09 julio 2009

El Geógrafo

Si había una pintura que adorara Daniel en aquellos tiempos en que se desvivía por Cusa, era la de El Geógrafo, del pintor flamenco Vermeer. En aquel entonces, el, entre nosotros, 'cusano' odiaba profundamente a Cassirer y a Kant (y era un odio medio infundado: al igual que yo jamás cursó en forma Historia 6 -cosas huelguiles- y conoció al Chinito de Köningsberg por un breve extraordinario): "¡¡¡Cusa es mucho más que un antecedente del enano jorobado ese!!! (nunca le dijo así: yo sólo estoy dramatizando la situación). En el exámen profesional recuerdo (no niego que con algo de perverso placer) como Laura Benítez le obligó a reconocer, en lo que pareció una llave de lucha libre, que pues sí, que en algo se parecían Kant y Cusa... no todo en la vida era Hegel, concluyó Laura.
Los odios de Daniel (quien lo conoce lo sabe o lo ha padecido) son tan raros y extravagantes como sus genialidades. Y uno de ellos fue Kant. Y la manifestación de ese odio consistía en no comprar, bajo ninguna circunstancia, la Crítica de la Razón Pura, edición de Alfaguara traducida por Pedro Ribas: todo un hito para los estudiantes mexicanos no germanoparlantes.
Y por ese misterioso odio, muchos años tardó en darse cuenta de que la portada de la famosa edición azul tenía El Geógrafo de Vermeer...

(Daniel fue quién ayudó a montar la escenografía y a lograr que Kantcito se matuviera erguido. Kantcito fue vendido como Mozart en la tienda, pero yo siempre le vi la cara de Chino... de Köningsberg. El globo terraqueo lo compré en el mercado de chucherías y antiguedades de la Doctores, que está frente al Centro Cultural Telmex. Y el hermoso ejemplar de atrás todavía es de los de papel blanco, y no papel revolución (o casi) como el que se vende ahora)

La esponjita memorística.

5 comentarios:

Emma Laura dijo...

Hermosa foto, amo a Kantcito es bellísimo. Me gustó tu post es como recordar lo no vivido pero fue tan descriptivo que haces sentir que uno fue testigo de tremenda distracción ante la portada y la rebeldía del otro (Daniel).
Gracias por ser tan tu esponjita.

Tu amiga Laura

Alviseni dijo...

je, yo durante un tiempo hace años tenia esa pintura de veermer como papel tapiz.

está chido el kantcito!

Moscuda dijo...

Bonitas entradas las dos anteriores y esta. Me imagino que el buen Danilo anda por Mazatlán, desde aquí los saludo a ambos porque la distancia los pone intelectualmente más románticos y los morbosos lo podemos notar y envidiar.
Besos a los dos

Lukas Rybensen dijo...

Qué buena edición. Solo tengo el tomo I (es una variante de la de Alfaguara en dos volúmenes). Porque tengo la primera parte siempre me resistí a comprar la edición de tu entrada. Hoy es bastante difícil de conseguir en Argentina. Por un tiempo compartí el desagrado a priori hacia ese regiomontano célebre. Pero es uno de los 4 gigantes de la filosofía junto con Aristóteles, Platón y Hegel. Beso.

Diana dijo...

Yo iba a decir que se parecía a Mozart, pero luego me dio miedo ser víctima de mis propias referencias, ya luego vi que no. El punto es que me gustó.