26 diciembre 2012

Knowing how, knowing that

El el otro día conocí a una tuitera muy linda, (¡Saludos @saravarava!) , que me contó la historia de sus búsquedas religiosas. Y me sorprendió cómo, para ella, no se trataba tanto de saber quién estaba en lo correcto (como diría el chiste de South Park: "al final los Mormones tenían razón"), sino cuál experiencia religiosa se adecuaba mejor a su propio ánimo. Ello me hizo pensar en los ejercicios espirituales y en P. Hadot, y en la tesis de M. E.: la religión –y la filosofía– como una terapéutica. Pero, si es así, ¿dónde queda la fe, tal como la define san Agustín, es decir, como un saber qué se debe de creer

La fe y la esperanza, tal y como las define san Agustín, como aquello que se debe creer y aquello que se debe esperar ¿caben dentro de esta terapéutica filosófico-religiosa? ¿Qué tan relevante es, para el correcto actuar humano, saber que Dios es trino y uno? ¿Qué tipo de cosas son las que, al sernos reveladas, influyen en nuestro comportamiento y experiencia vital? Saber que Dios encarnó en hombre  tiene una gran importancia moral (como lo hacen ver muchos místicos medievales), pero la disputa metafísica de cómo excede con mucho el asunto moral. Agustín, curiosamente, al final da más importancia al knowing how, pues es más importante, que la fe y la esperanza, la caridad. Porque es preferible el ignorante que obra bien y de buena voluntad, que el sabio que no obra correctamente. 

Y a propósito de esto, muchos pensamientos llegan a mi cabeza en tropel, no puedo expresarlos claramente... ¿hay acaso religiones del knowing how y aquellas del knowing that? ¿Qué es primero, saber cómo o saber el qué? ¿qué relación hay entre ambas? ¿Qué relación hay entre los deseos y las creencias? ¿Cuál es esta relación?

Y dicho sea incidentalmente (y a propósito de la indagación que ha hecho mi mamá, científica, sobre las mujeres y la ciencia), he aquí que surge la necesidad de leer a una gran filósofa, Elizabeth Ascombe, y su Intention...

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Más tropel de pensamientos: revisando el De homine, llego al artículo sobre El intelecto práctico según Alberto. Me voy de espaldas. La identificación de Bueno y Verdadero es problemática... leo el texto, la sorpresa son me deja pensar claramente. A penas tengo cerebro para intentar una traducción.

(La traducción, medio tropezada, va abajo. En la traducción pongo en cursivas lo que no pude traducir bien): 

Solutio: Dicimus quod speculativus et practicus conveniunt in substantia et differunt in ratione. Et haec ratio est extensio a vero in bounum, sicut dicit Philosophus. Extenditur autem principaliter ad tria, scilicet ad bonum, et ad actuale sive operabile, et ad appetitum. Bonum enim est primum movens; primus autem motus boni est eius cui fit nuntium de ipso, et hoc est intellectus practicus non in quantum practicus, sed in quantum intellectus. Cum autem hoc bonum sit actuale sive operabile, ipsum erit in particularibus, quia omne opus est circa particualria. Quo patet per circumstantias in quibus est opus, quae dicuntur in Ethicis singularia, ubi dicit Philosophus quod 'voluntarium est, cuius principium est in ipso cognoscente singularia, in quibus est opus'. Item, bonum non nuntiat nisi in quantum est appetibile, et propter hoc extendit se intellectus movendo appetitum ad consecutionem boni, et hoc es quod dicit Philosophus quod nihil movet nisi in quantum est appetitivum. In spectulativis autem status est. In illis enim accipitur verum non ut bonum sibi. Et si accipiatur bonum, accipitur ut verum; sicut enim unuscuiusque ratio principium est veritatis de ipso, ita et ratio boni. Nec fit ibi extensio ad particularia nec ad appetitum, eo quod speculativus nihil actuale cosiderat, ut dicit Philosophus. (De Homine, 2.1.4. Quae sit differentia ipsius ad speculativum, ed. Anzulewicz, p. 485, vv. 1-25)

Solución: Decimos que los [intelectos] práctico y especulativo concuerdan en sustancia y son diferentes en proporción. Y esta proporción es la extensión de lo verdadero a lo bueno, así como dice Aristóteles [DA. 433a27-31]. Y se extiende de manera principal de tres modos, a saber, (1) hacia lo bueno, (2) hacia lo presente u operable, (3) y hacia el apetito. Pues lo bueno es lo primero que mueve; pero el primer movimiento de lo bueno es su aquello que da noticia de lo bueno, y esto es el intelecto práctico no en cuanto que es práctico sino en cuanto que es intelecto. Mas cuando esto bueno se trata de lo presente o lo operable, el mismo se dará en los particulares, porque toda operación es acerca de los particulares. Lo cual es evidente por las circunstancias en las cuales se da la operación, lo que se llaman individuos en la Ética (EN. 1111a22-24), donde dice Aristóteles que 'lo voluntario es aquello cuyo principio está en el mismo cognoscente de lo particular, en lo que se da la operación'. Además, lo bueno no da noticia sino en cuanto que es apetecible, y por esto se extiende el intelecto moviendo al apetito para alcanzar lo bueno, y esto es lo que dice Aristóteles, que nada mueve sino en cuanto es apetitivo. Pero en el intelecto especulativo está estático (status est). Pues en aquellas cosas lo verdadero es percibido no como bueno para sí. Y si percibe lo bueno, lo percibe como verdadero; pues así como la proporción de cada uno de los principios es lo verdadero de él mismo, así es la proporción de lo bueno. Y no se da ahí una extensión hacia las cosas particulares ni hacia el apetito, porque el intelecto especulativo no considera lo actual, como dice Aristóteles (DA, 432b27).

Por ahora no haré comentarios sobre esto... que tengo que acabar lo otro... pero cuando llegue a lo de intentio veri et falsi, será momento de volver. 

Pronto volveremos...

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Difieren en cuanto a la definición o el concepto" o "se distinguen según su razón" serían acaso soluciones más adecuadas a la primera línea y al problema que tienes al final con la diferencia entre bien y verdad (que no es "proporcional" sino conceptual).

Propongo que actualis lo traduzcas por efectivo (algo que ya se ha realizado, que está en acto); y sobre el asunto del nuntium boni yo lo pondría como sigue: "lo primero movido por el bien es aquello que lo anuncia (o da a notar), y esto es el entendimiento práctico, mas no en cuanto es práctico, sino en cuanto es entendimiento".

Por último ¿extensio no sería mejor ponerlo como "difusión" para no condfundirlo con algo geométrico y sí para acercarlo a aquello de que "bonum est difussivum sui"?

Esponjita dijo...

¡Muchas gracias!