
Bueno: segundo día sin pastillita.
¡Ok! ¡No tengo madre!
¡Bueno, de hecho tengo mucha madre y por eso no tengo vergüenza!
¡Tanto la jodí con que me consiguiera un psiquiatra, que me lo consiguió! Y fui a la terapia, y todo parecía estar muy bien. Bueno, de hecho: todo está muy bien. Hasta compré la pastillita. Y mi papá ya me reteexplicó y me retetranquilizó: "es una mini dosis, no te va a causar dependencia, no te va a hacer adicta, no te va a poner pendeja, confía en tu doctora"
Y yo, ¡pues sí confío en ella!... pero eso de que me va a regular el sueño... (y yo misma no entiendo por qué eso es lo que me da más repeluz de todo... no sé).
Y anoche, después del post, me puse a escribir sobre mi misma... y me salieron ¡14 cuartillas!... y yo me preguntaba ¿y por qué siento tal? ¿y tendrá que ver con que en la primara cual? ¿y será la cosa con mi relación con mi papá y mi mamá y Aurora y Ray y mi abuelita? Y... y recordé cuando era feliz con Daniel ¡y hasta sentí un enorme sentimiento de agradecimiento por enseñarme a que una línea lineal no sonara con sonido pleonásmico (como ésta, digo por ejemplificar)!
Y bastó escribir (algunas horas, no lo niego). Y escribí mucho, mucho, mucho. Y lo maravilloso no es que entendiera algo nuevo sobre mi, sino que escribir como idiota me bajó las ganas de asesinar a la novia-o-lo-que-sea de Daniel, y a Daniel, y dejé de sentir cosas gachas como que ojalá Daniel fracase en la vida (y sentí: ¡ojalá que sea feliz! ¡y que su morra sea muy tierna! y que encuentre un camino y parece que lo está encontrando... y... y...).
Pero sin autoengaños, además. Porque ahí anda jode y jode el sentimientito malévolo.
¿Saben?
El día que vi La Bella Durmiente, me reconocí en Maléfica. Digo, no porque sea el único personaje inteligente (y sarcástico, nótese), sino que su malevolosidad proviene ¡no de juntarse con Satanás! (como lo menciona cuando se hace dragón para freír a Felipe) ¡Sino de que está toda resentida porque no la invitaron al bautizo de Aurorita! Eso le queda muy claro a todo mundo: la maldad de Maléfica es puro resentimiento. Hasta a ella le queda claro "Hoy, después de 16 años, dormiré bien"... Puro resentimiento, caray, puro revolverse... Ella es la encarnación del mal (digo, es una de las pocas películas de Disney con un poquito de simbología teológica). Pero eso es el mal: resentimiento. (Bueno, por eso me gusta Robin Hood también: porque ahí el mal es la ansiedad de poder, pero es una caricatura de los setenta, ¿qué se podía esperar? je)
Y al ver el resentimiento de Maléfica, me vi Verde y Treintona.
Pero justo lo bueno es que antes me identifiqué con Aurora/Rosa que anda toda soñadora con el príncipe Azul. Así estaba yo a los 13/15 años... sueñe y sueñe. Y me gustó recordar esa etapa toda feliz y bonita. Y luego pensé: así que hasta la princesa puede volverse Maléfica... basta que le rompan el corazón.
Ahí sigue el nudito en el estómago, señal inconfundible de que la ansiedad/angustia o como se llame no remite. Y de que la pastillita es fundamental.
Pero por ahora tengo suficiente concentración para trabajar. ¡Dejen nomás les cuento!
Hoy en la mañana, ya con bastante sueño, decidí suspender el trabajo e irme a dormir (ok: no dormiré como gente normal, pero prometo DORMIR. Eso que ni qué. Cuando el cuerpo lo pida, lo obedezco).
Ah, les decía. Entonces releí con cuidado la parte que estoy anotando, y ¡dale de nuevo! que Alberto menciona el famoso Speculum Animatum (espejo animado), y hace analogía con él para explicar cómo funciona la imaginación. Entonces, el grandísimo de Anzulewicz pone en el aparto crítico en qué otro lugar Alberto habla de él. El Lobito ya me había pasado un... ¿cómo se llamará? pues algo así como la versión preliminar del De Homine (ejem... ejem... mi asesor es muy chingón y consigue cosas muy chingonas) y me puse a buscar ahí.
