
(quienes fuimos niños en los ochentas recordamos al Profesor A. G. Memelovsky (nótese el middle name como indicación de su origen "extranjero"), extraño personaje, sinónimo de super científico, que salía en Odisea Burbujas)
1.- Me faltaron agregar algunas cosas (recuerden, estas son puras notas). La primera que el otro reencuentro del año fue... ta ta tan... ¡pos ese señor que regresó de los Unites! Y eso más bien iría a la parte de "las cosas más deleitosas del año". Y el amigo del año, pos el Paquiux. Y la cabeza del año (¡oh mi tesis no sería la misma sin él!) el señor Tormentas. Y la veterana del año, Chupacabras, mi anciana gatita de 17 años. Y ya... eso anoto para hoy.
2.- Cuando me di cuenta de que jamás terminaré la tesis si me meto demasiado con los espejitos, me puse a leer de nuevo a Hasse. Total, lo que me interesa (EN ESTA TESIS... Oh cómo me tienta para después) de la óptica de Avicena es nomás averiguar, así, en dos o tres párrafos, por qué Alberto defiende con uñas y dientes un argumento que Avicena despacha en dos patadas con un "non teneo nec intelligo". Creo que la respuesta tiene una cara sencilla y una completa. La sencilla es que la postura de Avicena implica que la luz ¡se mueve! (¡escándalo!). La compleja es mi capitulín: las "especies-intenciones" existen fuera del alma ya con todo su ser capaz de representar.
Decía el otro día que la tesis parece dos: una de los espejitos y otra de las ovejitas. Lo que quiero defender es que los espejitos explican el origen del contenido semántico de las "intenciones simples", es decir, de aquello que será compuesto y dividido por la fantasía. Y el origen del contenido semántico de las "intenciones compuestas" pues proviene de la composición y división. Lo único original –por decirlo así– de Alberto es que dicho contenido semántico –que es el contenido proposicional accesible a las criaturas sin facultades discursivas– es una intención por sí misma: la intentio non sensata. Lo que no sabemos si es original de Alberto o no es el modo en que se origina el contenido semántico de los elementos que se ponen en relación. Pero que sea original o no no es tan importante como el lugar que ocupan en el todo de la teoría. Quizás Alberto no tiene esa claridad extraordinaria de Tomás. Pero definitivamente tiene un pensamiento sumamente poderoso.
3.- A ratitos sigo leyendo Der Turm (bueno, la Torre, que no pude leerla en alemán) del señor V de Vaca (o sea Uwe). Y quizás no es tan ágil para contar historias (nada que ver con el brillante Mijail Bulgákov). Pero tiene una habilidad extraordinaria para describir ambientes y otras cosas. Cuando ya estoy muy cansada, me dan ganas de ponerme a leerlo como si eso fuera equivalente a irme a meter a la sala de La casa de los mil ojos y ponerme a acariciar al gato del nombre larguísimo (dice graciosamente Uwe que un gato ¿para qué quiere un nombre corto, si hace lo que le viene en gana y de nada sirve llamarlo a voluntad?).
Tiene un problema de traducción, pero supongo que es intraducible. Uno de los personajes circunstanciales ha vivido más de 20 años en Quito Ecuador. Y todos le preguntan, muy ansiosos, cómo ven la política alemana desde afuera quienes viven fuera de Alemania del Este. Y entonces Uwe insiste en que el tío Sándor (el personaje en cuestión) pronuncia raro el alemán, a pesar de haber nacido en Dresde. Que no hace los cortes donde van y, entre palabra y palabra agrega un "mmhhh". De pronto me cayó el veinte del fenómeno que trataba de describir. Mi profesor de griego, que además es lingüista y especialista en Tojolabal, fue quien me explicó hace años: las lenguas mayas poseen "cierre glotal" que corta las sinalefas propias del castellano. Cuando usted "imita" a un yucateco, lo que hace es, justamente, llenar de cierres glotales las palabras para cortar las sinalefas... cuando imita el profesor Memelosky a un "alemán" hace exactamente lo mismo, además de hacer de todas las "eres" "erres".
Bueno: lo que hace el tío Sándor, según trata de describir el traductor, es ponerle sinalefas al alemán... ¿cómo traducir eso?
Además Uwe se la pasa describiendo el acento "sajón" y el modo de hablar de la vecina checha. Supongo que entender correctamente todas esas descripciones (que han de ser muy buenas) implica dominar el alemán... en fin... gajes de la translatio de una lengua a la otra.
Ya. Es todo. Me regreso a Hasse... y terminemos de una buena vez con todo esto.
PD: de nuevo más abrazos a Felicidad Batista, cuyas palabras son hermosas (y acá les promociono su Blog, muy maravilloso: "Buenos Aires 1929 Café Literario".
Ah sí: el músico del año fue un austriaco, Haydn...
1 comentario:
Feliz Año Nuevo. Recuerda que nos seguiremos encontrando en el 2012. Levanto mi copa de vino espumoso y brindo con An die Freude del poeta alemán Friedrich Schiller a la que Beethoven puso música, mientras te deseo lo mejor: paz, bienestar, felicidad, literatura, éxito en los proyectos...
Un gran abrazo
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