es un genio político. Sabe mandar. Pero le cuesta relacionarse con la gente.
E.- ¡Pues es muy sangrón!
Y.- No, no. No le puedes exigir que sea de carácter y trato fácil. Pero es una linda persona. Tiene su lado tierno. Y es sensible. Aunque no le puedes pedir que lo sea igual que los demás. No le puedes exigir que a todo te haga fiestas. No le puedes exigir. ¡Eso!.
E.- A lo mejor tienes razón... ¡pero no es franco!
Y.- Pero tampoco hipócrita. Es... es... ¡pues es muy él!

IV
D.- ¡no te vayas con él! ¡Tú no eres como E. que necesita que le digan que hacer!
Y.- ¿y eso qué?
D.- ¡Pues que te va a obligar a hacer cosas que no quieres
Y.- ¡Ja! ¿tú crees que alguien pueda hacer eso conmigo?
D.- ¡pues es que es muy autoritario! Cuando entra a la oficina su presencia lo llena todo
Y.- Supongo. Eso no pasa sólo en la oficina: pasa en el salón, en el aula... en todos lados. Tiene una maldita autoridad de la chingada.
D.- ¡Pues por eso! ¿no crees que va a conseguir que hagas lo que él quiere?
Y.- No creo... va contra mi naturaleza. Aunque yo quisiera dejarme guiar, pues... pues no me sale. No puedo... por es mi maldita vida ha sido tan complicada: tengo un instinto de insubordinación que incluso va contra mi integridad y lo más racional del mundo
D.- ¡¡Pero es que él...!!
Y.- No tengas miedo. ¿No te acuerdas que desde los diez años me fui de mi casa?
D.- Bueno... eso sí es cierto. Con tal de que no te digan qué hacer, eres capaz de tirarte de la ventana.
Y.- y tú lo sabes mejor que nadie...


V

C.- Pues cuando le dije que me iba a ir al extranjero dijo que no. Que lo pensara bien. Que es muy difícil. Que mejor me quedara.
D.- ¡Sí! a mí también me dijo que si me iba a quedar... ¡Cómo cree!
E.- A mí también me dijo que es muy difícil irse. Que es algo muy duro.
Y.- Pues él se fue. Deberíamos contestarle siempre así: "no queremos hacer lo que tu dices. Queremos hacer lo que tú haces"
C.- ¡Exacto! ¿con qué autoridad dice que no nos vayamos, si él es quién es, en parte porque se fue y fue alumno de R.Sb.?
Y.- Me está empezando a dar la mala espina de que tiene el síndrome Vasconcelos
D.- ¡A caray! ¿y cuál es ese?
Y.- Siente que es el único mexicano que piensa... ¡demonios! eso nos deja en una posición espantosa...

VI

J.A.- Él me dijo que es importante que yo esté aquí
Y. (para sus adentros).- Y yo creo lo mismo... ¡caray! R.S. es tan maravilloso que, entre todas las cosas que debo agradecerle y entre todas las maravillas que ha hecho, la mayor es que te haya traído para mí.

3 comentarios:

Moscuda dijo...

¿Qué onda Esponjita?!! Ojalá no transcribas nada de lo de hoy, aunque la verdad fueron pláticas muy santas, faltó que Danilo se sentara a la mesa para que hubiera "sangre". Sugerencia: se me ocurre una transcripción de Zabludowky(?) con Dalí o de Skeletor diciendo a sus achichincles: "¿pueden? o le llamo a mi abuelita"

Esponjita dijo...

no manches Chelo, no son transcripciones de conversaciones verdaderas. Digamos que algunas cosas se piensan, otras las pienso yo, y la mayoría yo las sobreinterpreto.
Habrá una o dos frases verdaderas, pero nomás.
Lo de Zabludowsky con Dalí lo transcribí hace algunos meses (cuando lo descubrí) y está en el blog.
Y lo de Skeletor, mejor lo linkéo.
Ya, chale... ni que yo fuera qué o qué... en fin.

Lo que sí es que, ¡cómo nos divertimos hoy! y qué gachos que se fueron antes de que pudiera regresar. Sólo paquito me esperó

Moscuda dijo...

Oye oye, no te pongas tan seria. Perdón pero no quise decir "que fueras qué o qué". Me parece interesante que "transcribas" y claro que supongo que sobreinterpretas, pero en este comentario a tu entrada no sobreinterpretes, por favor. En cuanto a lo de la reunión pues a quién se le ocurre salirse para ir a entregar libros a la biblioteca, se me hace que te saliste para hacer tu siguiente entrada del blog. Bueno, no lo tomes todo tan en serio.
Besos, y gracias por las felicitaciones que me tocan.