18 julio 2011

Tercero del día

Y al final...

vino la fortuna y me dio tremenda azotada.

veamos cómo carajos me va hoy...

*******
Le dije... ¡qué día!

1.- Asesor me manda concentrarme (cosa que evidentemente me está costando uno y la mitad del otro –ovario).

2.- Dennett me hace entrar en crisis. De pronto ya no sé por qué Searle me parecía tan convincente. No. La habitación del cuarto chino apela a intuiciones que bien podrían ser tan ingenuas como la infalibilidad de la percepción. No sé qué pensar. Sobre todo porque el capítulo de Alberto cada vez parece demostrar que esa intuición comenzó a mover las respuestas de Alberto... esa intuición... los Qualia... entonces entendí a J.M. cuando finalmente renegó de Searle. Y yo, sin querer y después de 12 años de dualismo (y mi solipsismo innato) comencé a reconciliarme con la vieja religión de mis padres: el materialismo monista.

3.- Sabiendo que voy a ver a mi amigo Cristiano-Pentecostés-Homeópata, toda la clase versa sobre el fraude que es el cristianismo y la homeopatía... yo siento como si algún genio maligno se estuviera burlando de mi. Pero la clase se pone más "haevy". Samuel (un compañero) pone dos ejemplos de posibles Qualia: a todos los colombianos les debe gustar el café y a ningún alemán le gusta el chile (ají). Yo ya no supe si se llevan así de pesadito o de veras hoy Samuel andaba de profético.

4.- Quiero decirle dosmil trescientas cosas al asesor... no sólo sobre el "habitus" sino sobre los colores en Alberto, sobre los apéndices materiales, sobre... y lo veo y enmudezco. Estuve a punto de pensar en la canción de Shakira ("se me acaba el argumento y la metodología...") pero no creo que vaya el asunto por ahí. No sé de dónde le agarré el pánico que le tengo, si él es la persona más cariñosa del mundo. Eso me lleva al punto 5.

5.- Vi a Bernardo, contra todo buen consejo de todo mundo. Bueno, 3 horas. Tal como lo planee. ¡Carajo! ¡Me cayeron tantos veintes! Lean el post de abajo. Ahí narro la historia de lo que me "pareció" ver. Pues no fue un mero qualia aparente: Bernardo me confirmó toda la historia. Y yo, 16 años después traté de confesarle que en aquél tiempo enloquecí por él. Y algo dije y de algo se dio cuenta y se hizo pato. Supongo que dentro de 16 años lo volveré a intentar y volveré a fracasar... jajaja. Pero entonces pensé en que mi "amor platónico" se quedó en el plano de lo imposible (bueno, acababa de ver cómo se le rompía el corazón por otra chica). Y aunque ni yo me di cuenta cómo, dejé pasar aquello y continué con mi vida. Y así conocí a mi Arcángel y lo amé enloquecidamente. Y fui feliz.
Sí, me preocupan las figuraciones que me hago sobre mis "amores platónicos". Sí, me preocupa la sensación de que justo me enamoro de los hombres que jamás se enamorarán de mi. Pero luego reflexiono y me doy cuenta de que algún espíritu vital en mi me protege (¿Cautelas naturales?) y si las cosas se muestran como sin salida, algo en mi sigue viviendo.
Le conté a Bernardo cómo me sorprendo ahora, a penas 6 meses después de la ruptura con Daniel (o de que me dí cuenta de la verdadera ruptura), ya estoy casi como si nada. O como si nada. Me doy cuenta de que me recuperé sorprendentemente rápido: es que me dolió tanto el madrazo, que de veras creí que jamás de los jamases se me iba a quitar el dolor. Pero no... no.
Eso sí. Traigo una angustia de la chingada por el futuro. Y en eso estamos igual Bernardo y yo. Como que de repente abrimos los ojos y vemos a los compañeros de generación con grandes trabajos, doctorados y familia e hijos. Y ¿nosotros? Nosotros estamos pagando la factura de una puta depresión que nos dio al final de la licenciatura (a cada uno).

¡¡¡Pero lo de Daniel no me tumbó!!! Con todo, llevo media tesis (¡sí, debería haberla acabado ya!). No... pasé una crisis muy cabrona... pero no dejé de trabajar. Ahora que estoy paniqueada por el dead line me doy cuenta que en esos meses culeros trabajé mucho: no sólo saqué jugo a Dennett y Searle, sino que traduje la mitad de Anzulewicz (¡y mierda que me falta la otra mitad!) me eché a Nuchelmans, redacté el borrador del primer capítulo de tres, y por fin entendí muchas cosas de Alberto. Y eso lo hacía mientras me emborrachaba públicamente en Facebook, mientras no comía y le mentaba la madre a la novia de Daniel (ardida al fin)... seguía... algo seguía en mí. NO... no me deprimí. Nomás estaba que me llevaba la chingada.

Y ahora al fin estoy en paz con Daniel. Pero no sólo eso. Logré entrar en paz con mi papá. Ahora que mi abuelita necesita que la cuiden porque mi tío, el que la cuidaba, está enfermo, logré hacer equipo con mi papá para cuidarla. Y el siempre fiel y muy leal Paco, el mejor amigo del planeta tierra, está conmigo en todo esto. Y le dije a mi papá algo que me nació en ese momento: "quiero que vengas no para hacerte cargo de mi abuelita sino porque te extraño. Y me gusta mucho poder hacer esto junto contigo"

Bueno ¿y el asesor qué tiene qué ver con todo esto? Pues no sé. Pero algo me queda muy claro. Sea lo que sea que me apanica de estar con él, es algo que forma parte de mi constitución; que está relacionado con no poderle decir ni una palabra a Michael Chase cuando vino a México a pesar de ser mi ídolo número uno en el mundo, que tiene que ver con mi incapacidad de contestarle los correos al Piu, y que se relaciona íntimamente con mi incapacidad, a los 13 años, de pedir una pizza por teléfono. ¿Qué es? ¡Quién sabe! ¡Hasta mi Tío Horacio me ponía en ese estado! Ni idea... pero así soy. Me apanico.
Y no, no es ni enamoramiento, ni transferencia paternal, ni maternal. Es simplemente que así me pongo yo con los "adultos", y en este momento él es la única figura de autoridad que tengo, y le debo el jodido capítulo.

6.- Soy trasparente. Pero si ni yo me puedo interpretar ¿podrán los demás? Por eso mejor les digo mejor lo que siento. Porque no es nada del otro mundo... y es, con todo, hermoso. Mi viejo amor por Bernardo, que extraño a mi querido Arcángel, que quiero entrañablemente a Daniel y que sí, la relación ya me estaba jodiendo a mi también. Y todo lo demás...

7.- y último. Hago lo que me gusta. Estoy en el camino. Y el camino es lo que ha de disfrutarse. Y vivir es bueno y con eso basta. (Y si me muero pues ya que. Estoy entera y contenta)

El viernes cumplo 32 años. Y estarán bien cumplidos.

Esponjita.

No hay comentarios.: