11 septiembre 2010

Muchas cosas en la cabeza.


1.- Mire la foto... ¿nota algo raro? no me refiero a que está invertida...
En la parte de abajo encontrará la misma imagen y descubrirá qué es lo que está mal.
Bueno. Pues aunque usted no lo crea, esto tiene que ver con mi tesis (¡Sí! con mi muy medieval tesis).
Nosotros nunca 'vemos' rostros. O mejor dicho, un rostro no es algo que se 'vea' con los ojos.
Cualquier cara que usted vea, posee una especie de mensaje, expresa algo. Alegría, tristeza, miedo, amenaza, etc.
Pero... fíjese bien: incluso la cara más inexpresiva da a entender algo: hay caras de 'buena persona' y de 'mala persona'. Y tan es así que los automóviles son 'expresivos'. Un vocho es bonachón, mientras que un carro de faros alargados es 'amenazante' y por eso denota status (cf. Paco quien nos remite a Eco). O sea: no sólo vemos figuras en un rostro y proporciones. SIEMPRE vemos una expresión (incluso la inexpresiva).
Pero ¿vemos? nosotros sólo vemos colores y figuras (las cuales, dicho sea de paso, no las 'vemos' directamente, pues sólo vemos cambios de iluminación. La percepción de la discontinuidad no es obra de los 'ojos' ni de las 'manos'... es una operación que realiza el cerebro con esos datos...).
Pero demos por supuesto que también 'vemos' figuras. Bueno, pues al ver la figura de un rostro, vemos mucho más que discontinuidades. Vemos también 'su intención' (quién ha sido asaltado en un microbús, tiene la costumbre de ver un rostro que se sube para averiguar sus 'intenciones').
Pero ¿cómo pueden 'verse' las intenciones de alguien?
Es en este momento cuando la metáfora "los ojos son las ventanas del alma" es algo más que una metáfora.

La imagen de Ratzinger, creo, es una broma. Pero está inspirada en una famosa imagen que aparece en los libros de psicología. Ahí, lo que pretende demostrarse es que el cerebro procesa la información de los rostros de tal modo, que no se percata de qué es lo que está al revés. Primero identifica la boca y los ojos. Luego compone todo lo demás. Pero como primero identificó ojos y boca (quienes son los transmisores del mensaje) no se da cuenta de que el contexto del rostro no concuerda... o mejor dicho: tal experimento podría demostrar que siempre vemos los ojos y la boca de manera independiente del contexto del rostro. ¿Por qué? quizás porque el 'proceso' que sufre la imagen de 'ojo' y 'boca' depende de una capacidad distinta a aquella que ve las figuras y los colores.
Bueno... del hecho de que hay cosas que 'vemos' y de las cuales percibimos cosas que 'no vemos' se dio cuenta Alfarabí, Avicena y, por supuesto, Alberto Magno. Hay algo que no puede decirse 'visto' y, sin embargo, acompaña a la visión. La oveja 'percibe' algo en el lobo que no 've'. Y si no puede decirse que se 've', pues es información 'distinta' que se procesa con un órgano 'distinto' del que ve figuras y colores. Así, pues, introdujeron la estimativa: ella capta ese tipo de cosas que no se 'ven' pero que van ligadas indisolublemente a lo que se 've'.
Pero la psicología aristotélica no da room para explicar eso. No sólo porque no haya explicado un fenómeno del cual parece no haber dádose cuenta (o quizás sí, pero entonces no comprendemos bien qué entendía por phantasma ni cuáles eran los contenidos que le atribuía).
No, no sólo por eso. También porque en su psicología todo contenido cognitivo está determinado por los conceptos universales.
Es decir. En el caso de la acción práctica (veo un pastel y me lo como), la estructuración de la acción es la siguiente. Sé que Todo pastel es antojable (antojable= quiero comerlo). Ésta es una proposición universal que contienen conceptos universales. Ahora bien. Al ver un individuo lo reconozco bajo cierto universal: ésto es un pastel. Luego, puesto que todo pastel es antojable, y puesto que antojable=quiero comerlo, entonces A éste pastel me lo quiero comer (¿o el acusativo ya designa la acción?)

Todo pastel es antojable
Todo lo antojable es algo que me como.
Este pastel es antojable
_________
Me lo como <-acción es la conclusión del silogismo práctico.

