14 agosto 2011

Había escrito un post de lo mal que me fue en la presentación de asociados. Simple: me bloqueé. Porque tenía un guión e iba a ser una exposición oral. Y a pesar de haber pasado toda la noche corrigiendo mi super capítulo (en la que estaría basada la exposición)... ¿qué pasó?

Bueno, no abundaré en el asunto ni la crisis subsiguiente ni en mi grosería con aquella mujer que vino de Morelia sólo a verme (y ni les contaré las ganas que tenía en ese momento de tener un racimo de plátanos, ni por qué...)
Pero debo reconocer que mis compañeros se portaron a la altura: no sólo no pusieron cara de ¿qué pex Paloma? sino que debatieron al menos un punto en donde quedó claro que, efectivamente, yo no entendía algo.

Me dijo un compañero que mis argumentos no eran suficientes para atacar a Aristóteles ¿dónde lo ataqué? Pues se me ocurrió que el problema de 'recibir la forma sin material' no sólo tenía que ver con la naturaleza del sujeto cognoscente (distinto del sujeto 'cera' que también recibe la forma de ese modo) o de la naturaleza de la 'forma percibida' (la intentio de Alberto), sino ¡con que accipitur formam sine materia no daba cuenta del proceso intencional!

Me explico. Yo pregunté ¿en virtud de qué la forma impresa logra significar (bueno *significar* pues hablamos del alma sensible) a la cosa? Él me dijo que bastaba la conexión causal. Yo contesté que no y que ahí estaba el ejemplo de la memoria: no hay conexión causal, al menos no una evidente. Luego él entendió que, al exigir yo una respuesta a cómo significa el signo lo significado, exigía que el cognoscente realizara dos operaciones distintas: significar y conocer el signo como significante. Me tardé demasiado en entender el asunto, y fue la chica de Morelia la que me entendió y destrabó un poco el asunto (mea culpa de nuevo: no sólo me salva sino que soporta mi grosería).

En fin. Yo apelaba a la Memoria una y otra vez... hasta que me di cuenta de que ¡yo no había entendido el asunto!
Al llegar a casa revisé de nuevo mi capítulo. Las notas del asesor ahí eran pocas... salvo un pequeño 'por qué?' en globito azul. Y la nota estaba justo en una afirmación mía: que si en la memoria se planteaba el problema de cómo el alma iba hacia la cosa a través de la imagen ¿no debía ocurrir lo mismo con todos los demás procesos?

¡zaz!

La pregunta del compañero era, de algún modo, ésta también. Entonces me he puesto a leer 'De memora et reminiscentia' Y así comienza el tratado: la memoria, de lo que se trata, es de ir a la cosa que está fuera del alma. Y mi pregunta persiste ¿por qué no ocurre lo mismo al imaginar? ¿el proceso causal que conecta a la cosa, con su doble modo de ser material e intencional, el que resuelve el problema en los demás casos?

En fin. Pinche corrección de capítulo. Se ha dilatado una vez más. Pero esperemos que quede mejor, si acaso la sección de la estimativa (donde los globitos azules abundan abundantemente) no se pone demasiado heavy.

Me retiro gente, me retiro.

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