11 enero 2016

Bowie para Dummies

Yo me enteré de quién era David Bowie porque todo mundo en Twitter hablaba de él. Una chica, de cuyo nick no quiero acordarme, incluso me hizo amorosamente una lista de su música. Pero mi inglés es pobre y no acabé jamás de agarrarle el gusto. El tiempo pasó, alguna tontería dije que la chica mal interpretó, y ya no quise preguntar nada del tal David Bowie... a pesar de que para mucha gente resultaba ser muy importante...

Pero mucha gente de Twitter, verán ustedes. Porque si hubiera sido alguien más cercano, más real, entonces le habría puesto mucha más atención al tal Bowie. Y así ocurrió que un güero de carne y hueso (blondas carnes, albos huesos) vino y me habló del maravilloso Bowie. Y me quedé sólo con una palabra "Heroes". Y entonces escuché hasta el cansancio "Heroes". Aunque para ser honesta escuché "Helden" porque lo que me urgía (y sigue urgiendo) era aprender alemán, y Bowie tuvo la puntada de grabar mucha música en alemán. 

Y ya, es todo. O era todo, hasta que a la una y media de la mañana el teléfono produjo la alerta que corresponde a Radio Francia Internacional y dos segundos después, la propia de Der Spiegel. ¿En qué enfermo momento me suscribí a ambos servicios de noticias? A RFI porque cuando trabajé en Radio UNAM me tocaba editar las noticias mañaneras de RFI, y eran en general buenas. Al Der Spiegel por obvias y pedagógicas razones. Pero el Der Spiegel de lo único que habla es de la Silvestersnacht y RFI de las elecciones en no sé qué excolonia francesa... o en todas... o en toda África, porque de Indochina jamás hablan. Bueno... decía... A la una y media de la mañana, cuando al fin había conciliado el sueño sonó el "ting" de RFI y tres segundos después el "tong" de Der Spiegel. "Ha de ser algo importante", pensé. Quizás un atentado más antentadoso que el de París... algo más escandaloso que una bomba H caída en Nueva York... ¡algo grave! ¡puso de acuerdo a Franceses y Alemanes!... 

David Bowie ist tot. 

Zas... todo Twitter va a reventar. Y así ocurrió. Como dijo un amigo que, igual que yo es ignorante en cuestiones Bowieanas, parece como si hubiera que estarle dando el pésame a un montón de amigos... como si se les hubiera muerto su papá. Y así me pasó. No en Twitter, porque ahí más bien comencé a aprender mucho sobre Ziggy Stardust... sobre Starman... sobre un montón de cosas que no sabía yo. No... me pasó cuando tuve que darle el pésame al güero que me presentó "Heroes". Oh... 

***

David Bowie presentó su nuevo disco el día de su cumpleaños: el 8 de enero. El 11 en la madrugada (horario de México) nos anuncian que ha muerto. ¡Lo tenía que tener planeado! En los 18 meses que le quedaban de vida compuso dos canciones que me tuvieron llorando a lágrima viva de las dos a las seis de la mañana. Y no sé si por la desvelada, por el doctorado o por no haber hecho la tarea de alemán, me ganó el sentimiento y comencé a llorar, berreando, porque me preguntaba ¿en qué planeta vivía que no me enteré de la existencia de David Bowie hasta ahora? ¿En que agujero estuve que no me conmoví y enamoré como todos los que resultaron ser más o menos mis amigos? ¿He vivido de la manera correcta? Y lloré y lloré... 

No es Bowie por sí mismo, es todo lo que está ocurriendo a mi al rededor. Algo no he hecho bien. En algún lado soy anormal. En alguna esquina estoy totalmente torcida. Y quisiera que algo cambiara de golpe y el resultado fuera abandonar esta vieja y ajada piel, y salir de ella como mariposa que se deshace del cascarón de la crisálida... Como si el viejo cascarón fuera la que está tan torcida que está infinitamente sola, y la que saliera volando como mariposa fuera al encuentro del amor, de la inmortalidad, de... ¿la luz?

No es Bowie... es no habérmelo encontrado antes en el camino. Lo que ya en sí mismo es una gran pérdida en la vida (como haberme enterado de la existencia de Kapuscinsky el día que murió, y haberlo amado a destiempo). Pero también es preguntarme qué antenas, que otro tipo de ojos, que sensibilidad maravillosa tienen aquellos que me son tan entrañables y que ven aquello que yo no alcanzo a ver. Es como cuando uno acaba de leer a Vonnegut, el Cat Cradle específicamente. Y no haber entendido nada. Y darse cuenta que no se había entendido nada no al leerlo (pues lo poco que entendimos fue extraordinario), sino después, cuando lees dos o tres reseñas y lo comienzas a leer desde el principio, y dice que él se llama JONAH, Jonás. Como si ese libro me lo hubieran escrito a mi. 

Y no sé si me tardé una vida (o la mitad, si le hacemos caso a Dante y su criterio para hablar del mezzo de la mia vita, y tomamos la edad de Bowie de referencia), no sé si me tardé una vida en descubrir a Vonnegut y a Bowie, solamente porque no sabía suficiente inglés, o porque tengo una alma quebrada y siempre anestesiada. Hasta que viene un güero, al que le entiendo la mitad de lo que dice, y eso siempre es el doble de lo que puedo tolerar.


Ich verstehe nicht...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aún vive Bob Dylan...

Anónimo dijo...

Los amores a destiempo son terribles