Gran escándalo se ha despertado en la blogósfera después de que se dieran a conocer los resultados de ingreso a los programas de Maestría y Doctorado en Filosofía. Y es que, ciertamente, este año ingresaron realmente muy pocos a comparación del año pasado. El problema, el examen de admisión fungió de filtro, verdaderamente de filtro. El escándalo, contra lo que uno supondría no parece tan grande. Tienen un grupo de Facebook y un blog (píquele aquí).
En general me parece bien que se organice y exijan sus derechos los cuales sienten vulnerados. Sin embargo en cuanto uno comienza a analizar el blog surgen algunas dudas. Sin emabrgo, primero diré en qué estoy de acuerdo con ellos.
Sí debió establecerse desde el principio (en caso de no haberse realmente hecho) cuáles son los criterios bajo los cuáles se regiría el examen: si habría un puntaje mínimo para pasar o si, como ocurre en el examen de selección a Bachillerato en la UNAM, se establecerían el número de lugares y, posteriormente, se competiría por ellos (aquí, valga notar, la dichosa carta se redactó muy a prisa: sus redactores exigían conocer también el puntaje máximo (sic) para pasar.)
También, desde el principio, debió explicarse que el exámen era un primer filtro para que los documentos fueran considerados. Por puro asunto de transparencia (no faltará el maloso que pregunte: ¿para qué presentar un examen que no se va a pasar?, Sin embargo, los redactores tienen razón: debió establecerse primero el criterio de qué significa "pasar".)
Ahora bien. En lo anterior estoy de acuerdo con ellos. Pero hay muchas cosas en las que disiento. La primera (que en lo personal me molestó mucho, ya imaginarán porqué) es el ad hominem con que se van contra "el coordinador o los coordinadores" pues se les acusa que por "practicar la filosofía analítica" cito:
Pero más que el vulgar ad hominem, lo que me molestó es el ANONIMATO de quienes dirigen dicho movimiento (aquello se parece taaaanto a los inicios de la Huelga y el CGH). Me explico.
Ni el blog, ni el perfil de Facebook están firmados por alguna persona de carne y hueso, sino por el impersonal "estudiantes rechazados". En realidad nadie está dando la cara ni asumiendo ninguna responsabilidad. ¡¿Qué más da si se asumiera ésta con una larguísima lista de nombres tal como ocurre con los desplegados?! Me parece una manera muy tramposa de abreviar poniendo simplemente "estudiantes rechadados", pues cualquier posible movimiento o decisión que se tome se hará en nombre de los "estudiantes rechazados" dejando en el anonimato y la indefensión a quienes, preocupados por su situación, se unan a dicho colectivo, pero sin voz ni voto. La primer decisón estúpida de dicho pseudo-comité estudiantil de rechazados fue publicar tal carta: está tan llena de errores argumentales (a pesar de postular algunos puntos importantes) que parece darle la razón ipso facto a sus enemigos.
En fin. Yo espero que los "rechazados" consigan, de una u otra manera, resolver su situación. Y es que uno de los argumentos (tan similar al de las protestas para exigir la permanencia del Pase Automático) es que cómo es posible que el mismo programa de Posgrado rechace a sus propios egresados. Sí, suena absurdo y, como dicen los redactores del blog, preocupante. Pero ello no habla mal del método de selección sino de muchos profesores y mafias que aún existen en el Colegio de Filosofía y, por contaminación, en el Posgrado. Yo he presenciado exámenes de licenciatura dónde el alumno es incapaz de contestar cualquier pregunta básica, donde el asesor descaradamente le dice: "no te haré preguntas, me das mucha ternura". Yo conozco el caso de una chica que no consiguió todos los votos porque, simplemente, no entendía un pito el tema que trabajaba... y su asesor mucho menos, pero los cuates de su asesor estuvieron ahí para que ella pasara. Yo sé que tanto el colegio de filosofía como en algunos casos el posgrado sacan gente sin ninguna calidad, pues se han titulado gracias (y para conveniecia) de algunos grupúsculos de la Facultad.
