05 septiembre 2010

Proto (the Beauty and the Beast)


Proto-concepto
Jari Kaukua se da cuenta de que aquél producto de la aestimativa + la imaginatio + el sentido común + la imaginativa es, ni más ni menos, que un cúmulo de propiedades (s, t, u). ¿Qué las hace ser propiedades de F? ¿de dónde saca el alma sensible a F? Y nos dice, con un poco de timidez, que la operación mágica de la aestimativa es dotar al alma de un protoconcepto; una proto-F. Pero ¿a qué hora apareció tal protoconcepto?
Ya en Aristóteles y Nemesio de Emesa (como me lo hizo ver Daniel Vázquez) parece haber un problema: ¿qué hace que los phantasmata tengan un carácter representativo? es decir: ¿por qué la imagen de una manzana le permite al alma sensible reconocer a otras manzanas con aquella primera?

Las primeras líneas del De ente et essentia recurren a Avicena:

ens autem et essentia sunt quae primo intellectu concipiuntur, ut dicit Avicenna in principio suae metaphysicae

Aquello primero que concibe el Intelecto es la entidad (indivisible, diverso, verdadero, cosa y bueno), es decir, F. La primera concepción es confusa... pero es concepción de una unidad diversa de otras. La pregunta es pues: ¿la mera alma sensible puede hacerse de tal concepción? Y si ello ocurre, pero dado que está privada del cualquier concurso del Intelecto, ¿que le permite unir de manera correcta el cúmulo de propiedades? ¿qué le permite acumularlas?
En Aristóteles no parece haber respuesta (Sorabji clama por una especie de proto-Universal), a menos que se eche mano de la teoría de la abstracción de Alejandro de Afrodisia. En Nemesio podría darse cuenta del asunto, pues finalmente quien acumula es el διανοητικόν: la cogitativa, la facultad de unir y separar. Sin embargo (y es esto lo que me señaló Vázquez) esto no es suficiente para explicar la cualidad del phantasma de ser una primera generalización; confusa, sí, pero suficientemente general como para ser de utilidad al alma sensible al momento de relacionarse con el mundo. Para que el alma sensible de la bestia pueda utilizar el phantasma, necesita que éste posea cualidades de representación: generalidad.
Así pues, necesitamos encontrar el proto-concepto. Proto, porque no es aún un universal en el estricto sentido de la palabra; no es posible todavía acomodarlo dentro del Árbol de Porfirio (según Género, Diferencia y Especie). Pero es suficiente para re-conocer, para servir de ícono.
¿Acaso la teoría de la abstracción de Alejandro de Afrodisia, desarrollada después por Filópono y por Averroes, da cuenta de la capacidad de obtener la entidad al nivel del alma sensible?
No y sí.
No, porque el mismo Averroes desdeña la posibilidad del alma sensible de adquirir algo más complejo que el phantasma (para el alma sensible, abstraer significa únicamente separar de la materia su esse intentionale: recibir la forma). Para explicar entonces cómo dirigen su comportamiento las bestias, apela a una fuerza natural (o potencia), a la que llama instinto, y a la cual han recurrido los filósofos desde siempre, para explicar lo que no pueden explicar.
Y sí. Porque Alberto Magno transpone al alma sensible la 'abstracción' (extracción) de la entidad al alma sensible mediante un complicadísimo sistema de sentidos internos, medio inspirado en Avicena (sensus communis->imaginatio=aestimatio->phantasia), medio inspirado en Averroes (es el esse intentionale lo que es abstraído progresivamente). El alma sensible ya posee una proto-capacidad abstractiva (aquí proto en el sentido de primero=πρῶτος)

Así, Alberto da una solución al problema de cómo se adquiere la entitas y cómo permanece ésta en el alma sensible... la última solución antes del vuelco del siglo XIV.



