08 abril 2012

Soneto / Hálito




Hálito

Eres tú como el viento, rápido y exquisito. 
Cabes todo en el centro de estrecha caracola, 
y susurras –fingiendo el romper de la ola–, 
mil promesas de sal y de abismo infinito. 

Porque es potestad tuya el tornarte sutil,
y abrazar desde aquí la superficie de astros
que imprimen, al tocarte, de sus luces los rastros,
y recorres el cielo, transfigurado añil.

Y sin irte de allá, vuelves cual gentil brisa, 
para que entonces yo, con palabra traviesa
me robe tus colores al provocarte risa.

Y en espiral recorre, de talón a cabeza,
tu carcajada roja mi carne blanca y lisa,
tu espíritu polícromo, vuelto estelar, la besa.


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Bitácora del soneto:

Addenda: pues nada, desapareció el 'tornado' porque, a ver, a ver ¿cuál era el sujeto, y el verbo, y el objeto directo? Pues sí, ahora entiendo por qué el Himno Nacional Mexicano es casi incomprensible, por qué tiene sintaxis casi de latín clásico y tiempos verbales fósiles...¡zombies! Porque a ver, ese subjuntivo futuro terminó hecho un verdadero monstruo ¡Masiosare, el extraño enemigo!

Bueno. Pedro Miguel (Navegaciones) acudió a mi auxilio no sólo con una buena explicación sobre los sonetos alejandrinos y dos ejemplos (¡amé el soneto de Alberti, ahora se los transcribo), sino que además analizó el mío y me explicó sus errores ¡Gracias!. 

Por otro lado, además de lo descuadrado de algunos versos, me molestaba no poder meter completa una idea por estrofa (de hecho, lo ideal para mi es que todo el soneto tenga una sola idea). Y me di cuenta de que había redundancias. Y, además, por mis angurrias por hacer rimar, metí "color" y ¡ándale chiquita, ponte a buscar palabras que rimen!. Total que yo a fuerzas quería meter la palabra "cinta" porque el otro día se me perdió la cinta del cabello, pero aquello iba a acabar como la del moño colorado. Así que mejor buscar otra idea... total, el último terceto había salido muy a fuerzas.

Bueno, la imagen que les pongo es de Atanasius Kirchner, algo así como un cabalista erudito del siglo XVI o XVII (no, dejen lo wikipedeo, esperen... sí, XVII). Como la idea del soneto es que el aire toca al mismo tiempo los astros y la tierra (bueno, ubíquense en la cosmología antigua: estamos hablando del mundo sub-lunar), la imagen me pareció propicia. Y pues ya. Me regreso con Aristóteles. Gracias a todos. 

Eso sí: esta versión de soneto sigue abierta a destripes. Al final me di cuenta de la abigüedad de "tornado estelar". Yo me refería originalmente a los tornados tipo Texas (o Kansas, pues), pero al final no me molestó que pudiera tomarse también como participio pasivo... en fin. A ver qué les parece.

Acá les dejo el bellísimo soneto de Alberti: 



Marinero en Tierra 

Sobre tu nave -un plinto verde de algas marinas, 
de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar-. 
capitán de los vientos y de las golondrinas, 
fuiste condecorado por un golpe de mar. 

 Por ti los litorales de frentes serpentinas, 
desenrollan al paso de tu arado un cantar:
 -Marinero, hombre libre, que las mares declinas, 
dinos los radiogramas de tu estrella Polar. 

Buen marinero, hijo de los llantos del norte, 
limón de mediodía, bandera de la corte 
espumosa del agua, cazador de sirenas; 

 todos los litorales amarrados, del mundo, 
pedimos que nos lleves en el surco profundo 
de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas. 

 Rafael Alberti.

2 comentarios:

Alviseni dijo...

órale, pues a ver si haces más. chida la bitácora detrás del soneto.

Pedro Miguel dijo...

Encuentro que la prosodia funciona ahora mucho mejor. Extraño el tornar del tornado porque era una expresión más de la espiral --y no encuentro ambigüedad alguna en la imagen de tornados estelares: se llaman galaxias.

¿Una sola idea a lo largo del soneto? Léete el comentario de Paz a su propia traducción del "Sonnet en ix", en El signo y el garabato, que puede resultarte enriquecedor ;)