01 agosto 2009

Z


1.- Mi amiga es hija de botánicos y sus papás le pusieron nombre de Flor. Un día vino un inglés y nos presentó ante un cubano así: "ella es Z. y se llama así porque sus padres son botánicos. Y ellas es Paloma, y se llama así, porque sus padres son ornitólogos".

2.- Mi amiga tenía unos papás igual de comunistas que los míos. Yo, hacía ya mucho tiempo, había perdido la esperanza de encontrar alguien que de niño hubiera oído aquello de "protesto, protesto y vuelvo a protestar, con las mentiras tenemos que acabar. A los embusteros hay que desmentir. Basta, basta ya de decir: ahí viene el Coco... ¡uy qué miedo! ahí viene la bruja... ¡ni que yo fuera boba!". Pero ocurrió. Y Z. no sólo se sabía esas canciones, sino que desde niña se aprendió el Unicornio Azul de Silvio Rodríguez, íntegro, incluyendo la secuencia de las canciones.

3.- Z. se regresó con su abuelita. Y a mí se me hizo la onda que viviera con ella. A mí también me crió mi abuelita. Y así, también, anciana ya, se hacía cargo de mis problemas y yo no de los suyos. E iba a defenderme de los pandilleros de la cuadra. Y así, la abuelita de Z. no la deja caer en flojeras y desaguisados, y la manda llamar para que acabe la tesis. ¡Esas abuelitas!.

1 comentario:

Lukas Rybensen dijo...

Las abuelas son todopoderosas. Tendría que haber un dibujo animado: Powerpuff Grannies.

Un beso