Y ¿Qué creen que es el espejito animado? ¡¡Pues un espejo Cóncavo!! Y justo lo que sabía Alberto, de mano de un pseudo Euclides, es que la imagen no está en la Superficie del espejo, sino que se concentra en un punto. ¡¡¡!!! (O sea, orita me meto a la wiki para entender mejor el asunto, y de paso les pido clase a mis papás físicos que se titularon con una tesis sobre óptica).
Bueno, el caso es que en Alberto el status de las "similitudines" de los objetos físicos es muy complicada: no son ni cosas extensas (no tienen cantidad ni son cantidad en términos escoláticos), ni tampoco son inmateriales. Y yo me rompía mi cabecita para entender eso. A punto estuve de decir: ¡es un incoherente! ¿ya ven? ¡Si todos tienen razón! y etc, etc.
Pero eso del espejito me hizo dudar.
Bueno, pensé, si la analogía hasta resuelve el problema de cómo comparar una imagen pequeña con una grande, o una que está a la derecha con una que está a la izquierda (el problema aristotélico de que la krinein debe ser un punto indivisible pero divisor... no pregunten, me da hueva explicarlo), entonces quizás en entender esa analogía radique el meollo del asunto, y Alberto, después de todo, no esté diciendo cosas raras, sino que está apelando a un fenómeno bien estudiado por la óptica.
Y puse en Google (¡oh Google que todo lo sabes!) "Speculum Animatum" e "imaginatio"... y ¡¡¿¿Qué creen??!!
Lo primerito que sale es un artículo sobre LA INTENCIONALIDAD EN ALBERTO Y EL SPECULUM ANIMATUM!!!!!
glup!!
glup!!
recontraglup!!
Y sí... me sudaron las manos. Y sí.. escribí impulsivamente correo a asesor. Y sí, nudito en la panza y toda la cosa... pero... pero... mi mente, sicut per speculum nomás estaba pensando en el espejito...
A diferencia de Maléfica, yo todavía tengo otro objetivo en la vida además de desquitarme de los Reyes de "un país muy muy lejano". Tengo que terminar la tesis. Y a eso nos dedicaremos. Con la pastillita junto, eso sí... no vaya a ser...
¡Ok! ¡No tengo madre!
¡Bueno, de hecho tengo mucha madre y por eso no tengo vergüenza!
¡Tanto la jodí con que me consiguiera un psiquiatra, que me lo consiguió! Y fui a la terapia, y todo parecía estar muy bien. Bueno, de hecho: todo está muy bien. Hasta compré la pastillita. Y mi papá ya me reteexplicó y me retetranquilizó: "es una mini dosis, no te va a causar dependencia, no te va a hacer adicta, no te va a poner pendeja, confía en tu doctora"
Y yo, ¡pues sí confío en ella!... pero eso de que me va a regular el sueño... (y yo misma no entiendo por qué eso es lo que me da más repeluz de todo... no sé).
Y anoche, después del post, me puse a escribir sobre mi misma... y me salieron ¡14 cuartillas!... y yo me preguntaba ¿y por qué siento tal? ¿y tendrá que ver con que en la primara cual? ¿y será la cosa con mi relación con mi papá y mi mamá y Aurora y Ray y mi abuelita? Y... y recordé cuando era feliz con Daniel ¡y hasta sentí un enorme sentimiento de agradecimiento por enseñarme a que una línea lineal no sonara con sonido pleonásmico (como ésta, digo por ejemplificar)!
Y bastó escribir (algunas horas, no lo niego). Y escribí mucho, mucho, mucho. Y lo maravilloso no es que entendiera algo nuevo sobre mi, sino que escribir como idiota me bajó las ganas de asesinar a la novia-o-lo-que-sea de Daniel, y a Daniel, y dejé de sentir cosas gachas como que ojalá Daniel fracase en la vida (y sentí: ¡ojalá que sea feliz! ¡y que su morra sea muy tierna! y que encuentre un camino y parece que lo está encontrando... y... y...).
Pero sin autoengaños, además. Porque ahí anda jode y jode el sentimientito malévolo.
¿Saben?
