23 mayo 2011

Tesis: el índice.

Como ahora sólo publico una vez a la semana (y será los lunes, porque en la UAMI hay internet) tendrán que chutarse mis penas y aventuras antes del cuento.

Ok. El cuento ya lo tengo, pero lo publico entre mañana y el miércoles, según las condiciones de Internet que haya.

Antes que nada quiero agradecer a todos los que solícitamente me leyeron. Unos por petición expresa y otros por ser asiduos visitantes del blog. Denme chance para contestarles a todos, y les agradezco por igual sus comentarios. Como les prometí en este capítulo se aclaran más las cosas, aunque no todas. Digamos que el desenlace fue el primer capítulo, pero es tan oscuro que, para entenderlo, se necesita toda la historia. Ya veremos qué se nos ocurre.
Segundo: estoy hecha un lío por la traducción del término "nota, notum". Es un sustantivo que viene de "nosco": conocer. Pero me da la impresión de que Alberto lo utiliza casi como el castellano "notas": son notas que las cosas dejan en el alma. Terminé por traducirlo como "marcas"... pero el lío persiste, y ello me llevó a traducir un capítulo del Perhiermeneias de Alberto. Y fue cuando puse en duda mis habilidades con el latín. Me ha estado costando mucho trabajo.
Ese lío, además de una de las "notas" que el asesor dejó en mi trabajo, me llevó a leer el Perihermeneias de Aristóteles, tarea sencilla porque es un texto muy breve y porque la parte modal (la dichosa batalla naval) no es lo que me interesa. Se me ocurrió agarrar la traducción de Candel: ahí es cuando el griego y el latín son más comprensibles que el castellano. ¡Odio a Candel! Tiene la habilidad de hacer del castellano imposible. Eso me llevó a Ackrill y su traducción comentada. ¡Cuál sería mi sorpresa al descubrir que la aparición del ὁμοιῶτετα griego, traducido correctamente por Boecio como similitudines le parece a Ackrill un verdadero escándalo! ¿qué tipo de teoría del significado puede ser aquella donde las cosas dejan en el alma "semejanzas" ¿son imágenes, figuras o qué? Ackrill, igual que Alberto, llegan a la conclusión de que lo importante del pasaje está en distinguir entre las palabras que se instituyen por convención, y aquello que es natural, y que el otro es un problema que no nos ocupa aquí... por eso es importante que Aristóteles (o el editor, ya ven, problemas de cronología) lo mande a uno al De Anima para averiguar ese asunto de cómo se relaciona la cosa con el alma. Es asunto de físicos, dice todos ahí.
Hasta ahí todo va bien ¿no? El problema es que en mi recopilación de las citas latinas, caí en la cuenta de que Boecio dedica una larguísima parte de sus dos comentarios al De interpretatione, para analizar justo esa cita. Analiza el griego con mucho cuidado, pero además se extiende largamente sobre su interpretación. No en balde esa parte sólo es superada por los comentarios al capítulo 9 (el de la batalla naval... y es ahí cuando quisiera recordarle a Édgar que antes de Lewis y Kripke hubo un Boecio... pero bueno).

Una pequeña corrección está causando estragos en mi plan de trabajo. Ese es el asunto. Y es un relajo porque Alberto tiene toda una discusión acerca de si la palabra (la littera y la vox) significan directa o indirectamente la cosa en el mundo. Para Alberto la cuestión no es irrelevante.
Eso complica más las cosas que de por sí ya eran complicadas. Antes de entregarle el trabajo al asesor caí en la cuenta de que tengo dos secciones en el capítulo que deberían unirse en una sola. Y sus comentarios (sus notae) me lo hicieron evidente. Pero lo que ya no tengo tan claro es cómo unir ambas partes. No es tan fácil como borrar la primera.

¡Malditas palabras! se le están colando feamente a mi hermosa tesis. Y lo que más me duele es que están postergando la parte que, creo, es la verdaderamente difícil: lo de cómo los significados (esto es, los objetos intencionales) están afuera, en el mundo: todos las sustancias compuestas de materia y forma poseen su forma de dos modos: secundum esse y secundum intentionem/esse spirituale: según su ser "significativo". Pero vuelven los problemas de traducción: "significativum" es eso: la capacidad de ser signo de otra cosa. "Significativo", tal como lo uso, se refiere a cómo nos apercibimos del mundo. O algo así. Bueno, ¿ven? la dificultad es mayor de lo que creía: no sólo es que yo no tenga claros algunos conceptos, sino que falta Averroes, el padre de esa división.
Y esa división es importante, por ejemplo, para el asunto del De visu: según su ser natural la luz se comporta como dice Alhazen y los aspectivistas (o sea, el hereje ese de David de Dinato). Pero tienen su ser intencional, y ahí se comporta la luz como dice Aristóteles. Pero como dicen los aspectivistas, los ojos reciben similitudines (las mentadas ὁμοιῶτετα) de magnitud, figura y extensión y no magnitudes, figuras y extensiones: es decir, son espejitos. Pues sólo así se entiende que quepan enormes montañas en pequeños ojos.
Eso no nos interesaría si no fuera porque la IMAGINATIO se comporta, al igual que el ojo, como un ESPEJO ANIMADO. Recibe similitudines de magnitud, no magnitudes. ¿Qué relación hay, pues, entre la similitudo y el esse secundum intentionem en el cual son recibidas las cualidades del mundo exterior? ESA ES LA PREGUNTA QUE QUIERO CONTESTAR EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO.

