11 diciembre 2009

Juanito y los Estoicos


1.- Renunció Juanito. No puedo dejar de acordarme del capítulo de los Simpsons, cuando Lisa es elegida reina infantil de belleza de los cigarros Laramie. Entonces aprovecha su puesto para hacer activismo contra el hábito de fumar (o sea: se vuelve contra los intereses de Laramie). Laramie quiere destruirla y lo único que encuentran es un error en el llenado de la forma de inscripción. Donde decía "deje en blanco", Homero escribió "bueno". Lisa quería evitar que los niños fumaran. Juanito quiso aprovechar una enorme cantidad de poder que de pronto llegó a sus manos. El procedimiento que se usó contra Lisa fue legal, con todo y que se usó por causas inmorales. Lo que yo me pregunto es si el procedimiento que se usó contra Juanito fue, en realidad, legal. Pero en el fondo, es lo mismo: Quien toma de pronto cierto puesto, se vuelve contra los intereses de quien lo colocó ahí. Y aquellos no tienen otra que torcer la ley para quitarlos.
No importan las negras intenciones de Juanito, ni si sí se llama Juanito, ni si traicionó la causa (ni si había una causa). Lo que importa, es que se establecieron ciertos procedimientos legales hace algunos años para evitar que voluntades particulares (ya sea enceguecidas por sus pasiones, ya sea malvadas, ya sea puristas) pudieran, a voluntad, torcer la decisión de los demás. Pero ocurrió que el Peje y los pejistas, quienes han sustentado la legitimidad de su movimiento bajo la consigna de que, ilegalmente, ilegítimamente, se les arrebató el triunfo, porque se vulneró esa legislación que protege a la democracia (a la voluntad popular); ahora, sin pudor alguno, por tratar de violentar la estructura legal, les apareció un juanito, quién, en el lugar correcto, trató de aprovechar la ocasión (como Lisa: usa el puesto que le da la cigarrera para hacer activismo anti-tabaco) Y peor tantito: lo más angustioso del asunto es que, los mismos que protestaron por que se vulneró el proceso electoral ahora se hacen de la vista gorda cuando, del modo más digno de la Cosa Nostra, como en una sesión donde están Tony el Gordo, Gorgory, el Alcalde Diamante y el gerente de cigarros Laramie, se decide en lo oscurito vulnerar la institución porque el acta de nacimiento está mal. Y yo me pregunto si, de haber habido fraude, no fueron acaso los mismos personajes quienes operaron el "fraude" del Peje, en una sesión similar... o el fraude de Cárdenas... ¿no fue lo mismo? (Qué más da: esta ciudad que vota por el PRD porque estaba harta del PRI y sus guerras sucias, se está entregando, blandita, a un gobierno netamente fascista... o fascistoide, porque a nadie le queda claro si, de perdida, Ebrard tiene algún tipo de principio moral).