Bueno. Si toda acción práctica está regida por conceptos universales ¿reconocer la 'intención' de un rostro es también un concepto universal?
Si pudiera decirse que el reconocimiento de la sabrosura del pastel es un proceso que ocurre de manera inmediata, aunque bajo este esquema conceptual (pues no puede decirse que la ratio particularis involucre procesos dilatados en el tiempo), ¿pasa lo mismo con una oveja que reconoce inmediatamente la intención del lobo... o nosotros que reconocemos la intención del rostro?
La cosa, pues, no sólo es explicar cómo le hacen los animales para reconocer el peligro (si uno cree que ahí está el quid del asunto, tuerce la discusión), sino cómo le hacemos los humanos para reconocer cosas tan complejas como la intención de un rostro. Por más que usted le busque, no va a hallar modo de demostrar que, detrás de ese reconocimiento, se encuentra un proceso racional, es decir, que dependa de razonamientos con conceptos universales. ¿Por qué? porque no hay un concepto bajo el cual caiga cierta disposición de un rostro. Quizás haya una representación, cierto, pero ¿tiene la forma de un concepto?
Y de eso, creo, es de lo que se dio cuenta Avicena. Es decir: hay ciertos contenidos con valor práctico que no puede procesarse como conceptos universales.
Pero si no se procesan así, ¿qué son? ¿son conceptos universales que se procesan de manera no conceptual, o simplemente no son un concepto de ningún modo?
Avicena, creo, está atrapado aún en la semántica aristotélica: no hay significados que, ontológicamente no sean del tipo 'universal'. Por eso para él las 'intentiones' (que no intenciones, aguas) son el modo en que el alma sensible puede procesar algo que, para el alma intelectiva, es un vulgar concepto.
Pero también se da cuenta de que incluso en los hombres existe el procesamiento no conceptual. Por ello mete a la estimativa como una facultad irracional que, por igual, compartimos animales y hombres.

Bueno... y ¿qué?
Según algunas investigaciones (publicadas en el blog Ciencia Cognitiva que está por ahí abajo, perdido entre el bloguerío que tengo reseñado en la columna derecha de éste, su utitadixerim), existen conductas sociales que procesamos de tal modo, que parecen 'instintivas'. Pero son tales como ¡no toser en una conferencia!...
Bueno... la cosa es que para Avicena, la diferencia entre los animales-bestias y los humanos radica en el carácter universal o no universal de la 'intentio'. Los animales sólo pueden 'percibir' intenciones del tipo 'peligroso' o 'benéfico', mientras que nosotros podemos percibir 'vergonzoso', 'deleznable', 'honroso', etc. Y supone eso porque tales complicadísimas intenciones no son explicables sin conceptos universales.
Según la investigación que les refiero, no necesitamos del contenido universal para que nuestra 'estimativa' funcione: simplemente, casi por 'instinto' no podemos toser en una conferencia. No nos podemos desnudar en público (todos los que estuvimos con Tunick sufrimos mucho para quitarnos la ropa... y no lo hubiéramos hecho si la manada gregaria no lo hubiera hecho). Ese tipo de comportamientos nada tiene de racional: son gregarios.
Pero hacer de los comportamientos sociales, regidos por 'conceptos universales', un comportamiento tan 'irracional' como el de las bestias, era demasiado para Avicena... pero aunque necesitemos del concepto de 'vergüenza' para no desnudarnos en público -aunque nos estemos muriendo de calor'- necesitamos una fuerza distinta de la racional que actúe con inmediatez. Y de nuevo: Avicena lo sabía.

Ahora bien: aunque todo esto se refiera a comportamientos prácticos (en el caso de Avicena), de lo que estamos hablando es de la información que permite el comportamiento práctico, no del comportamiento mismo. Tenemos que reconocer la situación antes de poder actuar en consecuencia. Por eso, para Avicena, la estimativa es una facultad cognitiva, unida a las facultades prácticas, pero sin embargo cognitiva.

En fin... ¿entendieron esto Alberto Magno y Tomás? ¿Avicena es un visionario por identificar un fenómeno que Aristóteles no, y, sobre todo, por el esfuerzo de dar cuenta de él? ¿Alberto Magno quiere explicar lo mismo que Avicena, o simplemente no?
Eso corresponde a la parte histórica. La parte 'conceptual' de la tesis, debe afrontar otros problemas:
¿La identificación de información del tipo "la intención de un rostro" es una creencia? Si, según la semántica y la filosofía de la mente contemporáneas, no lo es al no estar constituída por patrones racionales ¿qué carajos es entonces? Nos da información del mundo que permite procesar nuestros deseos. ¿Por qué no es una creencia? Y, todavía más... ¿los animales racionales procesamos toda creencia a nivel conceptual?

En fin... otra vez me oí ingenua... lo sé...

Y... y sus respuestas, queridos míos, al asunto de los derechos de los animales, vienen pronto. Manuel me mandó interesantísimo artículo que estoy leyendo. Andrea señaló puntos interesantes (¿por qué están mal las corridas de toros pero bien comer vacas?) y Uchití me ha hecho pensar en el asunto de la crueldad como un problema humano respecto al humano, no respecto al animal. Quedan sin embargo dudas... por eso aún no puedo contestarles.
Salvo al último punto de Uchití -sobre el linchamiento- ¿responde, acaso, a la parte animal de procesar información humana? Eso es lo que traté de plantear en este post.


Los quiero (y que el Lobito vea que estoy piénsele y piénsele...)

La esponja que tiene pésima ortografía en alemán...

PD:
La foto 'macabra':

2 comentarios:

quique ruiz dijo...

Este post me gustó mucho, sobre todo porque hay cosas en las que nunca había pensado. Me has dado material para pensar.

quique ruiz dijo...

Oye, una duda, no me queda muy claro a qué te refieres con 'concepto' o a que un proceso sea conceptual. ¿A qué te refieres?