Pero pos no puedo porque ahorita estoy enredada con las notae y las marcas y el proceso de significar. *sigh*

Hay un tercer problema. El índice. No me pregunten por qué a estas alturas no tengo un índice. Y en realidad la pregunta es ¿cómo organizar y determinados según qué fines, todo el trabajo que tengo hecho y el que falta por hacer?
Es decir: el trabajo ya está planeado. NO ES EL ÍNDICE sino plan de trabajo que he llevado a cabo en los últimos dos años.
Parte I
1.- Aristóteles y la expansión del contenido perceptual (concepto Sorabjiano que, como sea, habrá que analizar. Creo que tiene muchas más consecuencias de las que Sorabji quisiera, y algunas no deseadas por él: contenidos y actitudes proposicionales donde no debería haberlas).
2.- La introducción de un elemento que une y divide al nivel de la percepción sensible: la imaginación/dianoetikón. Ese es introducido, sobre todo, por Nemesio de Emesa y Juan Damasceno, y es el germen de toda la teoría de los sentidos interiores. Pero Nemesito y Juanito no hacen una distinción radical entre almas sensibles y almas intelectuales. Además introducen los conceptos galénico/estocios del pneuma y la arquitectura del cerebro.
3.- Avicena y las ovejas temerosas de lobos. La introducción de la estimativa. La explicación de cómo hay comportamiento práctico en criaturas sin capacidades inferenciales, es decir, que no pueden hacer silogismos prácticos ni poseen conceptos universales que guíen su actividad. Por ahí hay una pequeña teoría del origen estoico de la "intentio sensibilis". Digo, esa teoría nomás es para concluir mi pleito con Hasse-Black-Kaukua.
4.- Averroes (mancha en blanco) ¡¡¡ese capítulo siempre me lo ha pedido el Lobito y yo le he sacado la vuelta!!! Es lo único que no tengo hecho. Y es muy importante porque ahí entra la distinción entre secundum esse y secundum intentionem. *sigh* Y todavía tenemos que averiguar si Alberto le da el mismo maltrato a Ab Errare que a Avicenna, o si lo lee con más cuidado. *sigh* y *recontra sigh*. Por eso va en negritas: aún no está hecho.

Parte II
5.- La dinámica de las facultades internas en el De Homine. Ese es el capítulo que estoy corrigiendo. El quid ahí es cómo entiende Alberto los conceptos de composición y división: los analoga a la teoría de la "enuntatio vel interpretatio" que, según yo, aparece en su propio Perihermeneias. Obviamente la conexión con el trabajo anterior radica en cómo entender la composición y división. ¿Siempre ha habido ahí, desde Aristóteles, la tendencia a representar el sensiblemente al mundo análogamente a cómo representa el intelecto? Además: sólo al momento de estudiar la Memoria pareciera que Alberto se hace planteamientos que atañen a nuestro concepto de "intencionalidad" como "aboutness". Sólo ahí aparece el problema: ¿cómo referirnos a lo que está ausente? Es ahí donde yo me peleo con todo mundo en la clase de Intencionalidad y Conciencia acá en la UAM: esos son los estados de los que hay que dar cuenta, porque los otros, de entrada, no parecerían ser problemáticos. El significado de los referentes proviene siempre de lo referido. ¿Qué ocurre cuando lo "referido" no está? ¿Cómo podemos pensar en lo ausente? El "retrato de Corisco", ejemplo célebre de De Memoria et Reminiscentia es de donde surge el problema. Ahora bien, ya me están entrando dudas: ¿cuál es la diferencia entre una teoría del significado y una teoría de la intencionalidad? ¿Dónde se distinguen? ¿dónde se unen? ¿son el mismo problema? ¿HAY EN ALBERTO UNA TEORÍA DE LA INTENCIONALIDAD O UNA TEORÍA DE SIGNIFICADO?

sufro.

6.- El esse intentionale y el Speculum Animatum en el De homine. El capítulo que había empezado, pero que el capítulo anterior ha trastocado. Bueno... me estoy comenzando a sospechar que aquí la tesis está comenzando a padecer de columna bífida y si seguimos así, no podrá caminar.

7.- Lo mismo que (5) pero en el De anima. Requetenegritas.

8.- Lo mismo que (6) pero en el De anima. Ultrarequetenegritas.

Hasta ahorita ese es el estado de la cuestión. Lo que quiero encontrar, pues, son los conceptos que unen todo ese trabajo. Ok. Estamos haciendo una reconstrucción histórica. Pero ¿de qué conceptos? Eso es lo que tengo que determinar antes de seguir con la tesis (o mientras sigo con ella).

Sí, ok. Para hacer el índice me estoy agarrando de modelo Sinne, Gegenstände und Sensibilia de cierto asesor mío. Para mi sorpresa le estoy entendiendo al alemán (claaaro: cada tres palabras tengo que agarrar el diccionario, pero ya mis dificultades se reducen al vocabulario. Soy feliz). Pero entre más reviso su índice y sus capítulos, más me cae el veinte de que a mi tesis le está fallando justo el asunto de los objetivos. ¿Qué queremos averiguar? ¿cuáles son los conceptos que vamos a analizar? ¿qué preguntas guiarán el trabajo?

De todos modos, ya para no seguir haciéndome la sufrida, algo hay de cierto en todo esto: entre más avanza el plan de trabajo, más claras tengo las ideas. Por ahora lo único que quiero averiguar es si la conexión entre la dinámica de las facultades sensibles, y la naturaleza ontológica de lo percibido es central o no. Si es uno solo problema o son dos. Si son problemas que sostienen entre sí cierta jerarquía o no. Y de ello surgirá la respuesta a la gran pregunta: ¿una teoría de la intencionalidad es lo mismo que una teoría del significado o no?

En fin. Historias de Esponjita.

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