2.- Gunk y los estoicos Estoy preparando mi trabajo final para el seminario de Cosmología Estoica. Estoy comenzándome a preocupar. Mis devaneos filosóficos con la edad media comenzaron cuando me aboqué en cuerpo y alma al trabajito de Siger de Bravante. Ahora que ya me mudé al siglo XIII no hago otra cosa mas que pensar en el Gunk y la mezcla y los estoicos. ¡Dios!¡qué voluble!. Bueno. La cosa está tan grave, que hoy el Danilo y yo hicimos todo un escándalo y una escenita en la Cineteca que llamó la atención a todo mundo.
La cosa era sencilla: Aristóteles, como todo mundo sabe (ajá, sí, claro) sostenía que la materia es contínua. Pero, bueno, es continua y, como todo lo continuo, es infinitamente divisible. Pero... ¿acaso el infinito no es una cosa fea y que apesta un poco? ¿medio naquita?... entonces, el aristocrático Aristóteles, para evitar concepto tan feo, dijo: "sí, ejem, sí... es infinito, pero en Potencia". Y todos, muy mensitos, creímos entender qué quería decir Aristóteles con "potencia". Y uno se lo cree... hasta que llega a
De sensu et sensato y explica Aris que pos no existe nada invisible... nada. No es que no veamos un microbio porque sea chiquito... será, en todo caso, proque no tiene límites... me explico: si no podemos ver una diezmilésima parte de un grano de mijo, no es porque sea chiquititititita, sino porque está en potencia en el grano de mijo. Si la sacáramos de ahí, la actualizaríamos y la podríamos ver (es decir: según Arstóteles, bastaría que el microbio tenga límites definidos para ser visible... bueno: piénsenlo: si es imaginable, ¿por qué no sería visible?)
Pero fíjense en las consecuencias de esta extraña teoría de la visión:
o sea... en potencia significa que... digamos... subsiste en el grano de mijo... porque si la materia fuera un continuo divisible infinitamente, no en potencia, sino el acto... entonces Zenón tendría razón (el eleata, no el estoico) y nunca terminaríamos de pasar con la mirada todo el infinito grano de mijo. O sea... ya me duele la cabeza, pero trataré de resumirles el origen de la disputa entre el Danilo y yo. Pues para los estoicos, a diferencia de Aristóteles, la materia es divisible, EN ACTO, infinitamente, pues es un contínuo. Eso quiere decir que el grano de mijo ya posee, en la realidad, todas las infinitas partes en las que lo podemos dividir. Ustedes dirán ¿pues no es eso lo que dice Aristóteles? digo: él nomás dice que todas esas partes, en cuanto partes, no en cuanto pedazos de materia existente, están en potencia (ese era el punto del Danilo)... pues no, señores, no: si Aris hubiera dicho eso, ya habríase anticipado a la noción estoica de continuo. No. Para ellos la cosa es más parecida a como nos la imaginamos nosotros. El rarito es Aristóteles: los pedacitos están en potencia: subsisten, no existen. Para los estoicos están en acto: como para nosotros.
Obviamente, y de eso se dió cuenta el miopesín de Plotino, si supusiéramos que la materia es atómica (¡¡cómo nosotros, íntico, tal cual nosotros lo imaginamos: moléculas, átomos, supercuerdas y esas cosas!!): no habría problema: cada átomo existe en acto siempre. La cosa era explicar un mundo continuo (no atómico, sino plenista) pero con las propiedades de existir siempre en acto... ¡ahí tienen su Gunk! Y...
Y no sólo el espacio, sino el tiempo también se comporta así... por eso nos cae mejor la teoría del tiempo estoica que la aristotélica... me explico: no puede decirse que el presente sea un punto inextenso (
more aristotélico), sino algo, digamos... con carnita temporal. Pero el presente es infinitamente inextenso. Es decir (ya lo dijo el guapo, papucho de papuchos del san Augustinus... libro XI de Confesiones, cap. 14-28... una linda tesis se escribió sobre eso): si usted dice que el presente mide un segundo, ese segundo tendrá pasado, presente y futuro... entonces si usted agarra una diezmilésima parte de ese segundo... aún así, puesto que es un pedacito de tiempo con "carnita", seguirá teniendo pasado, presente y futuro... y así... ad infinitum. Y fue cuando Agustín se dió cuenta de que necesitaba otro modo de explicar la naturaleza del tiempo, que no fuera el magro y escuálido puntito aristotélico (el νῦν), pero algo que le permitiera dar con la "carnita" del presente... y yo pensé: si eso pasa con el tiempo, con el espacio debe pasar algo similar. Ahí lo tienen... ahí lo tienen: el "instante" estoico padece de un montononón de paradojas relativas al infinito... como el "punto-con-carnita" espacial. Porque a los estoicos no les gustaba eso de que todo se explicara geométricamente. Porque ¡sí! ¡qué fácil! ¿no? digo que una línea es una suscesión infinita de puntos... ¿neto? ¿me creen?... pues fíjense que nomás no: una suscesión infinita de puntos ¿de dónde agarraría su extensión si, por definición, el punto es inextenso? igual pasa con la relación entre la línea y el plano: no tiene sentido decir que se ponene juntas un montón de líneas, una junto a otra: eso viola el principio fundamental de la línea: no tener anchura. Nel pastel: a los estoicos esas explicaciones geométricas les sonaban carentes de "carnita". Teóricamente funciona todo muy bien, sirve para explicar, para hacer modelos, pero no nos dice nada de la naturaleza ni del tiempo ni del tridimensional espacio.
Lo único malo es que de los estoicos nos queda pura pedacería.
Cuando leí la crítica de Alejandro de Afrodisia a los estoicos, algo quedó claro (a un compañero de clase, por cierto: niño listo): el afrodisio le estaba imponiendo unas cateogorías raras a Crisipo: las de aris. Y por eso sonaba absurdo. Plotino pareció entenderlos un poquitín mejor. Pero como hemos perdido tanto, no hay modo de saber qué hay detrás que hubiera podido destrabar la paradoja del infinito.

Ahora: seguro, si había tal cosa... encontrarla nos hubiera ahorrado, quién sabe, dos mil años de historia de las matemáticas (Cantor... ¡esas cosas! digo...)
¡zaz! (pero, no se preocupen: en febrero comienza un curso todititititito para mí... y ¡ah! lo aprovecharé... todititititito... un curso sobre la intencionalidad en el siglo XIII... y para allá voy... aunque me está costando un ovario y la mitad del otro... aunque muero de terror... ya no habrá noches ni días... porque al leer de sensu et sensato descubrí el transfondo aristotélico de muchas cosas avicenianas... en fin... en fin)

2 comentarios:

mostrar nombre dijo...

Oie disculpa me podrias explicar un poco mas que quieres decir con que la materia es infinitamente divisible en potencia vs en acto?

Esponjita dijo...

mándame un correo a ficinoesamor@hotmail.com