Celda

Desperté a las 7:00.
Mis ciclos son extraños. Duermo seis horas, pero permanezco despierta doce. Mi día, de ser de 32 ahora es de 18 horas. Está bien. Tiene sus ventajas. Hoy desperté a las 7:00 y leí una hora el Canto para San Leibowitz. Luego haré café, desayunaré, y terminaré con el capítulo de la memoria. Es difícil: hay una larguísima discusión sobre si la memoria es o no intelectual. Recuerdo que la primera vez que me encontré el asunto fue en la Teología Platónica de Ficino. Me hace falta leer a los antecesores de Alberto, pero como dijo el Lobito: él es el primero que hace un gran sistema. Y de él mama, por decirlo así, toda la tradición posterior (por lo menos hasta Suárez y esas cosas, obviamente pasando por Ficino.
El lunes veré a Alejandro F. Hace su tesis sobre Bruno. Cuándo leí lo que decía sobre los sentidos interiores en un textito llamado De Magia me sorprendió lo poco que entendía del asunto de la dinámica del alma (y lo mucho que Bruno tomaba de Avicena, de un libro que llama De Sufficiencia y que no resulta ser sino la versión latina de la Shifá). Tomaré café con él el lunes. Pero ya lo decidí: a) primero acabo la traducción y luego la presto. Ya se la pasé a Mimit... y espero que no haya problema. Pero es una traducción que, al menos, en mi círculo cercano está siendo solicitada. Supongo que Alejandro F. no tendrá mucha prisa, así que le pediré que me espere. b) Que hable con el Lobito sobre la bibliografía. Directamente con él. Yo no le voy a pasar ni un artículo. ¿Por qué? No es por egoísmo ni maldá. Es porque es alumno de la Ovis Nigra (Priani). Y si conseguir la bibliografía es gran parte del trabajo del asesor, pues que Alejandro F. se lo pida directamente. A Priani lo quiero mucho y sus alumnos me caen bien, pero creo que cada quién debe hacerse responsable de su propio trabajo.

Me voy a desayunar. Hoy el post salió diarezco y aburrido. Valerio (el personaje, o sea, el de las Alamedas) está furioso por haber sido encerrado otra vez en la congeladora de proyectos. Y está preocupado. Acabo de encontrar un artículo sobre la Alquimia y Alberto. A este paso, la próxima novela será de cienciaficción-nombredelarosa-alquímica-albertista o algo así. Pero no, no... en realidad hay mucho que hacer y poco tiempo. Y seguimos leyendo a ratitos a Leibowitz. Grande y maravillosa novela. Digo, tomen encuenta: están leyendo a la Fan Number One de Bradbury, Asimov y anexas... ahora: A Canticle for Leibowitz es eso + Alberto Magno y Edad Media Futurista ¡¡!! Mi mero mole.

Provecho:

Esponjita

PD: ¿Por qué se llama Celda el post, esponjita?
Ah! Cuando llegué a vivir acá había una cruz clavada en el dintel. Quise quitarla y lo intenté por todos los medios. Ayer, al querer quitar un adorno navideño (¡a buenas horas!) casi se vino a bajo. Pero no la quité: la volví a clavar. Hoy visto mi sudadera de la selección holandesa de Futbol. Me queda grande, así que da la impresión, la capucha, de ser un hábito. Por eso hoy me siento en mi celda. Y ¡qué mejor lugar para este tipo de trabajo! (Ok... leer a Leibowitz no me está haciendo bien)