Si vieron el Nombre de la Rosa (dije vieron, no leyeron) recordarán la extraordinaria interpretación que Ron Perlman hace de Salvatore, ese hombre que no hablaba una lengua sino que mezclaba muchas en una. Cuando yo me hago bolas con dos, sobre todo el alemán y el inglés, me dan ganas de gritarles, como Salvatore, a todos ¡Bogomilos!. Pero ¿Quiénes fueron los bogomilos? Pues los primeros Cátaros.
A lo largo de estas semanas les platicaré un poquito de ellos. Por ahora conténtense con esta pieza de música, tocada por La Capella Reial de Catalunya y Hespèiron XXI, dirigidos por Jordi Savall.
Antes de que la SOPA y el ACTA (no contentas con haber clausurado la nueva Biblioteca de Alejandría, ¡oh Gigapedia!) vengan y me echen bronca, tendré que averiguar si no me van a encarcelar por andar subiendo tan bonita música o por platicarles sobre el librito que la acompaña. Ya veremos. Mientras yo me despido. Tengo que dormir un poquito, limpiar esta pobre casa a la que ya le hace falta, y terminar con la dichosa tesis. Y 'dichosa' lo digo sin sarcasmo.
Abrazos y besos:
La impura esponjis.
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