07 mayo 2013

Proyecto

Tengo un gato en el regazo. Con una uña, de manera delicada pero firme, exige un cariño. No alcanza a lastimar: sólo a llamar la atención.... ¡se ha bajado! El hermano gato (Vasili Grosscat) ha ido a olisquear las croquetas, y Qualia (QualifiCatus) baja a proteger y reclamar su territorio. 

Yo he comenzado a buscar trabajo (siempre estoy buscando trabajo). Aún tengo el de la prepa, pero no dudará. No me importará ganar menos: necesito tiempo para preparar el proyecto de doctorado. En inglés: intentaré aplicar con todas mis energías. Pegue o no el asunto, el proyecto de doctorado, a donde sea, tiene que quedar ya. Ir adelantando. Lo que más quisiera es seguir trabajando con mi asesor... pero ¡pos que se vaya a Toronto o a Lovaina conmigo! O a ver qué ocurre. 

El proyecto, como sea, fue auxiliado en su delimitación justo por el ilimitado asesor: la lógica en Alberto. No hay mucho, dice, sobre el asunto. Pero ¿qué entiendo por lógica? Ese tipo de cosas son las que hay que delimitar todavía. Mi proyecto, así más o menos como me lo imagino, es hablar sobre la intencionalidad en Alberto. En todo Alberto. Desde la sensibilidad hasta la aprehensión de los universales. Su teoría del lenguaje y, si la hubiera (he aquí la parte más ensoñada de la tesis), descubrir quizás la posibilidad de que en él exista algo así como un lenguaje mental... antes del de Ockham... después del de Abelardo... en conexión con Abelardo, quizás. 

Por ahora estoy leyendo su Perihermeneias... y luego les cuento porque acabo de descubrir un montón de fuentes de dolores de cabeza, a propósito del texto... y yo tengo que trabajar mañana todavía. 

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