04 octubre 2011

Nopalito quiere conocer la nieve


Sopla el viento frío.
Quizás decir helado es demasiado pero yo, nopalito endémico, no conozco más frío que este.
Y quiero ir a conocer la nieve, y el frío verdadero.

Sopla el viento frío.
Y me sentí muy sola y muy avergonzada. Pero pensé que al final de cuentas, tan sola no estaba. Y con varias tazas de café en mi linfa, y pocas horas de sueño, finalmente te escribí un correo.

Sopla el viento frío.
¡Estoy tan asustada! Pero tú estás ahí, amigo. El único en el que confío en el universo entero. Y confío en tí porque tienes un no sé qué de libre y de "mi plumaje es de aquellos". Y porque te elegí de mi maestro quizás un poco como niña buscando brújula y rosa de los vientos. (Y no me he equivocado)

Sopla el viento frío.
Y yo, de tí, lo único que quiero es aprender a hacer mapas, y frotar las agujas para que apunten hacia el frío norte. Sólo en ti confío y sólo a tí te dejaría hablarle bien de mi a otros. Porque confío en la sinceridad de tus palabras y la pureza de tus intenciones. Pero no es eso lo que quiero de tí, arquetipo, sino aprender lo que sabes hacer, ser aprendiz de mago. Eso.

Sopla el viento frío.
Saber enfrentar el frío. Eso quiero de ti. Aprender a llevar la nieve y el viento helado. Y a volar muy lejos. Nada más y nada menos. Y tu amistad y tu enorme apoyo es don gratuito y por mi agradecido. Es todo. No más, no menos.

Sopla el viento frío.
Y haré café, y terminaré con vuestro encargo, maestro.



Danke

PD: Tocayo de mi maestro ¿dónde andas? Se te extraña...

1 comentario:

Felicidad Batista dijo...

Esponjita, un placer leer entradas como esta. Bellísima.
Por cierto, una vez comí nopales en tu hermoso país pero no estaban helados.
Abrazos