21 mayo 2007

Historia de un gato

Historia de ficción para realistas y un que otro nominalista.




A Bandala que me
dió la idea sin querer.
Al señor M. porque
a veces ronronea.

Yo tuve una vez un gato.
Luego, al revés de cómo le ocurre a los gatos normales,
éste no se enamoró de la casa, sino de otros aires de aventura...
y se fue.


Yo aquí, esperando en el dintel al gato, me consolaba diciendo:
"¡Seguro éste vuelve hoy! ¿dónde va encontrar leche tan tibia?
¿que sillón lo calentará mejor?
¿en dónde mejores pájaros y ratones podrá cazar?"
Pero el tiempo pasó y empolvó su lugar en el sillón.
Florecieron seiscientas veces las jacarandas
y regresaron año tras año los caracoles.

Y un día, sin esperarlo, me encontré a un gato...
Yo le dije ¡hola gato!
él, muy condescendiente, respondió ¡miau!.
De pronto nos reconocimos:
decidimos que lo más propio era
sentarnos a platicar en la banqueta.
Ronroneámos un poco. Acaricié su lomo
como en los días de ayer.


Era un gato feliz y un poco gordo: pero
me contó que había pasado días difíciles
en los que perdió algunas vidas.
Aún así el viaje había resultado bueno:
conoció la bola de estambre más grande
del mundo Relamió a sus bigotes de
manjares innimaginables.


Yo, que me hube quedado en casa,
le conté cómo habían seguido las cosas:
que el perro Fido murió de apoplejía,
que los ratones festejaron hasta que
llegó el nuevo gato llamado Misha.
Le conté del la noche en que cayó el meteorito
y cuando doscientos gnomos se amotinaron
en el jardín.

Él me contó de la historia de porqué le faltaba
la punta de una oreja, de sus peleas en callejones
de primer mundo, y yo hice como que no oí
cuando me habló de la niña que le daba
leche en otra cocina que no era la mía.


Llegó entonces la noche.
Yo tenía que volver a la vieja cocina
y el gato andaba por aquí hoy sólo de paso.
De hecho no esperaba verme, ¡qué gran
encuentro!, a ver cuando nos tomamos
un café -maulló el gato-
Prometió pasar por mi cocina un día de estos.





La miau esponja

PD: Ésta historieta va a propósito de lo bondadosos que se han portado con nosotros los días de azueto. Un martes que, al igual que un miércoles 5 de febrero de hace algunos años, no hubo clases

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Fragmentos de un Preludio Maullado

Y entonces aquel gato oscuro, desaliñado, lagañoso, un poco gordo, algo despeluchado, con la oreja rota por sus varios andares en su haber regreso aquel lugar de su lontana memoria...

En realidad pienso yo, el gato si esperaba ver aquella niña y aunque no sabia si se hiba a encontrar en su camino a toda esa aglomeracion de gnomos (vistos desde arriba se ven pequenhos) que en alguna a ocacion decidieron montar un show virtual quitandose la ropa al amanecer; o si tan solo hiba a encontrar depronto un par de pies pequeños en la arena de la cuidad, con un bolso de piel marron...

Y aunque el cuervo albino le dedico al gato un lastimero "nunca mas" (el cuervo ya habia aprendido a leer, unos dias antes se habia leido a su homonimo y le gusto la frase) el gato como muchos, muy ufano le dijo, Y si no?...

Alguien versaba volveran las oscuras golondrinas... pero el gato se las acabo de comer ayer a falta de pollo o de filetes de sirlon (cuando se pone de fino), asi que solo puedo decir...

Volvera el gato oscuro desaliñado, lagañoso, un poco gordo, algo despeluchado, con la oreja rota por sus varios andares en su haber a aquel lugar de su lontana memoria... a tomarse su cafe o una lechita caliente.


Atte. El Gato

P.D. Viva la famila

Livi Jazmín dijo...

A mí los gatos me dan mucho miedo, porque conocí uno que tocaba la puerta, y desde entonces esos bichos me parecen demasiado humanos. En cambio me gusta aquella canción de los hermanos rincón "una oreja negra, la otra amarilla, para oír de noche, para oír de día, etcétera."
P.D.- Asumo la autoría de cualquier respuesta irónica en "cierto debate." Ya me fastidié de tanta discusión estéril.

Esponjita dijo...

¿Viva la familia?

Esponjita dijo...

Gatito:
cuando dije gordo, me refería a un gato feliz y rozagante (contra un gato escuálido y pellejudo)
¿¿¿¿¿viva la familia?????

Darío Zetune dijo...

¡¡¡¡"viva la familia"!!!!! jajajaja....

Sí, ha sido un mes generoso en puentes, si ademá a eso sumamos que mi jefa también es generosa... so... este mes ha sido de vacaciones, jejeje.

Y no, no me censuraron el texto sobre el aborto, nomás que ahí aparece en la página 4 del Metate en la parte inferior izquierda.

Claro que la primer plana se la llevó una profe de letras inglesas, ni pex. A la hora de la argumentación, los filósofos amateurs pasamos a segundo plano.

Saludos mi querida Palomiux

...

¿Viva la familia? jajajajajajaa
aaaaaaaaa!

Darío Zetune dijo...

P.D. urgida: QUIERO UN HOMBRE!!!

bandala dijo...

Gracias por la dedicatoria! Y qué bueno ser la causante involuntaria de este texto tan lindo, que también a mi me ha gustao, mucho mucho... Por cierto, yo también tuve un gatito llamado Misha.

Señor Chiquito dijo...

Yo he tenido tres gatas: Sixtina, Athropos y Busiris. Ésta última es una señorita de casa que no conoce el frío; la segunda daba besos en la boca, pero la secuestraron; la primera se erizaba con las jergas y también la secuestraron, escapó y regresó, pero ya no fue la misma, como su gato (snif...)

bandala dijo...

Muerte a los secuestradores de gatos!! (digo yo)

Esponjita dijo...

Sí, a todos, en verdad os digo, digo, en verdad:
Mueran los secuestradores de gatos.
Mueran los duendes del pasado, exiliados y momificados, que interrumpen los queveres con los gatos.
Mueran las malas maestras de teoría literaria, las que no se sorprenden al compreder lo que significa "ideología", las que no preparan sus clases y son perversas.
Mueran, en verdad, en verdad os digo, los secuestradores de gatos.

Son gnomos perversos, malignos...

Lienzo dijo...

recien leo este post, poniendome al tanto. Yo nunca he tenido un gato, pero suelo fabricas nvos tiempos viejos. me gusta tanto tu blog.