08 octubre 2010

Como en la Edad Media... las Aparicio.

Veía yo las Aparicio (acabo de descubrir que se pueden ver por internet) y quedé muy sorprendida por muchas cosas de la serie: el discurso fuertemente feminista (por no decir que, de vez en cuando, me parece exagerado: casi irreal). Se me hizo fuerte (ni para bien ni para mal, fuerte, nomás). Mucho de ese discurso lo escuché de adolescente en boca de una tía mía (feminista, a la que quiero y admiro mucho). Y, en muchos casos, es salutífero.
Las mujeres cargamos con ciertas culpas muy propias del género femenino. Con gran facilidad nos sentimos putas (con toda la carga negativa moral y casi ontológica que conlleva el término).
Es un discurso muy doloroso, sobre todo porque es autoinfligido. Nos tenemos que repetir una y otra vez, que es un discurso falso... ¡pero a la hora de la hora es tan difícil!
La mitad de los albures, del modo de hablar de los varones (acá, nótese mi pulcritud terminológica: hombre es genérico no específico... ejem... este... genérico es justo lo contrario de "genérico" cuando uno habla de asuntos de género... ejem! de género femenino y masculino, y no de género y especie.. ejem!... bueno... total: este post terminará con Santo Tomás... así que sigamos).
Mi primer novio hablaba de "sello de garantía" para referirse a la virginidad; hablaba de "cascos ligeros" como una característica negativa en cierta chava... y yo... ¡pues que me agarraban los ataques feministas! me daba una rabia tremenda que hablara así... Pero pues no es que él fuera machista ni mucho menos. Al contrario, era bastante 'open minded' como dicen por ahí. La cosa no era un machismo consciente de su parte ni nada por el estilo: era un modo de hablar.
Igual con el Danilo pasa de vez en cuando... pasa con el discurso "putizador" y a veces con ciertas expresiones absolutamente discriminatorias, no sólo con las mujeres, sino en general. Pero pues él no es ni machista (difícilmente: viene también de una larga cadena de matriarcados como yo), ni tampoco racista... es... es un modo de hablar.
Y de nuevo entro en cólera, y me da mucha rabia.
Tampoco creo que "cambiar el modo de hablar" sirva de mucho: el lenguaje políticamente correcto termina siempre pervertido de nuevo. El discurso no son los simple modos de hablar. Entonces ¿dónde está el discurso? ¿qué tan adentro de nosotros?

El caso es que por más feminista que sea una mujer, tarde o temprano termina atacando a las otras con el mismo lenguaje. Con las mismas acusaciones (sobre todo cuando una es lastimada por los "cascos ligeros" del marido -hipotéticos e incluso producto de la propia neurosis-)
Cuando una reflexiona, sabe que una mínima coherencia impide llamar a una congénere "puta". Pero la rabia hace que una vomite ese discurso que se niega a partir.
Y puesto que el juez con que medimos siempre es uno y el mismo, la culpa nos cae desde lo alto, nos rompe los hombros, y nos impide mirarnos en el espejo.
Y a veces se necesita una tía que le diga a una que eso de "puta" es un término sin referente (como Fénix), o un capítulo de las Aparicio.

Hasta ahí todo iba bien. La serie, insisto, me parece a veces muy exagerada. Pero tiene por lo menos la virtud de dar voz al 'otro lado' de la discusión... casi a modo de gritos, sí. Pero si existen los periódicos de extrema derecha, es saludable que existan los de extrema izquierda (con todo y que los extremos tienden a juntarse). Digamos, pues, todo iba bien.
Quizás se me hizo muy atrevido (quizás por la falta de costumbre acá, en Mexicalpán) que parte de los temas del programa fuera el asunto de las mujeres en Guanajuato que fueron acusadas de homicidio en grado de parentesco por tener abortos espontáneos.
Y, digo, toda manipulación del tema (no sólo en el programa, sino en los medios en general) me ha parecido tremenda:
Obviamente ahí hay una injusticia: se les metió a la cárcel por un delito que no cometieron. No abortaron voluntariamente y, por abortar voluntariamente se les apresó. La injusticia es evidente para TODOS los bandos de la discusión.
Pero entonces la parte "progre" de la discusión toma aquello como la injusta prohibición de abortar... pero, ¡vamos! ese es OTRO TEMA. Se tuerce la cuestión y se quita la atención al verdadero problema: la injusta aplicación de la ley, no el que una ley sea injusta.
Total que, en las Aparicio, el tema se manipula de la misma manera (ahí es donde veo la exageración). Pero, bueno... fuera de eso (de ese detallito) la cosa iba muy bien -la historia que sirve para exponer el tema es, quizás, poco verosímil, pero, bueno, es la postura de quienes hacen el programa, y es ciertamente contrapeso de otras igual de falaces y exageradas.


Lo que me molestó, lo que me indignó profundamente, fue el siguiente diálogo:
(están describiendo los casos de mujeres presas en Guanajuato)

- ... y ahí decidieron que se había practicado el aborto... y en vez de ayudarla, pues le hablaron a la policía y terminó en la cárcel acusada de homicidio
-Como en la Edad Media
-Tal cual, en Guanajuato estamos volviendo a la Edad Media


¡¡¡¡¡¡¡PORQUÉ CHINGADOS EDAD MEDIA ES SINÓNIMO DE RETRÓGRADA!!!!!!!!

Me imagino que en el siglo XIII difícilmente una mujer llegaba con un aborto a medio proceso a los servicios PÚBLICOS DE SALUD para ser llevada a ¿la policía? para que la encarcelaran...

Pero sobre todo me llama la atención el olvido del famoso asunto de que Tomás toma postura frente al aborto: puesto que el alma racional desciende al cuerpo hasta el tercer mes de gestación, antes de eso el aborto no es un crimen.
Sí... claro... si se analiza con mucho cuidado el asunto pues primero tienen que resolverse todos los embrollos psicológicos, metafísicos, de relación alma-cuerpo... en el siglo XIII... luego habrá que resolver los mismos rollos en el siglo XXI... luego habrá qué averiguar si el problema del aborto y su solución obtendrán su solución de la previa solución metafísica del asunto, o independientemente del resultado de las pesquisas, las mujeres iremos a abortar, en ciertas circunstancias, a pesar de que nuestra vida corra peligro, nuestra libertad, nuestra conciencia tranquila... y nosotras mismas.

¡Viva la luz de la Edad Media!
¡Viva!
¡Mueran los jodidos prejuicios!
¡Mueran!

Aprendan latín y coman frutas y verduras...

la esponjita (que sigue atorada con Gareth Evans... ¿cómo ocurrió eso? ¿cómo así? Y... y por culpa de Alberto Magno... aunque no lo crean... es verdad)

3 comentarios:

Logosexista dijo...

Lo preocupante y verdaderamente oscurantista es que en el siglo XXI no se vea ni a la mitad de la gente que en el siglo XIII ocupada por siquiera pensar asuntos tan fundamentales como los que señalas.

(Claro, culpa de lesbianas y putos que en la academian cambian la metafísica por los Queer Studies. Quimeras sin referente!)

pardo dijo...

Fenix sí tiene referencia, es el Sergio.

Y bueno, ese tipo de referencias a la edad media también me cabrea hasta los pedos.

Daniel G.G. dijo...

Ay! como que la mención de Don Pardo a Sergio pega bien con lo de arriba