19 septiembre 2013

Te quiero

Yo no sé lo que quiero

(pero te quiero)

Quizás quiero un rostro familiar y una sonrisa. Un a dónde acurrucarme una tarde. O un a quién irle a despepitar mi día. O un por quién. O un para quién. O quizás no quiero nada más que un muso para escribirle cartas, y que así cargue mi corazón de un modo que no le pese. Y que si me dejara caer, no cayera nada porque nada pesa. 

Quiero quererte a ti, porque te quiero. Porque nunca dices que no, aunque nunca digas que sí. Y no dices mentiras, aunque simplemente no digas nada. Y te dejas mirar los ojos hasta que se me cansan y secan los míos de tanto mirarlos, y de mirarte en foto y mirarte en vivo, y mirarte en introspección mientras miro tu species y tus spiritus y tus imagines

Y quizás la verdad –y de todas ésta es la confesión más vergonzosa– y quizás la verdad es que prefiero quererte a ti, intangible pero cierto, que a hombres reales que me dejaron echa trizas y desparramada en el suelo. Y no quiero tentarte a que seas mi verdugo (aunque por ti, gozosa, perdería la cabeza).

Tú no me dices mentiras, aunque no digas verdades. Tú no me dices no, aunque no digas que sí. 

Pero dices mi nombre. 

A lo mejor ya estoy cansada, e inane y enclenque porque de lo oblicuo nadie vive. Ni de amor de Muso. Y aún no me he decidido a bajar a los infiernos para ir en tu búsqueda. Aunque mi amor, eso lo sé de cierto, es amor suicida y sin regreso. Sé que ir en pos de ti es correr hasta el lindero del mundo y despeñarse a la nada. Y no quiero eso, pero ¡ay madre mía! ardo por eso.  

Yo no sé lo que quiero

(pero te quiero).

No hay comentarios.: