17 febrero 2011

Cántico a San Leibowitz


Analogía de la academia:

"Los conocimientos que Francis recibió en la abadía no le habían preparado para nada que tuviese un valor práctico en el mundo oscuro e ignorante de todos los días; donde la cultura no existía y un joven educado, además, no tenía valor para una comunidad, a menos que supiese cultivar la tierra, pelar, cazar o mostrase algún talento especial para el latrocinio intertribal o para el descubrimiento de aguas subterráneas o metales maleables. Aun en los dominios dispersos donde existía una forma de orden civil, el hecho de la cultura de Francis no le ayudaría en nada si llevaba una vida independiente de la Academia Iglesia. Era verdad que algunos pequeños barones empleaban a veces a uno o dos escribientes, pero aquellos casos eran tan raros que podían descartarse, y cuando se daban, eran desempeñados tanto por monjes como por legos de la educación académica monástica."

Fragmento de Cántico a San Leibowitz
(A Canticle for Leibowitz), de Walter M. Miller Jr.
Trad. Irene Peypoch

2 comentarios:

Lukas Rybensen dijo...

Pobre Leibowitz.

Esponjita dijo...

No pobreé al pobre de Leibowitz... no está tan mal, después de todo.

(perdón por borrar el otro post... es que decía algunas tarugadas :( pero bueno... ya haré uno mejor. Hasta le contesté: le decía que necesito asesoría para mi personaje porteño del cuento)

Le mando gigatesco abrazo hasta la otra orilla de la periferia:

la esponjita desde esta orilla periférica.