Que no se me olvide, hoy 31 de octubre:
Estos viejos cuentos se los doy a Valerio a cambio de no podérmelo secuestrar (ni hoy ni jamás, ni yo sola ni con el aquelarre entero, ni en ningún espacio ni lugar, ni con su nombre verdadero. Y si algún día sólo si te distraes adrede, muy adrede, y sólo así... y en tacones de aguja).
Y los dejo en prenda para cuando el tiempo cambie, y pueda volver a escribirle.
Pronto volveré...
Y con jarto deseo, acá le dejo una cancioncita al Calabacito Valerio:
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