31 marzo 2012

Día internacional de abrace a un medievalista


Para ser medievalista se requiere asumir, de entrada, una enorme soledad. Más aún si se es filósofo. Más aún si se es americano. Y todavía más aún si se vive en un país que pasó por la Cristiada, el Estado Laico, etc (o sea, México).

(Así que, en semejantes condiciones, que una medievalista en potencia se haya encontrado a un medievalista en acto, es un suceso admirabilísimo por la poca probabilidad estadística de que se diera)

Así que, así de solitos como estamos, no es de extrañar que extrañemos abrazos coleguiles. Y por ello, hace un años se creó un grupito de FB llamado "Hug a Medievalist Day". El año pasado hasta el New Yorker hico eco de lo inusitado de nuestro día. Y, bueno, es que como nosotros estudiamos cosas inusitadas, era de esperarse que...

Hoy este día me ha agarrado, paradójicamente, estudiando a Aristóteles: el temible De Anima III, 2. Es un capítulo horriespantoso. Parece no cascar del todo con lo dicho en De Anima II, 5, II, 7 y, sobre todo, II, 12, éste último donde aparece el famoso 'recibir la forma sin materia', la cuál es recibida káta tòn lógon, que tantísimo eco hará en la Edad Media, y de donde surgirá la tremenda división entre esse naturale y esse intentionale de mi amadísimo Alberto (y de dónde, dicho sea de paso, Brentano sacará su inexistencia intencional, que según Perler, toma prestada de algún escotista).

Justo en estos momentos estoy tratando de demostrar que hay una pequeña inconsistencia en Aristóteles. Pero ahora sí que voy paniqueada. El martes pasado hubo una pequeñísima (aunque cordial) confrontación entre los profes del Seminario aristotélico: o pasábamos de largo ya ese espantoso pasaje de Metafísica Z5 sobre la nariz chata y aceptábamos que Aristóteles era un idiota o... ¡no! La llave hermenéutica no puede ser jamás partir de que Aristóteles es un idiota: si no le entendemos de buenas a primeras, es porque NOSOTROS no le entendemos (¡Demiurgo, mi héroe!). Y la paciencia rindió frutos: hubo una reconstrucción bastante consistente y que finalmente nos dejó satisfechos a todos. Entonces recordé aquellos tiempos cuando me enfrenté a Física IV sobre el tiempo: al final rindió frutos todos mis golpes de cabeza y 'capté' el concepto aristotélico. ¡Claro! el De Anima es una obra famosa por la enorme cantidad de huecos y oscuridades. Pero no por ello, durante dos mil quinientos años, se ha detenido el intento por hacer inteligible al Estagirita. Si San Hipólito estuvo a punto de tirarlo a la basura, lo rescataron Filopón y Simplicio, Avicena y Averroes, Alberto Magno y Tomás de Aquino, Ross y Düring, Sorabji y Burnyeat... y Caston, sí, obvio, Caston. Entonces ¿con qué huevotes quiero ponerme a probar que Aristóteles 'se equivocó'?

Bueno, no es para tanto: nada más quiero demostrar el porqué surgió la necesidad de introducir una doctrina tan complicada como el del esse spirituale de Averroes que, después, se haría el hermoso esse intentionale de Alberto. Ni siquiera quiero demostrar que Aristóteles sí se equivocó y que Averroes y Alberto tuvieron que corregirle la plana. No. Sólo que el asunto de la 'spiritualización' no proviene exclusivamente de lo que Sorabji llama 'the contraries problem' (de ser así, entonces sólo Averroes vendría a cuento, no Alberto), sino de un problemita más: que es necesario suponer una distinción efectiva entre la 'forma' tal y como inhiere en el cuerpo, y el 'kata ton lógon' de esa misma forma, que es lo percibido por las facultades sensitivas. Esa es la lectura de Caston (a medio camino entre Burnyeat y Sobraji). Pero, luego de leer DA II, 5, 7, 12 y III, 2, ya no veo tan claro lo que Caston vio. Es decir, Caston se da cuenta de que es la mejor solución (y él mismo reconoce que es la escolástica, o similar a la escolástica, lo malo ahí es que sus lecturas 'escolásticas' dependen enteramente de Pasnau y Tweed...tuid... ¡ese! ¡Piolín! y de plano confunde a Averroes con Avicena. Digo, problema pues nomás porque... porque... ¡porque yo no he leído a Pasnau porque Tomás no me interesa! (bueno, lo leí, pero no para el asunto de mi tesis). Pero ya me perdí. Decía: creo que a Caston se le pasa un pequeño detalle que a los escolásticos, en particular a Alberto, no: percibir (la "percatación", el awareness) involucra necesariamente 'juicio' (krinein/diiudicare/discernere). ¿La lectura de Caston se sostiene en Aristóteles o simplemente es la solución a las aporías aristotélicas, independientemente de si al mismo Estagirita se le ocurrió? Yo creo que estoy a punto de probar lo segundo. Aún si no lo logro, basta con mostrar que la lectura de Caston resuelve un montón de problemas. Si a eso le sumamos la importancia del krinein/diiudicare, ¡Lotería! tenemos la versión Albertista de la percepción.

Y, bueno, eso es lo único que me falta de Aristóteles. El asunto de las Percepciones Accidentales ya está, y el capítulo de Nemesio (ese sí, meramente expositivo) también. En paquete viajarán hasta la bandeja de entrada de Herr Asesor, y espero que si tenemos éxito, y dado que en la UAMI sí trabajan la semana que entra, pueda ir a darle su abrazo en persona...

No, no espero que así sea: Así será...

¡Les mando abrazos a todos!

3 comentarios:

quique ruiz dijo...

Ta buena la foto donde aparece el título de tu blog.
Invariablemente me entretiene tu blog.
Abrazo.

Esponjita dijo...

Oiga, pues muchísimas gracias por tanta flor y por el abrazo. Va de vuelta.

Esponjita dijo...

Oiga, pues muchísimas gracias por tanta flor y por el abrazo. Va de vuelta.