El día que vi La Bella Durmiente, me reconocí en Maléfica. Digo, no porque sea el único personaje inteligente (y sarcástico, nótese), sino que su malevolosidad proviene ¡no de juntarse con Satanás! (como lo menciona cuando se hace dragón para freír a Felipe) ¡Sino de que está toda resentida porque no la invitaron al bautizo de Aurorita! Eso le queda muy claro a todo mundo: la maldad de Maléfica es puro resentimiento. Hasta a ella le queda claro "Hoy, después de 16 años, dormiré bien"... Puro resentimiento, caray, puro revolverse... Ella es la encarnación del mal (digo, es una de las pocas películas de Disney con un poquito de simbología teológica). Pero eso es el mal: resentimiento. (Bueno, por eso me gusta Robin Hood también: porque ahí el mal es la ansiedad de poder, pero es una caricatura de los setenta, ¿qué se podía esperar? je)
Y al ver el resentimiento de Maléfica, me vi Verde y Treintona.
Pero justo lo bueno es que antes me identifiqué con Aurora/Rosa que anda toda soñadora con el príncipe Azul. Así estaba yo a los 13/15 años... sueñe y sueñe. Y me gustó recordar esa etapa toda feliz y bonita. Y luego pensé: así que hasta la princesa puede volverse Maléfica... basta que le rompan el corazón.
Ahí sigue el nudito en el estómago, señal inconfundible de que la ansiedad/angustia o como se llame no remite. Y de que la pastillita es fundamental.
Pero por ahora tengo suficiente concentración para trabajar. ¡Dejen nomás les cuento!
Hoy en la mañana, ya con bastante sueño, decidí suspender el trabajo e irme a dormir (ok: no dormiré como gente normal, pero prometo DORMIR. Eso que ni qué. Cuando el cuerpo lo pida, lo obedezco).
Ah, les decía. Entonces releí con cuidado la parte que estoy anotando, y ¡dale de nuevo! que Alberto menciona el famoso Speculum Animatum (espejo animado), y hace analogía con él para explicar cómo funciona la imaginación. Entonces, el grandísimo de Anzulewicz pone en el aparto crítico en qué otro lugar Alberto habla de él. El Lobito ya me había pasado un... ¿cómo se llamará? pues algo así como la versión preliminar del De Homine (ejem... ejem... mi asesor es muy chingón y consigue cosas muy chingonas) y me puse a buscar ahí.
Y ¿Qué creen que es el espejito animado? ¡¡Pues un espejo Cóncavo!! Y justo lo que sabía Alberto, de mano de un pseudo Euclides, es que la imagen no está en la Superficie del espejo, sino que se concentra en un punto. ¡¡¡!!! (O sea, orita me meto a la wiki para entender mejor el asunto, y de paso les pido clase a mis papás físicos que se titularon con una tesis sobre óptica).
Bueno, el caso es que en Alberto el status de las "similitudines" de los objetos físicos es muy complicada: no son ni cosas extensas (no tienen cantidad ni son cantidad en términos escoláticos), ni tampoco son inmateriales. Y yo me rompía mi cabecita para entender eso. A punto estuve de decir: ¡es un incoherente! ¿ya ven? ¡Si todos tienen razón! y etc, etc.
Pero eso del espejito me hizo dudar.
Bueno, pensé, si la analogía hasta resuelve el problema de cómo comparar una imagen pequeña con una grande, o una que está a la derecha con una que está a la izquierda (el problema aristotélico de que la krinein debe ser un punto indivisible pero divisor... no pregunten, me da hueva explicarlo), entonces quizás en entender esa analogía radique el meollo del asunto, y Alberto, después de todo, no esté diciendo cosas raras, sino que está apelando a un fenómeno bien estudiado por la óptica.
Y puse en Google (¡oh Google que todo lo sabes!) "Speculum Animatum" e "imaginatio"... y ¡¡¿¿Qué creen??!!
Lo primerito que sale es un artículo sobre LA INTENCIONALIDAD EN ALBERTO Y EL SPECULUM ANIMATUM!!!!!
glup!!
glup!!
recontraglup!!
Y sí... me sudaron las manos. Y sí.. escribí impulsivamente correo a asesor. Y sí, nudito en la panza y toda la cosa... pero... pero... mi mente, sicut per speculum nomás estaba pensando en el espejito...
A diferencia de Maléfica, yo todavía tengo otro objetivo en la vida además de desquitarme de los Reyes de "un país muy muy lejano". Tengo que terminar la tesis. Y a eso nos dedicaremos. Con la pastillita junto, eso sí... no vaya a ser...
A partir del segundo 36... me sentí toda identificada con Romina...
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