22 abril 2011

Caperuza


En realidad la falta de internet, y un poco de tiempo (pues ahora en verdad tengo mis naricitas metidas exclusivamente en Alberto) ha disminuido la publicación y escritura de post. Y claro, bola de ingratos, de 60 visitantes en promedio, ahora sólo tengo 30. Gachos.
Pero ¿cómo culparlos?
Además, debo confesarlo, he escrito mucho, pero son cosas que no quiero luego publicar. Así está bien: me ahorro el oso de venir a borrar lo recién publicado, etc, etc...
Tenía dos textos bonitos y publicables. Pero a la hora de la hora no me dieron ganas de hacerlo. Uno fue escrito a la sombra de la consulta con la higuiatra. Terrible. Otro a propósito de eso también, pero en otro tono. En fin. Vengo sólo para que no dejen de venir. Prometo publicar algo lindo la próxima semana. Porque la semana que entra mandaré un protocapítulo. Y no tengo energía para nada más.

No dejen de venir, público. O por lo menos vengan el martes. Habrá noticias pronto.
Como que ayer vi en un pre-estreno la chica de la capa roja. Película palomera, simpaticona si uno no se espera la última proeza en Cannes.
Pero eso sí: la vi con mi sudadera de capucha roja: vestida para la ocasión...

Volvemos el martes. Prometido.

Esponjita
(que anduvo soñando con Valerio... y con la contraparte de la Caperuza)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los aldeanos la extrañan. Encuentre pronto el sendero y no no se deje comer. ¡Amor y manzanas rojas!

Felicidad Batista dijo...

Esponjita, por aquí aguardaremos en espera de tus andanzas literarias.
Un saludo