18 julio 2013

El mundo quieto


Vencidos por el poder de la cámara, los pintores al fin renunciaron a sus propios ojos.

Juan Carlos Manjarrez

Antes de la fotografía de seguro nuestra concepción intuitiva del mundo era diferente. Los chorros de agua como un todo dividido en gotas perfectamente esféricas es algo que le está negado a nuestra estructuración de la percepción sensible. Fue un estroboscopio y el nitrato de plata lo que modificaron nuestra sensación acerca de lo que es lo más real. Y es por ello que no sorprende que los pintores llamados "hiperrealistas" no tengan más idea de cómo reproducir algo muy verdadero sino imitando a la fotografía. No se les ocurre, por ejemplo, hacer algo como el impresionismo donde lo que se reproduce es la sensación de movimiento. En cambio los "hiperrealistas" reproducen la sensación que nos dejan no las cosas, sino las fotografías: porque para nosotros ellas nos muestran un mundo verdadero que se oculta detrás del umbral de la percepción del movimiento.

Hay dos mundos invisibles para nosotros: el de lo rápido y el de lo lento,  habitados por el aleteo de los colibríes y el movimiento de las estrellas. No vemos cómo se mueven esas cosas: antes sólo nos quedaba inferirlo. Ahora lo "traducimos" gracias a las cámaras prodigiosas que graban el movimiento y nos permiten meterlo dentro nuestro propio umbral del movimiento perceptible. Ese movimiento no se ve, pero así es en verdad el mundo. Y efectivamente, los sentidos nos engañan, pero no porque su objeto de conocimiento cambie y se mueva, sino porque se mueve demasiado rápido o demasiado lento.

Pero así como un buen día descubrimos las inconcebibles dimensiones del cosmos, la insólita antigüedad de las criaturas, o el minúsculo tamaño y desproporcionado poder que puede tener lo vivo, así también descubrimos el patrón de las gotas atrapadas infraganti.

El mundo no es como lo percibimos. Lo percibimos así porque la Magna Dea selección natural nos ha dotado de un aparato complejo que nos permite relacionarnos con un mundo rápido y hostil. Y así como no necesitamos ver el ultravioleta o el infrarrojo, tampoco nos es urgente percibir un movimiento que nos basta inferir, como el del Sol.

¿Qué es percibir el movimiento? ¿por qué es tan fácil crear la dibujitos animados en la orilla de un cuaderno? ¿Por qué hay un umbral del movimiento? ¿hay una parte específica del cerebro dedicada a permitirnos percibirlo? ¿el movimiento es algo que percibamos o es algo que construimos? Y por 'construir' me refiero a que en el mundo las cosas no poseen esa dulce continuidad del lugar y del tiempo –definitoria de lo corporal según el Estagirita– sino que ella es el modo en que interpretamos lo que nos rodea.

Cuando era niña, me preguntaba cómo vería el mundo si lograba salirme del modo en que lo hacían mis ojos (pues justo acababa de pensar que quizás mi rojo era el azul de la cabeza de otra persona, quizás mi mamá... o quizás habría gente que percibiría colores que yo era incapaz de imaginar). Pero cuando uno se da cuenta de lo absurdo de esa idea, comprende el enorme tamaño del engaño que representa la percepción. Y, sin embargo, imitarla es el poder de los pintores.

Vean si no, ustedes: los impresionistas imitan en el estático lienzo el movimiento, y es por eso que son extraordinarios. Lo que hace la cámara fotográfica es encuerar a las cosas porque las enseña sin el velo de lo que se mueve. Y así, encueradas, vemos gotas perfectamente esféricas donde debería haber un borrón rápido.

Hace tiempo leí en un ejemplar del Scientific American un especial sobre el tiempo. En un artículo, donde indagaban por la misteriosa constante de Planck, se preguntaban: ¿Y si el universo es más bien discreto?






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Aquí unos videos geniales de cámara lenta. El primero pertenece a una serie muy buena que se llama The Slow Mo Guys. El que pongo aquí es uno de los más ñoños, pero tienen uno realmente bueno (y otros no tanto... así que paciencia. Recomiendo sobre todo el de la sandía y las ligas).

El siguiente es un cubo de gelatina que se estrella contra una superficie sólida.

El tercer video es una proyección que hizo la NASA sobre el movimiento del centro de un cúmulo globular estelar (Omega Centaury) durante un periodo de 10 mil años.

Antes del video, un disclaimer: por "hiperrealismo" me refiero al pictórico y, en particular, mi crítica (si fuera una crítica) es contra quienes pretenden reproducir el movimiento: evidentemente la caída de las gotas es algo inaccesible al ojo humano desnudo tal como aparece en la pintura de arriba. Luego: imita una fotografía.













PD: A Valerio, como siempre.

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