Proto-Subjetividad.
Tengo que releerlo, pero McDowell se defiende de la acusación: él no dice que los animales sean máquinas cartesianas, sino que carecen de la espontaneidad de la razón. No tienen los conceptos para estructurar su experiencia en un mundo exterior y un mundo exterior. Pero ello no quiere decir -según entiendo- que carezcan de cualquier tipo de estructuración. Apela también al instinto (a las condicionantes biológicas, les llama). La bestiola no es capaz de ubicarse en el mundo, de ubicar lo exterior y lo interior, de ubicar un espacio de realidad. Pero posee algún tipo de ubicación inmediata, no reflexiva, que condiciona su percepción -sería un contrasentido negar condicionamiento a la percepción de las bestias, si a la vez se admite que procesan contenidos perceptuales: que sienten dolor y miedo. Pero si no es la razón ¿qué es entonces?
Y aparece el término, de nuevo: PROTO-subjetividad.
Cita a Nagel y a su célebre murciélago: ¿acaso si nos es imposible experimentar lo que es ser murciélago, ello no sólo implica tratar de imaginarse qué se siente tener un sonar, sino también que se siente tener murcielagisubjetividad?
Eso no lo entendí muy bien. Pero tendría que ser así si no quiere caer en la contradicción de afirmar que los animales 'sienten' y a la vez que carecen de Subjetividad total.

Comienzo a entender los conflictos entre los conceptualistas y los no conceptualistas. Me parece interesante, y creo que la discusión no queda zanjada con la respuesta de McDowell. Detrás de la discusión hay un montón de presupuestos casi metafísicos entre una y otra parte.
Pero sí me está pareciendo claro que del lado de las motivaciones de los no-conceptualistas hay un misunderstanding del proyecto kantiano, además de una presuposición de conocimiento ilimitado.
Si compartimos con las bestias la sensación, y si ellas no hablan, entonces suponen que el único medio de resolver la situación es explicar cómo podría operar una criatura que carece de un aparato categorial. Es decir, de la carencia del lenguaje derivan la carencia de cualquier tipo de categorización.
Es decir, en el fondo de la disputa hay un desacuerdo sobre lo que significa concepto, y sobre su naturaleza ontológica.

En el dualismo no-conceptualista y en la suposición de que sólo existe un modelo de estructuración experiencial, en eso se parecen demasiado al proyecto aristotélico: hay dos niveles cognoscitivos, el sensible y el intelectual. Si las bestias carecen de lenguaje, entonces carecen de la media alma. Y entonces, para dar cuenta de su comportamiento, es necesario dar cuenta de la autonomía absoluta del alma sensible.
Yo no estoy de acuerdo con tan bárbaro dualismo (soy hija de Kant y sus esbirros monistas). Y por ello creo que los conflictos que enfrentan los no-conceptualistas (y sus motivaciones) son los mismas de los aristotélicos.
¿Dónde termina el conflicto aristotélico? En el siglo XIV y la necesidad de romper tal dualismo: la intuición directa del ente.
¿Dónde terminará el conflicto no-conceptualista? en la aceptación de que las bestiolas poseen sus propios aparatos categorizadores. Si estos son o no 'espontáneos' y 'libres', eso sólo lo podrá determinar la investigación científica -las mentadas ciencias cognitivas. No es lo mismo el murciélago, la urraca y el chimpancé.
Por ejemplo, algunas aves son capaces de contar. Los loros, pericos, etc, son capaces de reproducir sonidos justamente porque pueden medir. ¿Comprenden el concepto de número? (¿lo entendemos nosotros? nuestra capacidad de escuchar música y de contar compaces ¿implica algo más allá que ejecutar una habilidad que presupone el número?). Si existe un hiato entre nuestra racionalidad y la de las bestias, ¿no habrá tales hiatos entre la categorización del mundo que posee cada bestia?
El chimpancé está demasiado cerca de nosotros (odio apelar a argumentos evolutivos, pero en fin). ¿Qué tan lejos está su categorización del mundo de la nuestra? ¿por qué la única solución es dividir al alma en dos -en parlante e infante-?

Proto-bestias
Alberto Magno, en De animalibus se encuentra con semejante evidencia empírica: algunos monos -y los pigmeos, dice él- son capaces incluso de hacer entimemas. ¿Qué hacer con tan tremenda evidencia? El sistema de Avicena es estructurado y cerrado (¡hermoso y coherente!) justo por la motivación metafísica que se halla detrás de él.
El sistema psicológico de Alberto es uno de los más complejos de toda la Edad Media justo por eso: por dar cuenta de la evidencia empírica con el aparato conceptual aristotélico.
Si hubo alguna, la solución estuvo en el giro del s. XIV... ¿no deberíamos poner atención a ello, aprender algo de ello?


En fin... éstas son algunas anotaciones generales al asunto... sigo con McDowell, y luego con Bermúdez. La esponja que es una bestia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo conocí a un negrito que no supo inferir que su conducta desordenada lo llevaría tarde o temprano a la muerte. ¿Qué diría de eso el buen Alberto?