Claro: no pretendo de ninguna manera, decir que ése es el caso de la mayoría de los rechazados. Es más, creo que muchos tienen razón en estar molestos y que podrán aprovechar el recurso de 'rectificación' (o como se llame). Pero la única manera de evitar que el nivel del Posgrado siga yéndose a la mierda es buscar medios para que entre gente capacitada. Y digo: capacitarse es algo que está al alcance de todos (sobre todos quienes ya poseen un título de licenciatura).
Por otro lado, no es buena idea preservar los vicios de opacidad tan propios de la UNAM (en todos sus niveles). No sería mala idea planear las cosas con más cuidado, sin ver como enemigos eternos a los otros. Decir bajo qué criterios se diseño el examen, decir, desde el principio, qué se pretende evaluar: ¿habilidades argumentativas? ¿conocimientos generales? O ¿acaso tienen razón los quejosos y no es posible leer 1000 palabras en 3 horas? Y por último: exáctamente qué papel juega el examen. Decirlo de tal manera que no quede ni un resquicio para la toma de decisiones discrecionales. Que todo sea claro como el agua.
En fin... a ver si no me linchan todos...
En general me parece bien que se organice y exijan sus derechos los cuales sienten vulnerados. Sin embargo en cuanto uno comienza a analizar el blog surgen algunas dudas. Sin emabrgo, primero diré en qué estoy de acuerdo con ellos.
Sí debió establecerse desde el principio (en caso de no haberse realmente hecho) cuáles son los criterios bajo los cuáles se regiría el examen: si habría un puntaje mínimo para pasar o si, como ocurre en el examen de selección a Bachillerato en la UNAM, se establecerían el número de lugares y, posteriormente, se competiría por ellos (aquí, valga notar, la dichosa carta se redactó muy a prisa: sus redactores exigían conocer también el puntaje máximo (sic) para pasar.)
También, desde el principio, debió explicarse que el exámen era un primer filtro para que los documentos fueran considerados. Por puro asunto de transparencia (no faltará el maloso que pregunte: ¿para qué presentar un examen que no se va a pasar?, Sin embargo, los redactores tienen razón: debió establecerse primero el criterio de qué significa "pasar".)
Ahora bien. En lo anterior estoy de acuerdo con ellos. Pero hay muchas cosas en las que disiento. La primera (que en lo personal me molestó mucho, ya imaginarán porqué) es el ad hominem con que se van contra "el coordinador o los coordinadores" pues se les acusa que por "practicar la filosofía analítica" cito:
"El hecho de que esta corriente sea practicada por los organizadores y/o coordinadores del programa de admisión a maestría y doctorado no quiere decir que todos los postulantes estemos obligados a alinearnos a esta corriente"Sin embargo, los comités del Posgrado en Filosofía no están compuestos por filósofos analíticos exclusivamente, como lo pueden corroborar en la página del posgrado. Y, en todo caso, si el o los coordinadores (¿por qué el plural? El programa tiene UN coordinador... ¿cuál es la estrategia retórica?) fueron formados en filosofía analítica, la acusación de que por ello sólo admiten gente con formación analítica no se sigue (y de hecho es falsa, pues los alumnos de el/los coordinador/es hace/hicimos filosofía Antigua, y de entre sus alumnos la gran mayoría son no-analíticos -somos/fuimos-).
Pero más que el vulgar ad hominem, lo que me molestó es el ANONIMATO de quienes dirigen dicho movimiento (aquello se parece taaaanto a los inicios de la Huelga y el CGH). Me explico.
Ni el blog, ni el perfil de Facebook están firmados por alguna persona de carne y hueso, sino por el impersonal "estudiantes rechazados". En realidad nadie está dando la cara ni asumiendo ninguna responsabilidad. ¡¿Qué más da si se asumiera ésta con una larguísima lista de nombres tal como ocurre con los desplegados?! Me parece una manera muy tramposa de abreviar poniendo simplemente "estudiantes rechadados", pues cualquier posible movimiento o decisión que se tome se hará en nombre de los "estudiantes rechazados" dejando en el anonimato y la indefensión a quienes, preocupados por su situación, se unan a dicho colectivo, pero sin voz ni voto. La primer decisón estúpida de dicho pseudo-comité estudiantil de rechazados fue publicar tal carta: está tan llena de errores argumentales (a pesar de postular algunos puntos importantes) que parece darle la razón ipso facto a sus enemigos.
