Die herren wâren milte,
von arde hôhe erborn.
Mit kraft unmâzen küene,
die recken ûz erkorn.
Hoy comprendí qué pasó durante 5 años. Ocurre que, cuando una se cree princesita, lo único que se le ocurre es querer darle su mano al héroe. Pero estos eran dos héroes. Uno me devolvió el espíritu y el otro me devolvió la fe. Y me cayó el veinte porque me acordé del brujo malo que me corrió de su castillo (y cuya cohorte de bufones me bufó bien feo). Y me cayó el veinte porque me acordé de que E. llamó a uno de mis héroes "brujo bueno".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario