27 febrero 2014

Profetiza

Las lenguas del mundo se dividen en cuatro: 

Vivas, muertas, zombies y frankenstein. 

Las Vivas son las lenguas naturales que poseen muchos hablantes, y cuyos hablantes las usan en la cama, en la mesa, en las mentadas de madre y en las declaraciones de amor. Ejemplos son el chilango, el texano, el tojolabal, el mandarín, etc, etc, etc. Las muertas son las que ya NADIE habla, como el Sumerio, el Acadio, el Dálmata, QUIZÁS el griego antiguo, y Hittita. 

Las Zombies son como las que nadie usa en la cama pero sí en la universidad. Éstas, a su vez, se dividen en "las más muertas que vivas" y las "más vivas que muertas". 

Al primer grupo pertenece el latín: aún se escribe en él y hay comunidades que lo hablan, a pesar de ser muy pequeñas. Al segundo, el árabe culto moderno, que nadie aprende de su madre pero que es lengua franca de millones de personas. 

 A las Frankenstein pertenecen el Élfico, el Esperanto y cualquiera de esos experimentos. 

Hay, empero, una lengua que ha sufrido una mutación antinatural: pasó de lengua viva a lengua zombie, luego la hicieron lengua Frankenstein y ahora es, de nuevo, lengua viva. Semejante historia la podía tener solamente aquella lengua en la que se redactó "El valle de los huesos secos" en el libro de Ezequiel...

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