En fin. Yo espero que los "rechazados" consigan, de una u otra manera, resolver su situación. Y es que uno de los argumentos (tan similar al de las protestas para exigir la permanencia del Pase Automático) es que cómo es posible que el mismo programa de Posgrado rechace a sus propios egresados. Sí, suena absurdo y, como dicen los redactores del blog, preocupante. Pero ello no habla mal del método de selección sino de muchos profesores y mafias que aún existen en el Colegio de Filosofía y, por contaminación, en el Posgrado. Yo he presenciado exámenes de licenciatura dónde el alumno es incapaz de contestar cualquier pregunta básica, donde el asesor descaradamente le dice: "no te haré preguntas, me das mucha ternura". Yo conozco el caso de una chica que no consiguió todos los votos porque, simplemente, no entendía un pito el tema que trabajaba... y su asesor mucho menos, pero los cuates de su asesor estuvieron ahí para que ella pasara. Yo sé que tanto el colegio de filosofía como en algunos casos el posgrado sacan gente sin ninguna calidad, pues se han titulado gracias (y para conveniecia) de algunos grupúsculos de la Facultad.
Claro: no pretendo de ninguna manera, decir que ése es el caso de la mayoría de los rechazados. Es más, creo que muchos tienen razón en estar molestos y que podrán aprovechar el recurso de 'rectificación' (o como se llame). Pero la única manera de evitar que el nivel del Posgrado siga yéndose a la mierda es buscar medios para que entre gente capacitada. Y digo: capacitarse es algo que está al alcance de todos (sobre todos quienes ya poseen un título de licenciatura).
Por otro lado, no es buena idea preservar los vicios de opacidad tan propios de la UNAM (en todos sus niveles). No sería mala idea planear las cosas con más cuidado, sin ver como enemigos eternos a los otros. Decir bajo qué criterios se diseño el examen, decir, desde el principio, qué se pretende evaluar: ¿habilidades argumentativas? ¿conocimientos generales? O ¿acaso tienen razón los quejosos y no es posible leer 1000 palabras en 3 horas? Y por último: exáctamente qué papel juega el examen. Decirlo de tal manera que no quede ni un resquicio para la toma de decisiones discrecionales. Que todo sea claro como el agua.
En fin... a ver si no me linchan todos...
4 comentarios:
Al respecto, yo tengo un comentario. El examen fue bastante difícil, no puedo negarlo. Lo terminé 5 minutos antes de que se acabara el tiempo (3 horas) y creí que no lo "pasaría". Pero quisiera dejar en claro que por ninguna razón considero que estuviera hecho con la pretensión de "dejar fuera a quienes no tienen una formación en la corriente de la filosofía analítica". Tanto yo (que de filosofía analítica no sé nada), como gente que conozco que no fue aceptada (y que está interesada en la filosofía analítica), podemos afirmarlo.
Prueba de ello es que en el apartado de comprensión de lectura de diversos textos sólo había uno de cierto filósofo analítico y, en cuanto a las preguntas de conocimientos generales, la mayoría iba sobre temas y autores de la corriente continental. Ni siquiera preguntaron tema alguno de lógica.
No puedo negar que es preocupante la cantidad de alumnos que fuimos aceptados: somos muy pocos en comparación a los que entraron en la ocasión pasada. Y, también, espero que los alumnos que fueron rechazados puedan conseguir que los criterios de aceptación se vuelvan más claros y definidos para próximos años. Pero, como bien lo mencionas, tendrían que plantear mejores argumentos y no culpar aspectos que están fuera de lugar, ni buscar culpables, como lo quieren hacer con el hecho de acusar al coordinador.
Saludos estimada Esponjita.
Toda la razón Paloma. Yo me siento muy tranquilo, de mis dos alumnos que solicitaron ingreso a la maestría, los dos entraron.
Se trata de un asunto de formación y de méritos, no de derechos. A mí también me recuerdan al CGH los pobres anónimos.
Los rechazados deberían aprender esto: Sus superiores siempre tienen la razón, por algo son sus superiores.
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